Esperamos durante veinte largos minutos en mi puerta, porque Derek tenía que venir a por Cleo. Muy puntual por su parte.
-- El Marqués, ya ha llegado, por fin. – Oliver no declaraba la paz, era imposible.
-- Oliver, tengamos la fiesta en paz, y nunca mejor dicho. – le di un codazo, a ver si ya dejaba de una vez de soltar esas puitas.
-- Este pelo hay que peinarlo príncipe, uno no se levanta así. – Derek le escuchó, y le respondió vacilón, como era él.
-- A ver si conseguimos hoy llevarnos bien todos, ¿vale?. – dijo Cleo al aire, levantando las manos.
-- Lo que tenemos es que irnos ya. – Gino puso punto y final a aquella conversación.
Todos nos subimos en nuestras respectivas motos, y fuimos hacia la fiesta. Por el camino iban prácticamente las tres motos juntas, aunque la de Derek siempre intentaba ir un poco por delante todo el rato. En varias ocasiones Oliver y él empezaban a picarse, pero le golpeaba en el hombro a Oli para que parara de hacerlo, sobre todo porque el ruido de la moto de Derek era insoportable.
Derek aparcó a unos metros de nosotros. Una cosa es que empezáramos a tener un poco de acercamiento, y otra que fuéramos amigos. Lo único que no me gustaba era que mi amiga Cleo iba con él.
Había que adentrarse por aquella montaña para llegar a la fiesta, y eso tampoco lo hicimos con Cleo y Derek.
-- Nosotros nos vamos por otro lado, Derek quiere presentarme a sus amigos. – aseguró Cleo.
-- ¿Estás segura de querer conocerlos?. – preguntó extrañado Oliver. Ella tan solo se dignó a arrugar la nariz y subir la ceja izquierda.
-- Lleva cuidado Cleo. – le advertí. No me hacía ninguna gracia que se fuera con ese tipo de gente, la verdad.
-- No hay de qué preocuparse chicas. Además, Derek me cuida mucho, y muy bien. – dijo orgullosa. – Nos vemos antes de la carrera, ¿vale?.
-- Si necesitas algo llámanos. – añadió Aina.
-- Imposible. Ahí abajo no hay una mierda de cobertura. – aclaró Gino.
-- Estaremos junto a la barra del fondo. – le hizo saber Oliver de dónde íbamos a estar. Le miré, y sonreí en modo de agradecimiento por preocuparse por mi amiga.
-- ¡No seáis viejales!, ¡y disfrutar del fiestóooon!. – Cleo se fue chillando, sin ser consciente de nada. Como siempre.
Asumimos que Cleo iba a hacer lo que le diera la gana, por mucho que le dijéramos misa.
-- Aquí estamos bien. – dijo Oliver casi gritando. Ya habíamos atravesado toda la fiesta, hasta llegar al fondo, justo al lado de la barra, como bien le había dicho a Cleo.
-- Cada vez hay más gente en estas fiestas, tío. – Gino dijo eso mientras se apoyaba en la barra para pedir una copa.
-- ¿Queréis algo?. – Oliver nos preguntó a Aina y a mí. La verdad que no necesitaba beber para pasármelo bien, así que no quería nada.
-- Yo comparto con Gino. – respondió Aina.
-- Compartiendo babas, qué romántico. – bromeó Oliver. Me reí, fue gracioso el comentario.
Como bien habían dicho, la fiesta era de música pop. Sólo música pop, no como la otra noche, que mezclaban electrónica y varios géneros más. Hoy solo pop. Maravilloso.
Aina y Gino bailaban juntos, eran monísimos. Se les veía que congeniaban tan jodidamente bien... Gino la agarraba por detrás con su brazo derecho, mientras con el izquierdo aguanta la copa. Le cantaba al oído al ritmo de 'Robarte un beso' de Carlos Vives y Sebastián Yatra. Exactamente se movían al ritmo de la estrofa:
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Agárrame fuerte (2)
RomanceSEGUNDA PARTE DE LA BILOGÍA AGARRADOS. Gia y Oliver decidieron separar sus caminos, con lo que no contaban era con la fuerza del destino. Otro verano lleno de amor y locura, pero esta vez ella estará acompañada de sus mejores amigas. Ninguno lo sabe...