11 | Advertencia ignorada

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—Pero, EunJi ¿Cómo pudiste ocultarme eso? Es mi hermano —Sook soltó algo ofendida, aunque se veía tranquila.

—Por eso mismo, sé cómo lo proteges y no quería que te molestaras conmigo —respondió con algo de culpa— de verdad... Fueron las copas y JongIn estaba conmigo hablando, de pronto ya estábamos besándonos y fue... Muy rápido. Lo siento —se disculpó y la chica asintió.

—De acuerdo, sólo me molestó que me lo ocultaras; aunque, ya lo sabía —la otra frunció el ceño ante la confesión— sí —respondió la rubia cuando vio el rostro de su amiga— una vez intentando convencer a JongIn que se olvidara de tí él me lo confesó, creyó que no te gustaba porque era joven para tí y decidió irse de viaje a las afueras, entrenó duro y ahora lo ves.

—No sabía eso... —comentó sentándose a los pies de la cama y Sook la imitó.

—Por eso te dije que no quería que estuvieras con él, en verdad está muy enamorado de tí —suspiró recordando como su hermano tenía brillos en su mirada al hablar de EunJi.

EunJi no dijo más, simplemente se quedó pensativa... a ella le gustaba JongIn pero no quería una relación seria.

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—Llegó tu pedido —la voz de V resonó en el taller de los tres chicos.

Jimin estaba dándole carga a una nueva batería que habían recibido, mientras Jk salió de debajo de un auto negro que recién había comprado hoy para suplantar al que había perdido en ese accidente.

—¿Hablas de las nuevas llaves? —él mayor asintió y Jk hizo un sonido pensativo— déjalas en el cuarto de herramientas.

—Bien —asintió dándose la vuelta pero luego volvió a mirar hacia abajo donde estaba el menor— Jk, la Demons Street será mudada a cinco calles de su anterior ubicación.

—Perfecto, corre la voz —V asintió y antes de salir del lugar posó su vista en una hermosa chica, provocando las risas de los otros dos chicos cuando se percataron.

—Oye Jk, Al parecer tienes visita —la voz burlona de Jimin lo hizo salir del lugar nuevamente para sentarse viendo hacia arriba, una chica alta y delgada estaba allí y una pregunta vino a su mente.

¿Cómo dio con él?

—Hola Jk —su sonrisa ladina lo hizo levantarse quedando más alto que ella, de inmediato quitó sus guantes y la tomó del brazo apartándose de los que allí trabajaban.

Para ella verlo así era excitante, tenía manchas negras en su rostro y su camisa gris oscuro estaba manchada también, estaba sudado, y se veía agotado.

—¿Qué haces aquí, Lalisa? —preguntó algo molesto y ella se quejó por la fuerza que estaba ejerciendo— ¿Cómo diste conmigo? —la zarandeo un poco y la castaña se soltó.

—Tengo mis contactos —comentó coqueta y Jk suspiró frustrado.

—¿Qué quieres? —preguntó ofuscado, odiaba que le llevaran la contraria.

—Vine a invitarte a una fiesta —su delgado y arreglado dedo se paseó por su cuerpo y él miró cada trazo que hacía.

—¿Una fiesta? —alzó una ceja y ella asintió.

—Es una fiesta de inauguración de un club, es este viernes y será fantástico —Jk paseó su vista por los alrededores y ella siguió— habrá mucho alcohol, buena música, y... —el pelinegro la miró esperando a que siguiera, viendo en ella una sonrisa coqueta— podríamos quizás repetir lo de la otra noche —habló con un tono sexy, algo que llamó la atención del chico.

Light My Cigarette © JK 「LIBRO 1」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora