01 | Un caluroso inicio

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El ruido de los motores en el área estaba más fuerte a medida que pasaban los minutos, llegando cada vez más autos, algunos eran baja calidad pero con un excelente motor; mientras que otros, eran simplemente carcacha con una buena portada.

Muchos en el lugar destacaban por su popularidad y por su ranking entre las personas y las furicas y candentes carreras a todo motor. Otros eran conocidos por ser rebeldes en una alta clase de la sociedad, mientras que algunos vienen de lo más bajo y logrando una fuerte suma de dinero por ser campeones en alguna de las dichas carreras. Como uno de ellos tenemos a un guapo chico de cabello negro que estaba recostado de su auto, su cabello era largo hasta las cejas y poseía una mirada seductora y peligrosa que derretía a las mujeres a su alrededor, con su cuerpo bien ejercitado atraía aún más las miradas y el deseo de ellas.

Era el mejor posicionado ahora, se encontraba observando cada detalle del ambiente con un cigarrillo entre sus dedos y un porte más que serio. Era muy respetado entre todos, nadie le decía que no; y cuando se molestaba era mejor no estar cerca.

Su mirada se distrajo con una hermosa chica de cabello castaño y con un flequillo —sexy ante los ojos de él— se acercó a él con el caminar provocativo que seguramente lo usaba con todos para llamar la atención. Él sonrió de lado al saber de qué se trataba todo.

—El famoso Jk —la chica pronunció con una voz sexy que hizo que él la mirara de forma ladina— me han contado mucho de ti pero... Quería ver con mis propios ojos si lo que decían es cierto.

—Todo lo que oigas aquí de mí, es cierto. No te molestes en preguntar —Jk con su típica sonrisa ladina dio una calada a su cigarrillo colocando su otra mano sobre el capó de su auto.

—Uy... —se acercó a él con más lentitud y se posó a su lado. Su dedo se paseó por el hombro musculoso cubierto por esa chaqueta de cuero.

Los labios del chico se remojaron antes de volver a recibir el pequeño tubo de adicción, con una lentitud provocadora soltó el humo haciendo que la castaña lo mirara con una sonrisa provocadora.
Luego de eso el chico posó su mirada en ella, con su lengua tanteó el interior de su mejilla izquierda y con su cabello lacio peinado a un lado de forma que revelara su frente. Eso a la chica le pareció lo más sensual ante sus ojos.

—Lalisa Manoban... —mencionó ladeando su sonrisa para que luego su mirada se paseara descaradamente por el cuerpo de la delgada chica al lado de él.

—¿Así que me conoces? —ella paseó su lengua entre sus labios, haciendo que el pelinegro la observara y riera en un bufido.

—Sé quienes son los que entran en mi ambiente —la miró con intensidad y la castaña no pudo evitar suspirar con un desespero escondido. Ese chico tenía una mirada que hacía que cualquier mujer lo deseara con sólo una conexión con esos ojos casi negros.

— ¿Y... quién soy yo? —preguntó coqueta ante la mirada inquisidora del pelinegro.

Jk terminó su cigarrillo con una última calada, soltó el humo hacia arriba y tiró la colilla al suelo para mirarla y detallarle claramente su habilidad. Conocer a las personas y a la vida.

—Hija del CEO de una empresa gastronómica —se colocó frente a ella y comenzó a hablar de forma lenta— una niña que quiere ser mala... en un lugar donde formas parte de los rebeldes. —sus manos fueron a los costados de la chica apoyándose del capó— Eres una riquilla hija de papi y mami, y estás aquí para cumplir lo que te propuso tu grupo de amigas, Jennie... HaeMin y la extranjerita rica que solo usan, esas son tus amiguitas, una de ellas es la mala del grupo mientras que todas las demás; incluyéndote, quieren salir de su monótona vida de ricos e incluirse —miró a los lados en forma de señalamiento— ...en mi hogar.

La chica alzó una ceja sorprendida por la cualidad del chico, pero el pelinegro sabía como conseguir información; y quizás, su encuentro con Jennie hace semanas le había servido para algo.

—Es un gusto, Jk —sonrió sin mostrar sus dientes haciendo que el pelinegro imitara su acción pero en un gesto de galanería. La chica era atractiva y esta vez, quizás, Jennie había hecho una mejor elección de propuestas para él.

—Despues de la tercera carrera. No tardes, no espero a nadie —habló serio alejándose de su cuerpo. La castaña sonrió aún más amplio sintiéndose de alguna forma triunfadora.

Si bien sabía, el chico era difícil de impresionar y a menos que fueras buena en el sexo él te volvería a buscar. Quizás lo impresionaría cuando se lo lleve a la cama y haga lo que las otras no han podido: Amarrarlo a ella.

Y eso ya era algo que se había propuesto.

『•••』

La castaña con sus delgados brazos femeninos empujó fuertemente el cuerpo del masculino hasta que logró verlo acostado sobre la cama. Él le sonrió ladino esperando por ella y suspiro excitado cuando ella se sentó sobre su entrepierna, a horcajadas sobre su regazo se acercó al rostro de él para besarlo ferozmente mientras con sus uñas decoradas acarició el abdomen de él por dentro de la camisa blanca.

Jk recibió gustoso los movimientos en vaivén que la cintura de la castaña aplicaba con una velocidad extremadamente excelente. Ella soltó varios gemidos al sentir el bulto del miembro de su amante debajo de la tela del pantalón.

Él ansioso por probarla colocó su mano en la nuca de ella y sus dedos se aferrado al cabello para besarle salvaje, tanto que mordió su labio al final sintiendo el sabor metálico de la sangre que había salido. Aún así sin importarle siguió devorando sus labios hasta que ella soltó un gemido un poco alto.

Rápidamente la soltó y cambió las posiciones para volverse demandante como acostumbraba a ser en la cama.

—En cuatro ahora. —gruñó en una demanda que ella cumplió luego de desabrochar su blue jeans. Jk al verla ya en la posición empezó a desabrochar su pantalón y sin quitarlo ni bajarlo sacó su miembro erecto, en su bolsillo derecho buscó el condon y se lo puso para luego bajar el pantalón de ella hasta los muslos. La penetró fuerte y ella soltó un grito ahogado— Te encanta ¿no es así? —habló con su tono ronco para luego dar una palmada fuerte al trasero expuesto— Anda muévete como la zorrita que eres. —gruñó para dar otra palmada.

Ella cumplió la orden demandada y comenzó a moverse al igual que el pelinegro encantado con los movimientos. Ya luego quería ver que tal lo hacía desde arriba.

Eso sería el comienzo de una larga noche. O una larga vida.

 O una larga vida

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Light My Cigarette © JK 「LIBRO 1」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora