El pelinegro sintió como el cuerpo entero de EunJi comenzó a temblar bajo el suyo, y le encantaba que ella tuviera esa reacción para con él. Sus manos repartieron caricias por sus brazos mientras la respiración de ella iba al mismo ritmo que el corazón de él. Ambos eran como el complemento para el otro.
—¿Qué... estás haciendo aquí, Jk? —preguntó en un tartamudeo y el pelinegro sonrió encantado.
Ambos mutuamente somos un capricho. Se repitió ella en su mente sin querer ceder a sus toques delicados. Su nariz trazó un camino desde el hombro hasta el cuello logrando estremecerla nuevamente.
—Te diría que vine a apostar pero... Sería una mentira —susurró llegando a su oído.
—¿Y entonces? —preguntó sintiendo el temblor en su pecho; consecuencia de sus nervios. ¿Por qué él la ponía así de nerviosa?
—Si te digo que te extrañaba ¿Me creerías? —preguntó de nuevo en su oído, colando las manos en su cintura hasta rodearla con sus brazos.
—No lo creo —dijo con seriedad, recordando esas dos semanas donde se desapareció por completo.
—Pues creelo, porque en verdad me hiciste mucha falta todos estos días. —murmuró para luego besar su cuello y aspirar su aroma— me hizo falta tu perfume, tu sonrisa, tu cuerpo... me hiciste falta tu —volvió a susurrar apretando su agarre.
La peliplateada sonrió mordiendo levemente sus labios, aunque aún no se sacaba esa pregunta de su cabeza.
—Entonces ¿Por qué desapareciste? —preguntó de inmediato sintiendo los labios en su cuello nuevamente.
—Es algo de lo que quiero hablar contigo —murmuró escondiendo su rostro en el cuello de ella, y antes de que pudiese preguntar él volvió a hablar— pero no aquí —dijo nuevamente despegando su rostro y mirando su perfil. EunJi volteó y lo vio fijamente.
—¿A dónde quieres ir? —preguntó con una suave sonrisa.
—Ven conmigo. —ordenó con una sonrisa brillante. Tomando su mano sintió como una corriente eléctrica pasó por todo su cuerpo. Tenía que decirle lo que le estaba pasando.
Comenzó a caminar por la multitud guiandola hasta la salida. Ya frente al ascensor esperaron unos segundos para que se abriera, adentrándose a este el pelinegro esperó a que las puertas se cerraran y al girarse la tomó de sus mejillas para fundirse en un beso apasionado que lo hacía perderse en las nubes, lo dejaba loco cada movimiento, y ahora mismo se daba cuenta de lo mucho que le hacía falta.
Caminaron tomados de la mano hasta llegar a un precioso Audi de color negro, el pelinegro le abrió la puerta de copiloto y ella se sentó para que luego él cerrara la puerta, viendo luego a Jk caminar hacia el otro lado. Viéndolo bien, notó que vestía un hermoso traje azul eléctrico, le hacía un gran favor a su figura y tez blanquecina de cabello negro, estaba sensualmente precioso, y no había dejado pasar por alto ese aroma varonil que la hacia suspirar encantada.
Al ya verlo a su lado se deleitó con su perfil serio, su mano giró la llave encendiendo el motor que rugía potente.
—¿De dónde lo sacaste? —preguntó en un tono suave mientras admiraba el modelo del tablero.
—Se lo gané a un crío presumido que llegó a mí calle —respondió con burla y EunJi sonrió de lado.
—Oye JungKook —le llamó por su nombre y el pelinegro en un suspiro se giró a ella. EunJi pensaba que ya no se podía guardar esto, así que con sus labios curvados a un lado habló— yo también te extrañé.
A JungKook se le formó un nudo en la garganta al oír tal confesión, ahora sí su corazón parecía salirse de su lugar. Respondiendo con una simple sonrisa ladina y un guiño se dispuso a conducir.
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Light My Cigarette © JK 「LIBRO 1」
Fanfiction❝Ambos son iguales en gustos y vicios, siendo presas de la seducción y la lujuria se envuelven en una relación donde el placer carnal es el único que debe importar. Sin embargo, siempre dicen que los polos iguales se repelen. Pero JungKook y EunJi s...