CAPÍTULO 5:UNA COMPLICIDAD SUTÍL (2° PARTE)

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(Igualmente, durante este tiempo actual, Isaí expreso su molestia en su cara al recordar ese engaño que vivió, y pensó nuevamente):

—"Debí haber cortado esa "amistad" desde la mitad del semestre en primer año de secundaria (en la época en que los conocí a ambos), sí, aun desde que fui humillado públicamente por Mariana; pero, debido a mi nobleza como persona, los perdonaba muchas veces cuando no me ayudaban y se burlaban de mí, igual que los otros; Honestamente, no me percaté de nada de lo que ellos hacían a mis espaldas hasta ese momento, porque pensaba que todas las cosas que yo les prestaba, se me perdían sin ninguna explicación, pero ahora que he visto la verdad acerca de estos dos, me dí cuenta que ellos me robaron muchas de las cosas que les prestaba, y por eso, me metía mucho en problemas con los maestros y me regañaban a menudo por su culpa. También me entere que, el hecho de que ellos "iban al baño", estaba todo planeada para jugarme esa "bromita" estúpida en aquel 14 de febrero, lo cual me causó un fuerte y permanente trauma y una fobia infernal a esa fecha y a aquél mes en general, pero me siento muy bien al haber tomado esa decisión de no juntarme con ellos, y de eso no me arrepiento". —

(Esos eran los pensamientos de Isaí acerca de lo que vivió; Ahora volvemos a su historia):

"Sucedió entonces que, al encaminarme hasta la dirección, toqué su puerta, y el director Scott, al escuchar mi llamada a la misma respondió:

—¡Adelante! —dijo él; e Isaí abrió la puerta y entró, y mientras entraba, seguido de eso, el director nuevamente le dijo: —¡Y cierras otra vez la puerta una vez dentro, por favor!

"E hice lo que me pidió el director, y una vez dentro de este lugar, el director volteo su cara y me miro, y con un espíritu de arrogancia y superioridad, me interrogó:"

—¡Vaya! ¡vaya! ¡vaya!, veo que te metes mucho en problemas, ¿verdad?, Isaí Tlapale Vázquez — contestó el director Scott mirándolo con frialdad—También he escuchado por parte de mi hermano, que andas acosando a las jovencitas de esta escuela, y por eso él te llama pervertido, acosador, bestia salvaje y delincuente. ¿Es verdad eso? —preguntó el director molesto

—¡No Director! —contesto Isaí —Exceptuando esos apodos, Sí; ¡Pero yo no soy esa clase de persona, su hermano siempre me difama y me humilla con sus comentarios!—

—¡Ahhh! ¿Estas llamando mentiroso a mi hermano, ¿No? —preguntó el director en su defensa

—¡Sí!, ¡sí lo es!—respondió Isaí—¡Su hermano se la pasa amedrentándo y humillándome en su clase, azotando su regla de escuadra para intimidarme si no hago lo que me pide, lo cuál hizo que mis compañeros se burlaran de mí!

—¡Jajajajajajaja! —rió burlona y frívolamente el director—¡Sí que eres un mocoso demasiado delicado, mimado y frágil! ¡Jajajajajaja!

—¡No se burle de mí! —contesto Isaí molesto—Esto no es motivo de gracia, Esto es serio; y usted, como director, tiene que establecer orden aquí—

—¡No te atrevas a responderme de esta manera usando ese tono! ¿Me oíste? —contestó explosivamente el director, muy enojado, azotando ambas manos sobre su escritorio—¿Sabías que ahorita mismo te puedo expulsar inmediatamente de esta escuela por responderme así y retarme?

"Y al presenciar su actitud y temperamento explosivo, me pasmé aún más, y no me atreví a responderle; después de unos segundos, el director se relaja, cambia de tema, y pregunta:

—Bueno, dejando a un lado todo ese alboroto y ya que estás aquí en mi oficina, dime ¿Qué hiciste ahora?

—¡Nada, señor director! —respondió Isaí serenamente

𝘌𝘓 𝘏𝘌́𝘙𝘖𝘌 𝘋𝘌𝘓 𝘈𝘚𝘗𝘌𝘙𝘎𝘌𝘙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora