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CAPÍTULO 1:UNA CEREMONIA DE GRADUACIÓN DENIGRANTE

Esta Historia Empieza con Un Viernes 26 de Junio del Año 2020 Alternativo (o sea, Un 2020 relajado y pacífico, en el que Nunca se desató El Incidente del covid 19) a Las 7:30 P.M. en la Cuidad de Guadalajara, Jalisco, se puede contemplar la vista de la cuidad con el cielo, tornándose en un naranja rojizo oscuro, en plena puesta del sol y en su lugar, las nubes oscuras llegan a reemplazarlo y convertirlo en noche; dentro de esa misma ciudad, nos ubicamos en un salón, en el cual, se llevaría a cabo la ceremonia de graduación de la preparatoria, de la generación 2017-2020,en ese lugar, se puede escuchar en el micrófono a uno de los líderes escolares las siguientes palabras para felicitar a los graduados :

—Señoras y Señores Padres de familia, en esta fabulosa auténtica y especial noche de graduación, les queremos expresar nuestras más sinceras felicitaciones a todos ustedes de parte de sus hijos e hijas de este grupo, que han terminado de forma satisfactoria y honorable sus estudios académicos, el cual, es el principal paso para poder continuar sus estudios en la universidad, y elegir la carrera que tanto han anhelado estudiar para tener asegurado su futuro y ser de gran apoyo y provecho para nuestra sociedad de hoy en día. Damas y Caballeros, démosles un grande y cálido aplauso para los graduados y futuros Universitarios de la generación 2017-2020 ¡Muchas felicidades! —Concluyó el Orador del Micrófono.

Y después de concluir con su discurso, para terminar definitivamente la ceremonia de graduación, todos los padres de familia comenzaron a aplaudir, de tal forma que se escuchó muy fuerte, similar a los aplausos de los espectadores en un teatro; Por otra parte, los alumnos graduados, que llevan puestos sus togas negras y bandas azul claro, excepto dos de los alumnos del sexo opuesto, que llevaban togas de color morado violeta y bandas doradas (según las reglas de la escuela, el alumno y la alumna de alto promedio académico, lo pueden llevar en la ceremonia), empezaron a quitarse sus birretes y arrojarlo por los aires y gritaron en alta voz :

—"¡¡¡¡HURRA!!!!" —

Después de que los graduados gritaran esa palabra, para celebrar que han terminado sus estudios académicos en la preparatoria, todos se dispersaron de los asientos centrales del edificio y volvieron cada uno con sus familias, entre ellos, salió un joven muy especial, sí, alguien que lo hacía muy diferente de los otros jóvenes aquí presentes, llamado: Isaí, cuya estatura es de 1.67 cm, cabello bien recortado de color negro, dejando unos pequeños pero bien recortados flequillos lacios que cubrían su frente y peinado del lado derecho, de piel morena bronceada clara, ojos color café tono mediano (de una tonalidad no tan clara pero tampoco tan oscura) de complexión mesoformo mediano (en ese caso no tan gordo, excepto que tiene panza, pero tampoco tan atlético) y, pese a su complexión física, tiene unos brazos bien marcados, aun si no ha hecho ejercicio, de rostro redondo, cejas gruesas y nariz levantada de perfil y chata mediana de frontal.

Eso es lo que respecta de su aspecto físico, pero en cuanto a su manera de ser, es alguien serio, callado, educado, inocente, tímido, con una mirada que hace evitar contacto visual directa con el receptor, aun si fuere con su propia familia, solo en pocas ocasiones logra hacer contacto visual con ellos.

Pues como ya les relataba, ese joven, Isaí, al igual que sus ex-compañeros de la escuela, se reunió en donde estaban sus padres, quienes son: Melquisedec Tlapale Tercero y Hulda Vázquez Cristiani para recibir sus felicitaciones de parte de ellos, y lo felicitaron con un gran abrazo ambos; sí, un abrazo que hizo que se juntaran los tres, lleno de amor:

—¡Muchas felicidades! Isaí, lo lograste—dijo el señor Tlapale.

—¡Estamos muy orgullosos de ti, querido hijo! —añadió la señora Tlapale