CAPÍTULO 25:UN VERDADERO MOTIVO PARA PROGRESAR

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Después de tanto tiempo de preparación, llego el primer día de clases de Isaí Tlapale en la escuela de japonés en línea, cuyo edificio se encontraba en Monterrey, una ciudad muy lejana que se encuentra en Nuevo León; y para eso, Isaí se levantó muy temprano para arreglarse, desayunar y tener todo preparado para conectarse con la clase, es decir, un cuaderno, lápiz, borrador, sacapuntas y encendió su laptop para acceder a su cuenta de usuario en una aplicación del buscador Puzzle, llamado: "Puzzle classroom", el cual le servía para conectarse con la clase, cuya anfitriona era la maestra Amanda Ibarra, comúnmente, conocida con un sufijo japonés, llamándola: Amanda-sensei (Sensei, en japonés, significa maestro o maestra, dependiendo del género), ya que, según el reglamento de la escuela que recibió Isaí, deben de dirigir a sus maestros con el sufijo "sensei", para mostrar respeto cultural, como lo hacen los estudiantes japoneses ante sus maestros o instructores escolares, después de todo este asunto, Isaí enciende su cámara web una vez listo para iniciar la clase, y lo mismo los otros estudiantes que venían de otros estados de la república mexicana, y el número de estudiantes de su grupo, incluyendo el mismo Isaí, fueron 20, todos los estudiantes eran de diversas edades, desde jóvenes hasta personas mayores con familia.

Una vez descrito todo ese asunto de la escuela, Isaí empieza su primer día en aquel sábado, y la maestra Amanda se comunica con ellos en japonés y todos le responden a su comunicación según el nivel de japonés que saben ellos, tales como: cuál es su nombre, su edad, su oficio etcétera; y cuando llego el turno de Isaí, se presenta en japonés fluidamente, aun hasta de cosas que no se han enseñado en la clase (pues apenas era el nivel 1 de este nuevo año escolar, y todas las palabras que uso Isaí en japonés, eran de los niveles más avanzados, entre los niveles 3 y 4), y cuando todos los de la clase y la maestra Amanda hubieron escuchado lo avanzado que esta su japonés, se asombraron por eso, y la maestra Amanda reacciono diciendo:

—¡¡¡Ahhhh, sugoi, Isaí-san!!! ("sugoi", en japonés significa: ¡Increíble!, y el sufijo "san", se usa para mostrar respeto ante el conversante, el cual es el sinónimo de "señor" o "señora" en español, dependiendo del genero), ¡Omedetoh! (¡Felicidades!)

—Dohmo arigatoh gozaimasu, Amanda-sensei (Muchas gracias, Amanda-sensei) —respondió Isaí

—¡ii desu, Isaí-san! (¡bien, Isaí-san!) —dijo la maestra Amanda

—Ehhhm disculpa, Amanda-sensei—añadió Isaí—le recomiendo que usted y todos mis compañeros me llamen Essai-san; porque descubrí en internet que mi nombre, Isaí, en japonés se dice y se pronuncia: "Essai"

—¡¡¡Nnnnn!!! ¡naru hodo! (¡¡¡Mmmmm!!! ¡Ya veo!) —añadió la maestra Amanda pensativamente; y prosiguió: —¡Esta bien, Essai-san! ¡De ahora en adelante te llamaremos así! —

—¡Arigatoh, Amanda-sensei! (gracias, Amanda-sensei) — dijo Isaí complacido ante ese acontecimiento

Después de esta conversación en plena clase en línea, Uno de sus compañeros, llamado: Maximiliano Carraza, al ver lo inteligente que es Isaí al hablar muy bien en japonés como todo un japonés, lo elogio sobremanera, diciendo:

—¡Subarashii desu na, Essai-senpai! (Eres Maravilloso, Isaí-senpai; el sufijo "senpai" que se traduce literalmente como: "compañero de antes", o también para referirse por algunos como "mentor", "tutor" o "superior" en el ámbito estudiantil, se refiere a alguien con mayor rango o con más experiencia, ya sea en la escuela, trabajo o empresa de renombre, en el cual es elogiado y respetado, en el caso de Isaí, por sus experiencias independientes anteriores de saber hablar japonés y dominarlo; y a raíz de eso, Maximiliano se dirigió a él como tal por su inteligencia)

𝘌𝘓 𝘏𝘌́𝘙𝘖𝘌 𝘋𝘌𝘓 𝘈𝘚𝘗𝘌𝘙𝘎𝘌𝘙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora