Mientras los clones que se encontraban esparcidos en todos los países del mundo, continuaban con sus labores asignados de actualizar la tecnología primitiva y antigua de todas las décadas, siguiendo las instrucciones que les mandaba Isaí a través de su mente, ese último siguió y siguió con la misma postura de no moverse y mantener cerrado sus ojos para concentrarse en ese objetivo hasta cumplir su misión; sí, tales eran sus esfuerzos en esa postura, que poco a poco, además de sentir una sensación gigantesca de peso en su alma entera, debido a los niveles de estrés y otras dolencias de parte de los trabajadores ajenos que se dedicaban a su labor que absorbía para ayudarlos a manejar esas cosas bajo presión, sintió que la fuerza de sus extremidades poco a poco empezaban a disminuirse, su cuerpo ya no soportaba más ese peso, similar a cuando uno come en exceso, sin moderación y hace esfuerzo físico innecesario, o como cuando sus hombros y su espalda estuvieran cargando una pesadísima y gigantesca roca.
Bajo estas circunstancias se encontraba Isaí Tlapale y su condición física al momento de hacer esa postura y de tanto esfuerzo físico y mental para cumplir con su misión; otro de los malestares que experimento a consecuencia de ello son, desgaste de sus articulaciones y coyunturas de sus extremidades e inmensos dolores de cabeza, Si, tales eran el nivel alto de esos dolores de cabeza que sus vasos sanguíneos de la misma se rompieron, a raíz de esto, empezó a derramar grandes gotas de sangre desde sus fosas nasales, haciendo que se escurra la misma hasta debajo de su barbilla y caigan por el suelo donde se apoyaban sus pies.
Durante esa complicada crisis en la que se encontraba Isaí, el universo, al ver que ha dado todo de sí mismo, acorde a su mandato, pensó para sí:
—¡Bien hecho, Isaí! ¡Lo has logrado y has hecho un excelente trabajo! Ya diste todo de ti mismo para lograr tu propósito y obedecido mi mandato en eso; Ahora mismo yo te ayudare mandándote esa ayuda especial que te prometí, a fin de que recibas la fuerza y energía para poder aguantar un poco más, hasta su fin y, en mi mismo momento, yo te ayudaré a ponerte de pie y te restaurare todas tus fuerzas y energías y sanarte, para que seas el mismo de antes, con la misma vitalidad antes de que vineras a este lugar, también a fin de que tus esfuerzos no sean en vano y no mueras innecesariamente —
Y cuando hubo pensado en esas palabras que tenía en su corazón, hicieron que vinieran unas misteriosas siluetas blancas y resplandecientes, y fueron a donde estaba Isaí, quien se encontraba justamente a segundos de colapsar exhaustivamente su cuerpo de dicha postura y a unos pasos de estar casi al borde de la muerte en pleno acto, debido a estas cosas que estaba experimentando con tanto esfuerzo; y al acercarse a él, esas siluetas manifestaron sus verdaderas formas, mostrando unos brazos femeninos que sostenían a Isaí, Así es, esas misteriosas siluetas blancas resplandecientes eran aquellas siete reinas de belleza que aparecieron en aquellas dos ocasiones: en su pesadilla, que posteriormente se convirtió en un agradable sueño; y en su misma casa (sin que sus padres se percataran de su presencia y conversación) antes de crear el dispositivo para lograr esa susodicha misión.
Concerniente a ese acontecimiento, en esa tercera ocasión, ellas vinieron y sostuvieron su cuerpo, manteniendo esa susodicha postura sin la menor variación; pero como Isaí mantenía sus ojos cerrados y no abría para nada su boca para decir algo, ellas se comunicaron con Isaí a través de su mente mientras lo sostenían:
—¡No estás solo, Isaí! ¡Aquí estamos para ayudarte a que recibas fuerzas y energías suficientemente necesarias de nuestra parte para que continúes con esta misión hasta su fin! —pensó la primera de ellas
—¡Así es! —añadió la segunda
—¡¿Qué?! ¿acaso son ustedes las que vinieron a ayudarme? — pregunto Isaí en su mente tras percatarse de su presencia, aun con los ojos cerrados por la concentración
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𝘌𝘓 𝘏𝘌́𝘙𝘖𝘌 𝘋𝘌𝘓 𝘈𝘚𝘗𝘌𝘙𝘎𝘌𝘙
Sci-fiIsaí Tlapale, un joven con Síndrome de Asperger, con un coeficiente intelectual de 194, con el don de memorizar todo lo que lee, escucha y recuerda, y a la vez, con la dificultad de entender algunas cosas, talentoso en el dibujo, habilidoso en habla...