Lazos inmortales | Alec Vulturi

Nine

Capítulo 9. "Decisiones".

Edward y Alice me habían explicado todo. Al parecer, yo era la "destinada" de Alec, un vampiro de la guardia elite de los Reyes Vulturis. Debía quedarme con él porque él no podía dejar su puesto y, como era su compañera, no podía dejarlo porque de alguna manera necesitaba de mi presencia. Todo esto me parecía absurdo, pero Edward lo comparó con lo que sucedió con mi hermana y Sam.

- No quiero quedarme aquí - dije, aun sintiéndome triste - Ni siquiera conozco a nadie, mierda, ni siquiera ellos conocen mi nombre.

Sí, ya había aceptado mi destino, pero no quería decir que estaba feliz por ello.

- Hablaremos con Carlisle, él debe conocer alguna forma en la que podamos manejar la situación de manera diferente - dijo Edward.

- ¿Puede hacerlo? - pregunté esperanzada.

- Él vivió muchos años con los Vulturis, existe la posibilidad - dijo Alice apoyando la idea.

- ¿Y creen que pueda venir aquí ahora? - pregunté ansiosa.

- Aunque lo hiciera, ellos no aceptarán nada hasta dentro de seis meses - dijo Alice desanimada.

- Por lo menos - agregó Edward. Yo solo los veía sin entender - Es demasiado extraño que un vampiro encuentre a su destinado. Son contados quienes lo hacen. Pero se conoce que los primeros meses después de encontrarlo, no pueden estar separados de ellos por mucho tiempo.

- ¿Por qué? ¿Qué sucede si no es así? - preguntó Bella.

- Se debilitan y se vuelven frágiles, como si fueran humanos de nuevo - respondió Alice.

- Suena demasiado dramático - dije, acostándome en el sofá donde estaba sentada.

- Lo siento, Dani, pero deberás quedarte aquí por un tiempo - dijo Alice haciendo una mueca. - Hablaremos con tu hermana y con Sam.

Yo solo asentí.

- Pero podré ir a visitarlos, ¿no? - pregunté.

- No creo que te permitan salir mucho - dijo Edward - Eres la destinada de un miembro conocido y odiado de los Vulturis.

Cuando mencionó de nuevo lo de ser destinada, no pude evitar pensar en Brett. Si ya no éramos novios, pero nos seguíamos viendo. Mierda, no quería ningún tipo de relación ahora, pero ¿debía tener una relación?

- Tranquila, Danielle, no te puede obligar a nada que no quieras - dijo Edward, viéndome ahora un poco más animado.

- ¿Seguirás diciéndome así? ¿De verdad? ¿Aun después de que seré rehén de vampiros italianos por venir a salvarte? - pregunté, levantando una ceja hacia Edward.

- Esa actitud definitivamente te servirá estando aquí - dijo Bella - Perdón por meterte en problemas - agregó, viéndome triste.

- Fue mi culpa totalmente, yo fui quien quiso venir - dije, abrazándola.

Era la primera vez que me reprendía por ser una chismosa. Si no hubiera querido ver el dramático intento de suicidio del vampiro idiota, no estaría metida en esto. Edward rodó los ojos.

- Solo ten cuidado, ¿sí? - dijo Edward - Nos comunicaremos lo más que podamos.

Yo solo asentí. Alice se acercó a abrazarme.

- Te mandaré ropa - susurró Alice en mi oído.

- Espero verlos después - dije, viéndolos a todos.

No sabía lo que pasaría a partir de hoy, pero sin duda tenía algo de miedo.

- Nos veremos, estoy segura - dijo Alice, sonriéndome un poco.