Two

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Capítulo 2. "Cumpleaños de Bella".

Cuando terminaron las clases, Jared pasó por mí y me dejó en casa de Sam. Como nadie se encontraba, aproveché para hacer un poco de quehacer, porque odiaba trapear y siempre que lo hacía, algún lobo de la manada de Paul pisaba el piso recién limpiado antes de que se secara, sin consideración alguna.

Habían pasado un par de horas desde que llegué de la escuela y ahora estaba empezando a cocinar. Preparaba pollo frito con arroz y puré de papa, pero estaba teniendo dificultades para calcular las cantidades que Alma normalmente hacía. Siempre cocinaba en exceso porque los amigos de Sam solían comer aquí.

- ¿Necesitas ayuda, mexicana?

Salté en mi lugar y miré mal a Sam, con una mano sobre mi acelerado corazón.

- ¡Diablos, Sam! Casi me matas del susto - dije un poco exaltada.

Jared y Paul estaban detrás de Sam, riendo de mí.

- Pero ya que lo mencionas, sí, necesito ayuda - dije mirando a Jared y Paul.

Puse a Jared a cargo del puré, Paul estaba preparando un agua de Jamaica, mientras Sam había salido en busca de una barra de pan.

- ¿Cuánta azúcar le debo echar? - preguntó Paul, con una pequeña cucharada de azúcar en la mano.

- Medio kilo, Paul - le respondí fastidiada - Te lo he dicho como diez veces - Rodé los ojos y volví a enfocarme en el pollo.

- ¡Terminé con el puré! - exclamó Jared, feliz, a un lado de Paul.

- Genial, ahora prepara la salsa - dije sin voltearlo a ver.

- ¿La salsa? - preguntó fastidiado, sonando como un niño haciendo berrinche.

Di media vuelta y lo miré a los ojos, levantando una ceja.

- No te tengo miedo - dijo, cruzando los brazos sobre su pecho.

- No quiero que me tengas miedo - respondí, acercándome a él con un tenedor en la mano derecha apuntándole al pecho - Solo quiero que hagas la salsa para el puré, antes de que te clave este tenedor en el cuello.

- Sam no dejará que hagas eso - dijo, sonando dudoso.

- Sam no está aquí - contesté, acercando el tenedor a su cuello.

- Una niña no puede hacerte eso, Jared imbécil - dijo Paul, soltando una carcajada.

Volteé mi rostro para mirar a Paul, con el tenedor aún en el cuello de Jared.

- No estés ladrando, Paul. Todavía falta el postre - dije.

- ¡Daniela, aléjate de Jared! - se escuchó la voz molesta de Sam desde la entrada de la cocina.

Cerré los ojos, sintiéndome descubierta, y volteé hacia la puerta, descubriendo a Alma a un lado de Sam, mirándome enojada.

- ¿Qué demonios estás haciendo, Daniela? - dijo Alma, cruzando los brazos.

- Alma, ellos nunca quieren hacer nada y solo vienen a comer gratis - dije, mientras señalaba a los lobos junto a mí - No es para nada justo.

Después de recibir una reprimenda de Alma durante la comida, finalmente pude llegar a mi habitación. Me puse una falda negra lisa con un top rosa pastel y encima un blazer negro. Completé mi atuendo con algunas pulseras y dos collares, junto con unas botas largas que llegaban un poco más arriba de mis rodillas. Me rocié un poco de perfume, cepillé rápidamente mi cabello y salí de mi habitación.

Lazos inmortales | Alec VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora