Five

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Capítulo 5. "¿Cómo estás? ¿loca?".

Lo que había pasado el día anterior no me enorgullecía. Me había acostado con el idiota de mi exnovio. Él me propuso intentarlo de nuevo, me negué, pero a pesar de ello, ahora estaba mensajeándome con él.

- Eres igual de aferrada a los idiotas que Isabella - dijo Liam a un lado mío.

- Sé que no fue la movida más inteligente de mi parte - dije dejando mi celular sobre la mesa del comedor - Pero debo admitir que lo disfruté - añadí recordando la noche anterior.

- No puedo pelear con una buena follada - dijo Liam abriendo su jugo miniatura - Pero si era lo único que buscabas, pudiste simplemente buscar a otro.

- No necesito que me regañen hoy, Liam. De haberlo querido, le hubiese contado a Alma - dije, comenzando a comer mi ensalada.

- No quiero reprenderte, Dani, solo quiero que veas todo lo que te hizo pasar, todo lo que te hizo creer - dijo, pareciendo frustrado - Mierda, tú no eres de comer ensalada.

- No creo que sea para tanto - respondí, restándole importancia.

- Dani, dejaste de maquillarte y de ponerte faldas y vestidos por cuatro meses - dijo Liam, viéndome como si estuviera bromeando - Bajaste cinco kilos porque estás dejando de comer las cosas que te gustan y te estás excediendo con tus actividades extracurriculares, y todas son deportivas. Tu manera de comportarte simplemente no está siendo sana.

Reflexioné un poco sobre sus palabras. Sabía que estaba haciendo cambios y aunque me convencía que eran para mejor, escucharlos de alguien más me hacía darme cuenta de que tal vez no era lo más sano para mí.

- ¿Crees realmente que haya un problema? - pregunté ahora un poco preocupada.

Liam dejó su comida en su bandeja y volteó a verme a los ojos, suspiró y habló.

- Me temo que sí - hizo una pequeña mueca - Creo que debes hablar con un experto.

- ¿Como un psiquiatra? - pregunté un poco temerosa.

- No sé si tengas algún trastorno o necesites medicamento - dijo, pareciendo dudoso - Puedes tal vez solo ir con un psicólogo.

Nunca había considerado asistir con uno, no sabía realmente cómo es que funcionaba asistir a terapia. No iba a fingir que no me daba miedo, porque lo hacía, pero tal vez no sea tan malo. Lo hablaría con Alma por la tarde y dejaría de pensar en ello por un rato.

Al llegar a casa, me llevé la sorpresa de que Alma ya se encontraba allí, estaba terminando de hacer la comida.

- Hola, mamita - dijo Alma acercándole un plato repleto de comida a Sam - ¿Quieres comer?

Yo solo asentí, sentándome a un lado de Sam.

- Hola, Dani - dijo Sam - ¿Cómo te fue en la escuela?

- Bien - contesté simple.

Alma dejó un plato de comida frente a mí y se sentó al lado izquierdo de Sam.

- ¿Solo bien? - preguntó Alma, comenzando a partir su carne.

- ¿Creen que debo ir al psicólogo? - pregunté viendo al centro de la mesa, sin querer hacer contacto visual con alguno de ellos.

Se escuchó un silencio muy marcado. Habían dejado de comer y aunque no podía verlos, sabía que se estaban mirando mutuamente.

- ¿Paso algo en la escuela hoy, Dani? - preguntó al fin Sam.

Solté un suspiro y, tomando un poco de valor, volteé a ver a ambos.

- Liam lo mencionó hoy durante el almuerzo - dije, bajando mi mirada a mi plato - Dijo algo sobre que he estado cambiando mi manera de ser y que tal vez no era tan sano, así que solo lo sugirió.

Lazos inmortales | Alec VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora