En un mundo de vampiros y criaturas sobrenaturales, los destinos de Daniela, una joven en busca de su lugar en el mundo, y Alec, un poderoso miembro de los Volturi, se entrelazan en un juego de fuerzas más allá de la comprensión humana. Ambientada e...
- Debes dejarla ir, Alec. De esa manera, no se enterará de los planes de Victoria - dijo Jane.
- No irá sola - volteé a verla.
- Caius dijo que Demetri podría acompañarla. Tú puedes alcanzarla terminando el asunto con los Cullen.
- Olvidaste el incidente que tuvo con Daniela cuando la cuidaba - dije, enfureciéndome un poco.
- Pensé que ya lo habías solucionado - dijo Jane, acercándose a donde yo me encontraba.
- Aro hizo que jurara que no volvería a ponerle una mano encima - dije, recordando nuestra conversación al respecto.
- Y precisamente por eso, no lo hará - dijo Jane - Solo serán unos días, después, tú te unirás a ellos.
Aro había aprobado la solicitud de Daniela para ir a México a encontrarse con su familia. Él creía que era la excusa perfecta para que no se viera involucrada en el asunto de los neófitos. Caius había sido el intercesor en la protección de mi compañera y aunque al principio había pedido a Renata escoltar a Daniela a México, al ser el guardaespaldas personal de Aro, este dijo que Demetri sería el elegido, siendo Rafael quien lo supliría en la misión con los neófitos.
Por supuesto, al principio no me agradó la idea, pero Aro creía que mi presencia sería crucial para cualquier situación que pudiera surgir en Seattle. Me permitió que al acabar la misión pudiera ir a México con Daniela, su hermana y el idiota de Demetri.
- Como sea, no tengo mucha decisión sobre esto - dije alejándome de Jane.
Caminé solo unos kilómetros de ella, cuando Demetri me interceptó.
- ¿Qué procederá? - preguntó haciendo referencia a su presencia.
- Irás con Daniela a México - dije mostrando mi enojo - Pero escúchame bien, Demetri. No solo no permitirás que nada ni nadie le haga daño a mi compañera. Tú tampoco lo harás, no la tocarás de ninguna manera para causarle daño o con la que ella no se sienta cómoda. Y ante el más mínimo inconveniente que comprometa la vida de Daniela, actuarás, siempre eligiendo su eternidad.
Demetri me miró unos segundos, pareciendo estar procesando lo que acababa de decirle, y moviendo afirmativamente la cabeza, corrió saliendo de las calles de Washington.
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Habían pasado los días y los neófitos ya habían llegado al aquelarre de los Cullen. Jane había hecho un trato con Victoria, dándoles ventaja para de alguna manera acercarnos a los deseos de Aro. Así que cuando fue el momento, nos acercamos, Felix, Rafael, Jane y yo, al claro donde se encontraban los Cullen.
- Increíble. Nunca había visto a un clan escapar intacto de un ataque como este - dijo Jane a los Cullen.
- Tuvimos suerte - dijo Carlisle con una voz demasiado tranquila.
