Fifteen

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Capítulo 15. "Juego de almohadas".

Era un nuevo día en el castillo. Por la mañana no vi a Alec, y Felix era quien se encontraba en guardia en la puerta. Me había traído el desayuno y el almuerzo, intenté hablar con él, pero era demasiado serio. Le pedí que me dejara salir, a ver los jardines o simplemente recorrer el pasillo, pero por supuesto que se negó, alegando lo mismo que Alec: "es demasiado peligroso para ti".

Empezaba a anochecer y Felix trajo mi comida.

- ¿Dónde está Alec? - pregunté mientras empezaba a comer.

Anoche, Alec y yo no habíamos hablado, ni siquiera cuando me llevó a cenar al restaurante. Debo decir que probablemente yo era quien tenía la culpa. Intentó hablar conmigo durante la cena, pero yo estaba algo distraída y contestaba con monosílabos. Supongo que simplemente decidió no intentarlo de nuevo.

- Resolviendo unos asuntos - respondió, parado junto a la puerta.

- ¿Fue a una misión? - pregunté.

- No - dijo serio.

- ¿Está en el castillo? - pregunté, volteando a verlo.

- ¿Harás siempre tantas preguntas? - preguntó, pareciendo fastidiado.

- Si tienes alguna queja, deberías decírsela a quien te pidió que me cuidaras - dije, buscando obtener información - Alec debería estar aquí, no tú.

- ¿Así que lo extrañas? - dijo, sonando un poco divertido, levantando sutilmente las cejas.

- ¿Ahora tú harás las preguntas? - dije un poco a la defensiva.

- Está con Jane, no creo que tarde mucho - dijo recogiendo la bandeja.

Asentí, creyendo que tenía razón. Cuando salió del cuarto, fui a asearme y a ponerme el pijama. Y aunque quisiera negarlo, estaba despierta, pensando que vería a Alec antes de dormir, pero el sueño me venció.

Al despertar, nuevamente Alec no estaba en el cuarto. Me acerqué a la puerta, pero fue abierta por Demetri, quien traía una bandeja con comida en su mano izquierda.

- A comer, humana - dijo, extendiéndome la bandeja.

- ¿Por qué estás aquí? - pregunté, aceptando la comida.

- Tu presencia tampoco me agrada, humana - dijo Demetri, sentándose en el sofá cerca de la chimenea.

- ¿Dónde está Alec? - pregunté, acercándome a él.

Demetri no respondió, simplemente me miraba como si la situación le divirtiera.

- ¿No responderás? - pregunté, cruzando mis brazos.

- No debo hacerlo - respondió, sonriendo de lado.

Bufé, volteándome para desayunar. Cuando terminé, Demetri no hizo ningún movimiento para salir de la habitación, así que, ignorando su presencia, me acerqué al baño para asearme. Cuando salí, Demetri ya no estaba.

La tarde pasó aburrida, como mis días últimamente. Demetri era quien estaba cuidando de mí hoy, estuvo la mayor parte del tiempo dentro de la habitación conmigo, no hacía nada, solo estaba sentado o de pie, parecía realmente una estatua.

Estaba en la alfombra, dibujando con lápiz sobre un libro viejo de Alec. Parecía que solo lo había leído una vez y no parecía ser de importancia, ya que estaba debajo de su escritorio empolvado. Demetri estaba sentado en el sofá, leyendo un periódico. Estaba dibujando la playa de la Push cuando escuché que abrieron el cuarto.

Lazos inmortales | Alec VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora