Lazos inmortales | Alec Vulturi

Thirty-six

Capítulo 36. "El día no esperado".

Alec's Pov:

Después de contarle a Sam lo que Jane me había dicho y lo que yo planeaba hacer, el lobo mostró apoyo hacia mí no tan sólido plan, el cual solo se llevaría a cabo si era necesario.

- Estuve pensando en los nombres - dijo mi compañera, viéndome con ilusión, aunque su rostro reflejara cansancio.

- Dímelos - dije con una ligera sonrisa.

Nos encontrábamos en la sala principal, con toda la familia Cullen como espectadores. No quería que me vieran vulnerable con algo tan simple como el nombre de nuestro hijo, pero mi destinada era mucho más importante que la impresión de vampiros tan insignificantes como los Cullen.

- Génova, si es niña - sonreí más al saber que ese lo había decidido por una historia italiana que le había contado - Y Xaden si es niño.

- Son hermosos ambos - dije acercando su mano a mi boca para dejar un beso sobre sus nudillos.

Nunca le podría negar nada, aunque hubiera dado el nombre más común o feo que hubiera escuchado, igualmente le hubiera dicho que sí. Aunque este no era el caso, ambos nombres realmente me gustaron.

- Era obvio que diría que le gustaron - dijo Alma acomodando una almohada en la espalda de mi compañera - Dani es su destinada, no podría decir que los odia.

- Sé que no los decidimos juntos, pero me parecía justo yo escoger los nombres, si de todos modos llevara tu apellido - dijo Dani, viéndome con una sonrisa débil.

No conocía mi apellido de humano, pero en estos momentos no me atraía la idea de que nuestro hijo o hija llevara el apellido italiano.

- Acabo de hablar con Edward - dijo Carlisle entrando a la sala - La conversión de Bella fue un éxito, irán un tiempo con los Denalli para poder controlar la sed de Bella un poco más.

- Es maravilloso, muero de ganas de ver a Bella convertida - dijo Dani moviéndose sobre el sillón, pareciendo incómoda.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó Rosalie acercándose a Dani.

Yo ya estaba a un lado de ella, sujetándola de uno de sus delgados brazos.

- Me encuentro bien, no deben ser tan sobreprotectores todo el tiempo - se quejó Dani, sonriendo, aunque sus ojos mostraban dolor.

- ¿Estás segura? - pregunté aún preocupado.

- Sí, mexicana, no mientas, tu cuerpo aparenta que se quebrará en cualquier momento - dijo Emmett sonriendo, aunque cambió su cara cuando notó que lo estaba observando.

- De hecho, sí, me está doliendo el estómago, uhhhg - se quejó haciendo movimientos agresivos en todo su cuerpo - ¡Me duele mucho! ¡Ahhh! - gritó al final.

Quise levantarla y hacer algo, pero Carlisle enseguida hizo un movimiento de mano para que me retirara. Lo hice muy a mi pesar, sin alejarme demasiado de mi compañera.

- Está entrando en trabajo de parto - dijo Carlisle, elevando su voz, aunque parecía relajada.

- Pero apenas tiene veintinueve días - dijo Alma, demasiado preocupada.

- Su crecimiento sin duda es anormal, debemos llevarla al consultorio ¡ahora! - ordenó Carlisle, volteándome a ver.

Cargué a mi compañera entre mis brazos y llegamos al consultorio de Carlisle en segundos. La coloqué sobre la camilla con delicadeza, escuchando sus sollozos y gritos de dolor.