Thirteen

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Capítulo 13. "De compras con vampiros".

Cuando desperté, Alec no se encontraba en el cuarto. Me estiré un poco y fui a tomarme una ducha, me relajaba mucho bañarme por la mañana. Decidí usar unos pantalones de mezclilla blanco sin dobladillo que dejaban sueltos unos pequeños hilos abajo, unas botas negras con tacón pequeño y un suéter corto negro que tenía flores en relieve con perlas como botones; parecía ser de diseñador. Decidí dejar mi cabello suelto y aún no podía maquillarme, pues seguía sin conseguir maquillaje.

Al salir del armario, el cuarto aún seguía vacío. Fui a la puerta, dándome cuenta de que estaba sin llave; cuando la abrí, Alec estaba de pie frente a mí, parecía que estaba a punto de entrar, trayendo una bandeja con comida en su mano.

- ¿Desayunas? - preguntó levantando la mano donde tenía el desayuno.

Asentí moviéndome de la puerta, dejándolo entrar. Cuando lo hizo, cerré la puerta.

- ¿Hiciste el desayuno? - pregunté un poco sorprendida.

- No fue así - respondió, y yo levanté una ceja - Anoche dijiste que no te gustaba cocinar, así que contraté un chef que estará a tu servicio de lunes a sábado.

Abrí un poco la boca, estaba realmente sorprendida por su gesto. No creía que por un simple comentario pudiera hacer algo así.

- El domingo saldremos a comer fuera - dijo colocando la bandeja en el buró a un lado de la cama.

Me sonrojé un poco.

- Uh, está bien - dije procesando la situación.

- Te ves realmente linda cuando te sonrojas - dijo sonriendo, mientras se acercaba a mí.

- Debo desayunar - dije rápidamente acercándome a la cama.

Me senté en la cama y acerqué el plato con tostadas francesas y frutos rojos a un costado.

- Hoy saldremos - dijo Alec, sentado sobre su sofá.

- ¿A qué hora regresarás? - pregunté bebiendo de la taza de café.

- No. Saldremos tú y yo - volteé a verlo sorprendida - Alice te envió una maleta con ropa, pero supuse que necesitarías algunas otras cosas.

- ¿Iremos de compras? - pregunté.

- ¿No quieres? - preguntó.

- Sí, me gustaría - dije sonriéndole - ¿No te molesta acompañarme para eso?

- Para nada, disfruto de tu compañía - dijo sonriendo un poco - Además, he acompañado a Jane antes, para hacer sus compras.

Sonreí imaginándolo como un buen hermano mayor. Jane y Alec parecían ser demasiado serios y despiadados por lo que decía la gente, pero el león no es siempre como lo pintan, o por lo menos eso es lo que Alma siempre dice.

- ¿Jane puede venir? - pregunté.

- ¿Por qué quieres que venga? - preguntó frunciendo las cejas.

- Es tu hermana, Alec, la quiero conocer - dije sinceramente.

Alec sonrió ligeramente y asintió.

- Le preguntaré por ello.

- Bien - dije terminando de comer - Alec, ¿puedo pedirte otra cosa?

- Todo lo que necesites, mio bellissimo angelo - dijo sonriéndome.

- La próxima vez, ¿puedes pedirle al chef más comida? - dije un poco apenada por la petición.

Lazos inmortales | Alec VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora