Capítulo 36/ El gran baile y el gran desastre.

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*Advertencia: hay una parte muy pequeña +18 (no es mucho, pero algo es)*

Tres meses después.

Summer.

Suspiro un tanto deprimida por cómo ya algunas hojas están cayendo y otras están en ese tono amarillento debido al otoño. Lo detesto.

También me siento un tanto deprimida porque lo extraño a él. Hace dos semanas que no lo veo, ¿y la razón? Es que terminamos...

Mentira, ja. Pero sí lo extraño, con solo llamadas y videollamadas no me bastan y no le puedo pedir que vuelva porque sus viajes de negocios son importantes.

Estamos bien. Sigue viniendo por las tardes a trabajar conmigo en la biblioteca; hay veces que me quedo en su casa por él día, mantuvo su palabra y es él quien cocina; tuvimos más citas y tuvo que hacer un posteo en sus redes para aclarar que estamos juntos, ya que nuestras fotos por los programas no dejaban de aparecer. Yo dejé de ir a la biblioteca por las mañanas debido a que comencé a cursar en la universidad.

Y ahora mismo estoy garabateando en mi cuaderno mientras escucho a la profesora hablar, sin embargo, no le pongo atención a lo que dice. Me costó adaptarme a este lugar, más cuando todo se hizo conocido sobre mi relación con Teo, he visto más miradas rebajadoras que amables. Y no le puedo decir esto a él; conociéndolo no se quedará tranquilo y si es necesario hablaría con cada uno, y eso sería peor para mí.

La profesora da por finalizada la clase y guardo mis cosas. Camino tratando de no ser aplastada por nadie; los jardines del campus son inmensos, me gusta caminar por aquí y más si hay pocas personas.

Y al parecer iba realmente distraída porque un auto estaba saliendo del estacionamiento. Me detengo cuando toca la bocina, creí que seguiría avanzando, pero solo quedó detenido. Camino pensando que me está dando el paso, pero de nuevo acelera. Muy bien. Parece que alguien está en plan de asesino hoy.

—¡¿Qué te sucede?! — pregunto algo irritada. Guiña con las luces delanteras y pongo mis ojos en blanco. Trato de avanzar, pero de nuevo esta persona trata de atropellarme —. Ya en serio, si quieres matarme hazlo de una vez.

Escucho cómo saca el seguro y la puerta del conductor es abierta.

—No quiero matarte, pero sí quiero un abrazo de mi novia.

Me mantengo unos segundos sin procesar lo que mis ojos están viendo, de hecho, no me creo que esté de vuelta. Teo se mantiene tranquilo y un poco divertido por mi reacción, está ahí, incluso con su sonrisa de lado que sabe que me derrite. Sacudo mi cabeza y una gran sonrisa se extiende por mi rostro.

—¡Oh por dios! ¡Estás de vuelta! — corro hacia él y envuelvo mis brazos en su cuello. Escucho su risa mientras me abraza por la cintura y esconde su rostro en mi cuello. Es increíble que hace meses ni sabía de su existencia y ahora quiero hasta llorar porque está de vuelta conmigo —. No me dijiste nada. — digo al separarme.

—Quería darte una sorpresa.

Pongo mis manos en su mejilla y lo beso porque creo que solo yo sé cuánto lo extrañé. Se siente como si me dieran agua luego de caminar por días en el desierto. Como siempre él succiona mi labio inferior y a mí se me escapa un suspiro. En verdad extrañé a este hombre. Me da un último beso corto y se separa de mí.

—Ven, hay algo que quiero enseñarte.

Subimos a su auto y por fin salgo de la universidad. Me decepciona que otra vez siento que no pertenezco a un lugar. Me siento perdida de nuevo.

—¿Sucede algo? — me pregunta al verme distraída. ¿Cómo le digo que por poco no me hacen bullying por salir con él? Sí, mejor ni le digo.

—No es nada. Solo estoy un poco agotada.

Hasta Que Lo Efímero Se Acabe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora