Hasta Que Lo Efímero Se Acabe.

Ideal para mi nieto.

Marta.

Tengo que ir a que me hagan de nuevo las uñas y un día de spa no me vendría mal. Tendría que decirles a las chicas que vengan conmigo y pasar el día juntas.

Lavo mis manos y sigo inspeccionando mi rostro, que necesita hidratación, por cierto, y creo que debería cortarme las puntas de mi cabello.

—Tú no ere' bebecita, tú ere' bebesota — tarareo lo que sigue de la canción. Este Bad Bunny me encanta, se ve que es un buen muchacho.

Debería hacer un TikTok con unas de sus canciones. Les diré a unos de mis nietos que me graben.

Me miro una vez más al espejo antes de salir. Al cerrar la puerta ya escucho unos murmullos y al acercarme distingo la voz de Summer y ...es mi nieto. Está hablando con mi nieto.

Me quedo atrás de la pared para seguir escuchando. Si nadie se entera, no llega a ser un pecado del todo.

—¿Quién dice que yo no soy feliz? — no completamente, mi Teito.

—Pues hombre, dile eso a tu cara — la desfachatez de Summer me hace gracia, seguro que esa actitud debe sacar de quicio a mi nieto.

Él es tan parecido a mi marido. Si hay algo que más le estresa a Teo es perder el control de las cosas, perder el orden, y todavía peor, perder el control de sí mismo.

Incluso con su antigua relación con aquella... señorita, tuvo todo bajo control y, por más que le haya dolido su separación y traición, eso no quiere decir que la amó realmente, sí la quiso, pero el amor controlado no llega a ser amor realmente, si puedes controlar tu corazón cuando ves a esa persona, entonces la pasión no existe.

—Deja de humillar a las personas y ser tan arrogante. No vas a conseguir nada así, solo que se cumpla lo que dije y termines sólo porque tu futura esposa ya no te aguantará más. — ahh, la quiero como nieta política, que sepa poner los tantos.

—Mira niña...

—¡Deja de decirme niña! — está más que comprobado que esta chica puede sacar de quicio a Teo y Teo a Summer.

—¿Es que cómo quieres que te trate si actúas como tal?

—Seguro que tú no tienes alma.

—Y tú seguro que tú no tienes madures.

Okey, hora de intervenir. Salgo de mi escondite y observo a ambos como si estuviera reprochándolos. Un poquito, pero poquito de culpa se instala en mí por escucharlos a escondidas y ahora retarlos, pero solo un poco porque la situación me divierte.

—¡Teo! ¿Qué es esa manera de tratar a las personas?

—¡!Ella empezó.

La vida obra de una forma tan especial...

Yo puedo ver las cosas claramente, ellos todavía no. Yo tengo experiencia, ellos todavía no. Entonces, tengo el permiso de intervenir sutilmente en esto, un empujoncito chiquitito.

—Trabajarás aquí con Summer.

Teo no va a replicar porque sabe que no cambiaré de opinión. Incluso aunque trató de persuadirme luego de que Summer se fuera no consiguió nada.

Solo espero que mi nieto esté preparado para perder el control por primera vez...