HAUNTED LEGACY // Finn Wolfhard [✔️]

L' A C C O R D

—¿Tú plan es pedirle más tiempo? —cuestionó la chica pelinegra con histeria—. ¡¿Pedir más tiempo?!

—¡¿Qué más se te ocurre?! —respondió el chico con estrés, les quedaba media hora y si no llegaban a un acuerdo se morían todos.

—Que nos pida lo que quiera, no quiero morir —habló la otra chica llamando la atención de quienes discutían.

—Vamos de una maldita vez —ordenó el chico ganándose una mala mirada de la pelinegra.

—Si no funciona tu plan te mato —advirtió para después los tres salir de la habitación en dirección a su pequeño salón de reuniones.

Bajaron las escaleras corriendo sin tener miedo de ser oídos, toda la Academia estaba en el gimnasio en su estúpido baile de graduación mientras ellos se preocupan por salir con vida de ese lugar.

La pelinegra tenía un episodio de ansiedad, no para de hacerse preguntas del qué pasaría si no llegaban a un acuerdo, ¿Su muerte sería dolorosa? ¿Sufriría al morir? ¿Qué tan horrible sería su purgatorio?

El chico era el más determinado, estaba dispuesto a ofrecer lo que fuera necesario para poder salvarse. Quería saber lo que sería poder ser inmortal, que pasarán los años y no morir. Las cosas que podría hacer, la forma en que sería recordado, la fama que tendría porque el tiempo no estaría en su contra.

La morena estaba consternada. Tenía miedo, quería dejar todo en nada pero temía morir, porque tenía miedo a la muerte y le aterraba terminar como su amigo así que iba a seguir adelante para lograr evitarlo.

Al entrar en la sala de reuniones cerraron la puerta con llave y encendieron las velas del lugar para después dibujar en el suelo el símbolo que usaban para comunicarse, una estrella de seis lados.

Lograron hablar, decir que no podían terminar con lo que habían prometido porque uno de ellos se arrepintió de todo.

Todos sintieron algo arder en su interior y sabían lo que se aproximaba, combustión, iban a quemarse y a quedar reducidos en cenizas.

—¡Haremos lo que sea! —aseguró el chico sintiendo sus piernas arder—. ¡Te daremos las almas que quieras! ¡Solo necesitamos más tiempo!

—¡Las vidas que quieras pero no nos mates! —pidió la pelinegra viendo las puntas de sus dedos en llamas sintiendo sus ojos picar por las lágrimas—. ¡Lo juramos! ¡Lo juramos!

—Lo que sea, pero no queremos morir —susurró la morena con dolor al sentir su cuerpo quemarse.

Pasaron minutos en silencio pero el dolor se detuvo, solo ellos oyeron lo que dijeron, la respuesta, el acuerdo y la condición que tenían para cumplirlo.

—¿La vida de nuestros hijos? —preguntó la morena.

—¿De los menores? —cuestionó el chico.

—Sangre de nuestra sangre —habló la pelinegra y tomó aire, iba a hacer lo que fuera, sacrificar cualquier cosa para no morir—. Yo lo voy a hacer, no sé ustedes.

—¿Cuánto tiempo? —preguntó el muchacho.

De nuevo un silencio de algunos segundos en los que ellos recibieron una respuesta. En treinta años, seis meses, un día y veinte horas. En ese tiempo se realizaría el trato, el acuerdo que ambas partes aceptaron, aunque la morena comenzaba a arrepentirse de eso.

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Hola, hola.

No me maten por no subir el capítulo 21, porque de verdad esta parte es de suma importancia para la historia, lo juro.

Además la historia ya esta entrando en su recta final y lo que se viene es muy bueno, lo prometo.

Díganme, ¿Qué las parece esta parte de la historia? ¿Con que creen que se relaciona con la de nuestros protagonistas? Los estaré leyendo.

Sin más que decir, me despido.

Besos.

Bomb Cherry.