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  20 años después

Margot Tn Bellwood

Los árboles pasaban con rapidez fuera de la ventana del auto, parecían manchas verdes al no poder detallarse con tiempo.

Llevaba varias horas de camino a la academia/internado Blackwell. ¿La razón? Tuve un problema en mi antigua escuela y no pude terminar de estudiar, así que mis padres tomaron la decisión de enviarme allí. Había investigado un poco respecto al lugar al que me enviarían, y terminé por enterarme qué ahora tendría que estudiar el doble de asignaturas que antes.

—Ya llegamos —Miré al conductor del taxi y luego afuera.

Frente a nosotros se alzaba una gran estructura con algunas ramas por sus paredes y arbustos afuera, también había grandes ventanales y ni hablar de su altura.

—Gracias, aquí está su pago —Le di un par de billetes que en total eran treinta dólares, eso era lo acordado.

—¿Necesita ayuda con su equipaje? — preguntó el conductor guardando el dinero.

—No gracias, yo puedo con eso —Sonreí y luego bajé del vehículo abriendo la cajuela y sacando mis dos maletas ya que llevaba conmigo una de colgar.

Tomé aire antes de dirigirme a la entrada y luego comencé a subir las decenas de escaleras hasta la entrada.

Toqué la puerta un par de veces esperando a que se abra. Si era honesta estaba nerviosa por conocer a la directora.

—Señorita Bellwood, que gusto tenerla aquí —Era una mujer pelirroja, un poco más alta que yo y de ojos color avellana—. Soy la directora, Madelaine Petsch.

—Un gusto —Sonreí amablemente.

—Ven, seguro el frío es insoportable —Me dio espacio para pasar con mis cosas—. Llegas en un buen momento, todos están en clases así que no te encontraras con nadie en los pasillos.

Asentí siguiéndola con mis dos maletas en cada mano. Si creía que la academia era grande por fuera ni hablar de cómo era por dentro.

—Vamos a mí oficina, yo te daré el recorrido por las aulas y los lugares de la institución pero mi secretaria te orientará en los dormitorios y te llevara a tu habitación.

—Está bien —La seguí hasta su oficina que quedaba cerca del pasillo en el que nos encontramos y  su lado estaba una puerta.

Al entrar noté lo grande que era la oficina, tenía atrás de su escritorio un gran ventanal con vista al bosque y a sus lado las cortinas color rojo. Su escritorio era espacioso y tenía una máquina para café y otra de yogur helado, no me hubiera sorprendido si encontraba una pista de bolos en una esquina.

HAUNTED LEGACY // Finn Wolfhard [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora