En una esplendente tarde de primavera, Valentina se unió a su excéntrico amigo en "Fellows square" para mantenerlo al tanto de los acontecimientos sucedidos en la cena de Richmonts. Estaba angustiada. Confundida. Sin saber cómo manejar sus sentimientos acudió a él, pero Thomas no era, en cierta forma, la persona que podría calmarla en ese momento. Lejos de comprender, se mofó de la situación. Para él, no había nada de malo en tener dos caballeros a sus pies.
―Podríamos ser tres...
―Eres un bruto ―soltó Valentina, cubriéndose la cara con sus guantes―. Es que no entiendes, si Elizabeth supiera que su esposo está enamorado de su hermana menor, ¡no quiero ni imaginarlo!
―Yo cuidaré de ella. ―Guiñó el ojo.
―Lo que me asombra es el descaro de John ―continuó sin prestarle atención―, digo el señor Brownson. Fue un espectáculo bochornoso. Debiste ver como se puso el señor Blair, nunca le había visto tan furioso. El señor y la señora Brownson estuvieron a punto de salir huyendo de Richmonts. ¡Imagínate! Fue un escándalo. El señor Blair fue justo, y la velada continuó como si no hubiese ocurrido aquel altercado.
―Entonces ―bostezó Thomas―, ¿Cuál es el problema? ¿Temes que tu novio le vuele la cabeza?
Valentina se sobresaltó.
―De ninguna forma. El señor Blair es un caballero sensato, no sería capaz de iniciar un duelo...
―¿Pondría en peligro su hombría? Dudo que fuera sensato de su parte rechazar la oportunidad de defender su orgullo.
Su semblante se apagó. Entregándose a la imaginación de una tragedia. Tan solo fue una discusión, así sin más, no podría ser tan grave como para llevarlos a una justa. Las mejillas de Valentina se destiñeron y eso alertó a su amigo.
―Es una broma ―se apresuró―. ¡¡Demonios, mujer!! Sé fuerte. No pierdas la cabeza por un hombre.
De regreso a casa saborearon una manzana acaramelada que le devolvió las energías. Ya no pensó en las tonterías que John habló aquella noche ni en las funestas posibilidades de la rivalidad entre ambos caballeros. Disfrutó el paseo con su amigo. Thomas estaba de buenos ánimos. Era extraño verle así estando sobrio. Tal parece que un muchacho tenía información sobre el paradero del señor Lavie; aunque no era de fiar, podría ser una pista para encontrar al culpable de la desaparición de Oliver. Él era positivo, y Valentina no se atrevía a desengañarle.
―¿Qué hay de tu novio? ―soltó él―. ¿Has conocido a su familia?
―No, aun no. El señor Blair es reservado. Nunca me ha hablado de sus padres, y no quiero obligarlo para satisfacer mis dudas.
―Pues, supe que el coronel Blair es un caballero de renombre ―dijo Thomas, ansioso―. Podría ser él miembro de la comunidad Goldfish, y quien sabe, si también conoció al señor Lavie.
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Valentina [Bilogía Cenizas De Luna 1]
Ficción históricaDurante el siglo XIX en el pueblo de Hemfield hubo un trágico suceso que cambió por completo la vida de la familia Hayward, en especial para la hija menor: Valentina. La muerte de su padre se convirtió en un enigma por resolver. A su corta edad Vale...