Capítulo 26 - La decisión de Valentina

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La cena, si bien es cierto que, fue distinta a las anteriores, pudo haber sido peor

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La cena, si bien es cierto que, fue distinta a las anteriores, pudo haber sido peor. Eso pensó cuando Emma, contra toda su voluntad, invitó a cenar al señor Blair. Este, por condescendencia aceptó. Sir Henry creyó que la velada podría resolver el inconveniente en la tarde, no obstante, todavía no terminaba de conocer la terquedad de su esposa.

El semblante de los presentes expresaba la incomodidad unánime. En vano fue pedir disculpas a Emma, ella rehuía a hablar del asunto. Esto la llevó a pensar que podría existir otra causa que le tuviera de tan malhumor. ¿Tendría el señor Blair relación con su molestia?

Después de la sopa mulligatawny que, sir Henry Lamber, mencionó que era su favorita. Comieron el estofado de res en silencio. Emma se mantuvo fría y distante con su esposo desde el viaje hasta ese momento. Valentina estaba inquieta. Quería saber que ocurría con su hermana mayor, y no podía averiguarlo con los caballeros presentes.

Los cocineros prepararon un pastel de cumpleaños para Valentina. Emma se animó un poco más cuando ella le ofreció la primera porción de pastel. La recibió con mucho aprecio.

—¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte, queridísima Emma? —preguntó acercando su asiento hacia ella.

—No, Valentina. No te preocupes, tengo un poco de jaqueca. ¿No te molesta si me retiro a la cama antes? Creo que no estoy lo suficiente bien para los juegos que tenía preparado para esta noche.

Emma salió del comedor. Dejando sola a Valentina con sus pensamientos. De la otra sala, Vincent le dedicó una mirada apática. Quería arreglar el malentendido de esa tarde. Quizá, era pronto para responder a su propuesta, pero admitía que disfrutaba de su amistad y compañía. Ambos se sobresaltaron al oír el azote de una puerta del segundo piso. Sir Henry Lamber volvió fingiendo que no había sucedido nada, aunque sus invitados se habían dado cuenta que había discutido con su esposa. En definitiva, el ambiente en Melville no era el mismo que cuando había llegado.

Las preocupaciones volvieron a aparecer aún lejos de casa. No era como tenía planeado terminar la velada de su vigésimo cumpleaños. Después que la doncella le ayudó a desvestirse, se tumbó en la cama y dejó brotar sus cavilaciones.

En primer lugar, estaba Vincent y la propuesta que todavía la traía tensa. En segundo y último lugar, el extraño comportamiento de Emma con su esposo y el primo de este. Si bien recordaba durante los primeros días en Melville su actitud había dejado expuesta algún tipo de percance contra el baronet. No pensó que llegaría a mayores, cuando le sorprendió el rechazo por el señor Blair. ¿Podría su parentesco haber afectado la opinión que tenía con él? ¿O era Vincent el que había afectado su matrimonio? No lo conocía lo suficiente como a Emma, pero hasta el momento el señor Blair había sido muy respetuoso con la esposa de su primo. En cambio, ella había sido tosca, incluso hasta descortés con su invitado. Nunca lo había imaginado de Emma.

Trató de dormir, en vano. Moviéndose de un lado a otro. Volcó su sueño a la tarde maravillosa que había compartido con el señor Blair. Consideraba a Vincent un caballero apuesto, gentil y agradable. Siendo sincera consigo misma llegó a la conclusión de que la noche del baile había sentido una ligera atracción hacía él; sin embargo, tenía dudas. ¿Lo que sentía era verdadero o una excusa para olvidar a John?

Valentina [Bilogía Cenizas De Luna 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora