Capítulo 7 - Bienvenidos a Winterstone

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Recostada sobre la alfombra, escuchaba bien atenta la lectura de Emma

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Recostada sobre la alfombra, escuchaba bien atenta la lectura de Emma. Esta, recitó los sonetos de William Shakespeare, exagerando el tono de su voz para el entretenimiento de la niña. Por petición de Valentina, lo recitó por segunda vez, ahora con voz ronca y cansada. Al leer el quinto verso se vieron interrumpidas por la criada que traía la correspondencia. 

—¡Gracias, Rebecca! Puede retirarse...

Emma abrió el sobre. Valentina sintió una desmesurada curiosidad, y no se rindió hasta saber de quien se trataba.

—¿Quién la ha enviado? ¿Qué dice? ¿Es una buena noticia? ¿O algo malo?

Emma musitó el párrafo final de la carta.

—¡¡Emma!! —protestó.

—La tía Caroline aceptó mi invitación para almorzar juntas. Pero sugiere cambiar el lugar. Dice, «No me encuentro en condiciones para soportar un viaje hasta Hemfield. Por lo tanto, ruego que acepten almorzar en Winterstone»

—¡Es una buena noticia! ¿Le contaras a nuestra madre?

—¿No entiendes, Valentina? Lo que sucede es... —pronunció Emma, moviendo sus ojos con inquietud—. Mira, si Adelaida se entera de mi intención de pedir ayuda a la tía Caroline, estaría en graves problemas. Pensé que sería lo más adecuado invitarla a Richmonts y dejar que nuestra madre mencione el tema, quizás ella se apiadaría de la suerte de su familia. ¿¡En qué lío me he metido!?

—¡Tranquila, Em! —exclamó ella, obligándola a sentarse—. Sé que no debería decir esto, pero encontraremos una excusa para que Adelaida no lo sepa. Y ya que iras a Winterstone. ¿Podría acompañarte?

—¡No! —Volvió a levantarse de un sobresalto—. De ninguna manera, eres experta en meterte en problemas...

—¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! 

Emma tapó sus oídos hastiada por sus súplicas.

—¡Bien! —gruñó—. Pero ni una sola palabra a nadie sobre esto. ¡Deja de saltar! Más vale que te comportes. ¡Nuestro futuro pende de un hilo!

El lunes, Emma y Valentina salieron de la finca con el pretexto de llevar una canasta a la parroquia de Twin Valley. Ese mismo día Adelaida recibió la visita del casero, estaba tan ocupada que no les dio importancia, ni siquiera sospechó de su salida.

En tres cuartos de hora llegaron a Delt, una de las aldeas más antiguas del condado, se ubicaba a unas tres millas y media del norte de Hemfield.

—¡Bienvenida a Winterstone! —anunció Emma, indicando la finca que se ocultaba tras la colina.  

Al contemplar el edificio quedó un tanto desilusionada, no era el lugar que imaginaba. Hace un tiempo atrás, se había creado altas expectativas del cuál sería su nuevo hogar, creyó en la opinión de su abuela sobre la residencia que, quizás, debió haber considerado un tanto subjetiva. Referido a la fachada era tan común como cualquier hogar en el condominio: cimientos antiguos y pétreos, ventanas amplias y una entrada rústica. Sin dudas, Winterstone en su momento habría sido una perfecta residencia; no obstante, los acontecimientos no solo habrían dañado a esa familia, sino que además podría reflejarse en la sensación que transmitía por fuera ese hogar.

Valentina [Bilogía Cenizas De Luna 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora