Wild Horses

Capítulo 39

Yuri la abrazó por la cintura y la acercó más a ella.No podía creer que simplemente la estaba besando. No sabía de donde había sacado el valor. Pero sabía que era lo correcto. Era lo correcto por como su corazón latía. Era correcto por las cosas que ella le hacía sentir. Era correcto por la forma en la que ella levantó los brazos y rodeó su cuello.Aquello era lo correcto. Besarla era tan hermoso, como en su supuesto sueño que en realidad no era sueño. Su boca tenía el mismo sabor que ella creía imaginar,era dulce y delicado. ¡Por dios! Un simple beso no podía hacerla sentir así de idiota.
Entonces Valeria rompió el beso pero no se alejó, ni la soltó. Yuri abrió los ojos para mirarla. Ella aun los tenía cerrados.
—Esto no está bien, Yuri —musitó agitada.
—Lo sé... —asintió —Una simple peón que siente cosas por la hija del jefe, que solo piensa en besarla todo el día, no está nada bien...
Entonces Valeria la miró. ¿Acaso ella creía que eso era lo que no estaba bien?¿Cuándo iba a entender Yuri que eso a ella no le importaba ni en lo más mínimo?Yuri era la mujer más maravillosa del mundo. No importaba si ella era un peón y ella la hija del jefe. Eran personas, iguales, humanas. Sentían y al parecer lo mismo.
—Eres una idiota, Yuri —le aseguró y entonces la besó de nuevo.
Esta vez el beso se volvió más apasionado. Simplemente no podían evitar sentirse desesperadas el uno por el otro.
Yuri casi gruñó cuando ella mordió levemente su labio inferior. Entonces sus lenguas se encontraron. Valeria se aferró a ella necesitada de más y de un poco de aire. Pero simplemente no podía soltarlo.
Yuri separó sus bocas y miró agitado a su alrededor.
—Estamos en un lugar muy visible...
—Lo sé —asintió ella. La besó cortamente. Yuri rió embobada. Ella copió su acción.
—No puedo creer que esto esté pasando —murmuró Yuri divertida.
—Eres una idiota por creer que a mí me importa que seas la que cuida del campo de mi padre. Eres mucho más que eso para mí...
—¿En serio? —sonrió.
—Si —dijo por lo bajo entonces se puso en puntas de pie y acarició su nariz con la suya —Estoy algo confundida por todo esto, Yuri. Pero lo que siento por ti es... único.
— Valeria —susurró cerrando los ojos al sentir sus labios tan cerca de nuevo.
—¡Me muero muerto! —exclamó él y ambas se alejaron al instante. Freyder bajó corriendo las escaleras y se paró frente a ellas.
—Freyder —dijo ella apretando los dientes —¿Qué haces aquí?
—Sin querer pasé por aquí y escuché así como sonidos de gente besándose y me asomé y ustedes dos se estaban dando terriblemente...
Valeria se puso más que colorada mientras que Yuri se rascó la nuca mientras soltaba una pequeña risita nerviosa.

—No,... creo que viste mal —dijo Yuri. Freyder arqueó una ceja.
—Si tú no le estabas metiendo la lengua hasta la garganta a mi mejor amiga entonces yo soy madonna.