I touch my phone thinking is your face•••••••••••••••
Carlos mantenía sus brazos cruzados para guardar el calor; faltaban cinco minutos para las once y él ya estaba en la terraza esperando al británico.
El aire soplaba fuerte y acarreaba consigo una ola de frío, pero era tolerable, además de que no tenía espacio para pensar en el frío; su mente divagaba en las razones por las cuales Hamilton quisiese hablar con él.
Volteaba a ver las estrellas; sorprendentemente el cielo estaba casi despejado en su totalidad; aún no daban indicios del pre al invierno.
Escuchó una puerta cerrarse y la figura de Hamilton se hizo presente en la escena, se le veía tranquilo, pero lo que llamó su atención fue la caja roja que traía entre manos.
—Gracias por ser puntual.
—Normalmente no lo soy —confesó —pero los nervios me carcomían.
—Entonces vayamos al grano —le extendió la caja roja que traía entre manos.
—Cuánto misterio —agregó cómico.
—Vale la pena, créeme.
Carlos lo miró confuso mientras desataba con cuidado el listón que abrazaba la caja de terciopelo rojo.
Volteó a ver el contenido y su cerebro hizo un corto circuito. ¿Era una broma? —no estoy entendiendo nada —mencionó mientras regresaba su mirada cargada de confusión al británico —lamento informarte que estoy en McLaren.
Sacó de la caja un broche con el escudo de Ferrari, broche que solo portaban los conductores de la escudería.
—Tengo entendido que ya no —habló Lewis —Los chismes corren rápido.
—Sigo sin entender —rascaba su cabeza con confusión.
—Te regreso lo que alguna vez te quité —mencionó Hamilton sereno —tu lugar en Ferrari.
Carlos estaba realmente confundido pues jamás consideró volver a Ferrari o ingresar a algún equipo de arriba de la lista. Había recibido una oferta para Hass y otra para Visa CashApp.
—No quiero sonar grosero, pero lamentablemente esto no está en tu jurisdicción —agregó con lentitud —y si lo estuviese, no sé si estaría listo para regresar a Ferrari, regresar al lado de él.
—Pues entonces me presento —aclaró su garganta y extendió su mano—Sir Lewis Hamilton, nuevo director de Ferrari.
Carlos abrió la boca con sorpresa y tomó la mano del británico —no me jodas —susurró jalando a Lewis para fundirse en un abrazo —felicidades, pero dijiste que te retirabas de la F1.
Hamilton se separó de sí y le sonrió —dije que me retiraba como piloto —mencionó con la sonrisa intacta —y te quiero de vuelta; donde perteneces.
—Gracias por considerarme, pero como te dije; no estoy listo —Carlos era sincero; quería decirle que si, aceptar y regresar a como estaba antes del desastre, pero no podía permitirse causar mas daños —no estoy en un buen momento.
—¿Crees que solo te iba a ofrecer el puesto sin más? —comentó gracioso —te estoy ofreciendo de vuelta tu lugar, pero esto conlleva mucho compromiso y condiciones.
—¿Qué clase de compromisos y condiciones? —cuestionó —digo, para ver si me conviene —comentó gracioso.
—Cero adiciones, con esto me refiero a alcohol, cigarro o cualquier otra sustancia psicotrópica —enlistó —asistirás a terapia, llevarás una dieta rigurosa incluido entrenamientos y no te involucrarás en ningún tipo de polémica tanto dentro como fuera de la pista.
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TIRANDO EN DIRECCIÓN OPUESTA | CHARLOS
RomanceDespués de la abrupta decisión de Ferrari por fichar a Hamilton, Carlos queda sin un destino fijo, pero Charles está ahí para guiarlo en una estrategia que busca conservar a Carlos en Ferrari. Ambos se enfrentarán a las dudas y desconocimiento pues...