CAP 27 - Acepto

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Su relación con el español iba viento en popa y era un tanto aterrador. La última vez que todo marchaba así de bien, terminaron en un juicio y fuera de la pista por un año entero.

Pero Charles se sentía seguro a su vez. Era una sensación extraña, así como algunos hablaban del amor-odio, podía objetar sus emociones agregando un término de miedo-seguridad.

No sabía como explicarlo pues era un sentir extraño, ajeno a él. No sabía cómo podía sentir dos emociones que son contrarias al mismo tiempo, pero no se comería la cabeza sobrepensando todo.

Ahora, por otro lado, estaba la situación con el equipo, cosa que lo mantenía sereno. Notó grandes cambios desde la incorporación de Hamilton y sus niveles de estrés habían reducido considerablemente.

La temporada para Ferrari estaba marchando excelente. Si bien había algunas carreras donde Max lideraba, Charles y Carlos se mantenían arriba.

El gran premio de España que había cambiado su cede a Barcelona: la primer carrera para su hombre en casa, literalmente.

Carlos llevaba hablándole de esa carrera durante las últimas semanas y Charles no podía evitar reírse ante las exageraciones del español, así mismo le aterraba lo aguerrido que se estaba volviendo el moreno.

En el intervalo previo a la carrera, Carlos no había dejado de entrenar ni un solo día. Estaba totalmente enfocado en la carrera, esto implicaba que Charles sufriese algunos desplantes de su parte.

Si bien le incomodaba un tanto la situación, no quería exigirle nada a Carlos; sabía la presión que cargaba en ese momento y no quería terminar peleado con él. Lo dejaría ser, solo esperaba internamente que lograse el cometido de ganar, porque sabía que si no lo hacía, muchas cosas negativas atormentarían a su pareja y toda su esfera.

La clasificación terminó con Max al frente, Charles detrás y, sorpresivamente Ocon en tercer lugar.

Carlos comenzaría en quinto detrás de Sergio y el monegasco sabía que nada de eso terminaría bien.

Teoría que corroboró al momento en el que tuvieron la reunión con Ferrari donde el español sacó a relucir su molestia y hablaba de un posible sabotaje.

Charles lo miraba sereno, escondiendo la preocupación hacia Carlos pues entendía su frustración; él pasaba lo mismo cuando él GP de Mónaco recibía a la F1. No obstante, Carlos estaba tomando una postura demasiado radical; hablaba desde su enojo y eso no traería cosas buenas.

El claro ejemplo era la mirada asesina de Lewis que, si el madrileño seguía con esa actitud, casi que lo terminaría asesinando. Por supuesto Charles no permitiría eso, pero no descartaba la posibilidad de semejante hecho.

Al momento de finalizar la reunión, tomó a Carlos del brazo evitando que se levantase. Miró a Hamilton con complicidad y retuvo a Carlos. Quería conversar con él. Tratar de tranquilizarlo y que viese las cosas más allá de su molestia.

—No tenias porque hablarles así.

—No estoy para intervenciones, Leclerc —comentó un Carlos serio.

Carlos solía llamar a las personas por su apellido cuando estaba molesto, respiró hondo tratando de no empeorar las cosas y con su tiple más sereno volteó su silla hacia él —No puedes hablar de sabotaje cuando los monoplazas son susceptibles a fallas.

—Han pasado 11 carreras y no había presentado problemas —tenía la vista fija en la ventana —y casualmente en mi casa es cuando presento fallas. Hazme el puto favor.

—Ese lenguaje.

—Perdón —suspiró frustrado —sabes lo importante que es para mi esto.

—Eso lo sé —acariciaba el dorso de la mano de su compañero —en Mónaco tengo las mismas sensaciones, pero otros no tienen que pagar el precio de tu enojo.

TIRANDO EN DIRECCIÓN OPUESTA | CHARLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora