Se había mantenido en secreto la reincorporación de Carlos en la escudería italiana.El anuncio de Hamilton como nuevo director dejó a todos bastante conmocionados (en un buen aspecto) pues nadie esperaba semejante sorpresa. Alguien tan joven en las primeras filas de la escudería rojiamarilla.
Por su parte, Carlos seguía en el anonimato; habían pactado el aparecer el día de las prácticas libres y ahí hacer el previo anuncio. Se había grabado su parte en la intro, pero no sería expuesta hasta su aparición.
Se sentía como una leyenda, alguien que volvía por lo que le arrebataron y si, iría con todo por el campeonato, pues ese año planeaba consolidarse como el campeón. Sabía que Charles, Max y Checo se lo pondrían muy difícil, pero estaba dispuesto a dar todo de sí para conseguirlo.
Estaba en su mejor momento; Charles y él llevaban una pacífica y muy afectiva relación, sus lazos familiares mejoraron y fortaleció sus vínculos amistosos.
Perdió varios patrocinadores por su altercado con Charles y la culminación de su matrimonio con Lando, pero ganó otros tantos que superaban notoriamente a los anteriores, algo que le ayudaría a escalar en la F1, aunque en esos momentos de encontraba en la epítome; la punta de la pirámide.
—¿Estás listo? —comentó Hamilton detrás de Carlos; las prácticas libres estaban apunto de comenzar —esto será interesante.
—Más que listo.
El británico palmeó su espalda y esa fue la señal para salir del taller de Ferrari ante la prensa que estaba expectante. Su monoplaza estaba igual cubierto con una manta gris pues por los patrocinadores y el número se podrían dar una idea de quién pudiese ser.
Cuando estaba frente a los medios retiró su casco con cuidado, a la par de sus ingenieros que retiraban el cubrepolvo del monoplaza dejando ver el número 55 al frente.
Los flashes y cuestionamientos no se hicieron esperar mientras él pasaba una mano por su cabello y así estar un tanto más presentable.
Se acercó a los periodistas y concedió un par de entrevistas donde comentaba su reincorporación a Ferrari, la sorpresa de Hamilton siendo director y aclarando que su relación con Charles había mejorado. No mencionó que eran pareja pues era algo que no debía ser interés del ojo público, se limitó a corroborar que ambos son muy unidos y que ese desplante los ayudó a fortalecer su compañerismo.
Checo, Max y Fernando se acercaron a él felicitándolo; era algo que no le había comentado a ninguno de ellos pues quería guardar ese factor sorpresa para todos. Recibió algunas palmadas de Lando y dos efusivos abrazos de parte de los toros rojos.
Reía con ellos y les comentaba todo el proceso que había sido ingresar nuevamente, así mismo los actualizó sobre su relación con Charles recibiendo nuevamente apoyo del trío.
Carlos levantaba la cabeza y buscaba entre el bullicio a su solecito; minutos antes se había sentido mal del estómago por lo que estaba un tanto preocupado.
Se despidió de los chicos e ingresó a la parte de oficinas de Ferrari donde lo pudo ver recostado en un sillón con un cojín cubriendo su rostro. Se acercó con cautela y, en susurros, llamaba su nombre con el objetivo de no asustarlo.
—Dime —se reincorporó tomando el cojín y dejándolo sobre sus piernas.
—¿Cómo seguiste? —cuestionó con preocupación —¿Ya tomaste algo? —se puso en cuclillas para estar a la altura del monegasco, una mano descansaba sobre la rodilla de Charles para ganar estabilidad y darle cariño, por supuesto.
—Si, me dieron un par de pastillas, solo que creo que tenían algún tipo de painkiller y me siento un tanto agotado —frotaba sus ojos como Niño péquelo —pero nada que un red Bull no arregle —sonrió.
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TIRANDO EN DIRECCIÓN OPUESTA | CHARLOS
RomanceDespués de la abrupta decisión de Ferrari por fichar a Hamilton, Carlos queda sin un destino fijo, pero Charles está ahí para guiarlo en una estrategia que busca conservar a Carlos en Ferrari. Ambos se enfrentarán a las dudas y desconocimiento pues...