¿Amigos?

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Con la llegada de la primavera, también llegaron los últimos días de embarazo de Cass, lo que la ponía nerviosa porque si algo salía mal, su hijo se quedaría solo. Casi no salía de su habitación porque la melancolía se había apoderado de ella al darse cuenta de que tendría que hacer todo sola. Estaba acostada en la cama leyendo un libro cuando sintió golpes en la puerta.

- Adelante - dijo demasiado cansada como para ponerse de pie, se sorprendió cuando noto quien era la persona que estaba frente a ella - ¿Daryl? ¿pasa algo?

- Solo quería ver cómo estabas - le dijo sin animarse a entrar, ella le sonrió y se encogió de hombros.

- Todo está bien, no te preocupes... ¿Tú estás bien? - era obvio que el cazador estaba librando una lucha interna que Cassandra no entendía y es que después de aquella visita a Negan, la idea de ser su amigo se había desvanecido por completo al saber que ella aún lo amaba. No podía entender cómo aquella chica seguía enamorada de un hombre como Negan y se había mantenido alejado pero en los últimos días, verla luchar incluso para ponerse de pie o escucharla llorar cada vez que pasaba por la puerta de su habitación le había hecho entender que no era una mala persona aunque amara al tipo equivocado. La veía hacer todo sola, aunque tenía mucho amigos en Alexandria, todos tenían sus propias ocupaciones y responsabilidades por lo que nadie estaba pendiente de ella y sabía que su embarazo casi terminaba por lo que empezó a vigilarla más de cerca, lo que lo llevo a su puerta ese día al ver qué se había saltado el almuerzo, entró y cerró detrás de él.

- Si, solo... no bajaste a comer hoy.

- Bueno... no tengo mucho hambre, además cargar a este bebé me deja sin energías, sin embargo estoy bien,  no tienes que preocuparte.

- Puedo traerte algo - ella le sonrió y negó con la cabeza, bajó sus piernas al suelo y se puso de pie con algo de esfuerzo para acercase a él y acariciar su brazo.

- Eso es muy dulce pero estoy bien, yo puedo hacerlo.

- Lo se, no significa que debas hacer todo sola. - Daryl la miró por primera vez a los ojos en mucho mucho tiempo - Yo puedo ayudarte Cass, te lo debo.

- No me debes nada Daryl, absolutamente nada. Se porque me evitas y... jamás te culpe por nada, yo no era ni soy tu responsabilidad. Olvida lo que pasó... no es tu culpa. - ella le abrió la puerta nuevamente y le sonrió - Lo que sea que piensas que me debes, no es así. Estoy muy agradecida contigo por ser una buena persona pero puedes irte Daryl, estoy bien, lo prometo.

- Ahora dímelo mirándome a los ojos Cassandra - el cazador se acercó a ella para quedar frente a frente - Dime que no me odias por dejarte en el Santuario y no volver por ti, dime que no odias que Negan este encerrado y tener que cuidar sola a tu hijo. Dime que no sigues amando a ese hombre y te duele no tenerlo cerca.

- No te odio Daryl... si, lo sigo amando a pesar de saber que es una mala persona pero Negan está dónde tiene que estar porque él lo eligió así. Yo le ofrecí una salida y él no la aceptó... puede que nunca deje de amarlo pero estoy bien y mí hijo también lo estará. - ella miraba al cazador directo a los ojos para que supiera que hablaba enserio - Quizás este triste porque siempre creí que tendría alguien a mí lado cuando mí hijo naciera pero eso no significa que te odie o te culpe porque no sea así. Lamento si mí presencia aquí te incómoda, puedo irme a Hilltop si eso te dan más paz... solo espera unos días a qué mí hijo nazca y me iré... ¿puedes? Porque no creo soportar el viaje ahora.

- Cass yo no... - Daryl no pudo seguir hablando porque la cara de la chica se contorsiono en una mueca de dolor y mucho agua cayó de entre sus piernas.

- Mierda... creo... creo que mí fuente se rompió - le dijo la rubia llevando las manos a su vientre - Necesito a Siddiq... ¿podrías... buscarlo? - era claro para el cazador que chica sentía mucho dolor en ese momento y la tomó del brazo para ayudarla a caminar hasta la cama para recostarse antes de correr en busca del médico.
Unos minutos más tarde, ambos hombres volvían a entrar a la habitación donde la chica respiraba agitada aferrándose a las sábanas de la cama con fuerza presa del dolor de una contracción.

Make Me Your VillainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora