Aun Hay Esperanza.

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- Por favor no hagas esto - le suplicó una vez más Cass a Negan - Me querías aquí y estoy aquí... déjalos libres. Solo están enamorados.

- Rompieron las reglas ángel, no puedo permitir que eso pase.- le respondió sentado en el sillón frente a ella.

- ¿Por qué? ¿que te importa? - el hombre no respondió y la rubia sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas - Sigues durmiendo con ellas ¿cierto?

- Son mis esposas... es mí derecho y tú estás embarazada.

- ¡Eres un idiota! - le gritó la chica - ¡No puedo creer que haya creído en tus estúpidas mentiras de nuevo!

- Ángel no te alteres... no es bueno para el bebé.

- Y eso es todo lo que quieres ¿No? Un maldito hijo... no me quieres a mí. Nunca fue así. Solo quieres lo que puedo darte y cuando lo tengas... ¿que? ¿Se supone que seré una más de tu harem? - ella se cubrió el rostro con las manos mientras dejaba salir un suspiro.

- Eso no es cierto. Tú eres única para mí princesa pero soy un hombre y...

- ¡Un idiota, un completo asno, egoísta y cruel! - Volvió a gritar interrumpiendo a Negan.

- ¡Suficiente!

- ¡Tienes toda la maldita razón! Es suficiente, suficiente de amar a un hombre que jamás me amara de la misma manera que yo. Es... suficiente de creer que tendremos un futuro juntos y seremos una familia... este amor retorcido no vale la pena, no vale ninguna de mis lágrimas o el dolor que siento cada vez que me decepcionas. ¡Eres un cobarde! 

- Cassandra estás agotando mí paciencia y solo he sido bueno contigo.

- ¿Bueno? - le preguntó riendo - eres mí maldito infierno personal Negan, desde el momento en el que te conocí.

- Cassandra no voy a volver a repetirlo... tú no puedes decir cómo hacer las cosas aquí - él se puso de pie y camino hasta ella pero Casa sabía o por lo menos creía que jamás la lastimaría así que no retrocedió, solo levantó la mirada y lo enfrentó.

- Dime que no me amas Negan, dime que solo soy un juego para ti o la forma de ser padre. Ayúdame a odiarte... porque no quiero seguir amándote cuando todo lo que causas en mí vida es dolor - él acarició su mejilla y luego la atrajo para besarla porque a pesar de todo lo que Cass pudiera pensar de él, la necesitaba casi tanto como al aire para respirar.
Quería tenerla y hacerla suya pero estaba tan asustado de lastimarla que se obligó a alejarse pero ella dio un paso hacia él y tiró de su camisa para volver a besarlo.

- Ángel... no quiero lastimarte... ¿que pasa si...?

- Shhh - le susurró acariciando su rostro - No vas a lastimarme - sus labios volvieron a encontrarse y a pesar de la duda de él, terminaron haciendo el amor. Todo fue casi como si sucediera en cámara lenta para ellos, olvidándose del mundo detrás de las puertas de aquella habitación y cuando sus cuerpos cayeron rendidos y satisfechos, ella se acurrucó en sus brazos cada vez más incapaz de odiarlo.

- Se terminó ángel, hace mucho tiempo que no duermo con ellas. No después de la noche en la que golpeaste a mí puerta... esa noche entendí que podía tener a la mujer que quisiera y jamás me sentiría así como ahora. - le confesó en voz baja - No quería que lo sepas porque tienes razón, soy un cobarde. Tengo miedo de lo que provocas en mí.

- ¿Crees que yo no? Cielo estoy aterrada de no ser capaz de odiarte... todo lo que pasó y lo que hiciste  me hacen querer salir corriendo de aquí pero... no puedo.

- Tengo que castigarlo Cass, no te pido que estés se acuerdo conmigo y no te obligaré a mirar pero tengo que hacerlo o perderé el... miedo de esta gente porque se que no es respeto pero tu sabes cómo era todo antes.

Make Me Your VillainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora