Make Me Your Villain

Segunda Oportunidad.

- No hablas enserio - le dijo Cass a Michonne cuando vió el vestido que sostenía en sus manos - No hay manera de que use eso.

- Vamos Cass es solo una cena - volvió a insistir la morena poniendo los ojos en blanco.

- Exacto, solo es una cena. Puedo usar cualquiera cosa.

- Si pero es una cena especial. Vendrán todos y ¿Cuando podemos arreglarnos así? - Cass tomó el vestido en sus manos y suspiró.

- A veces enserio detesto estar aquí - le respondió resignada - Dime de nuevo ¿por que tengo que ir?

- Por qué tu mejor amigo quizá por fin se anime y le proponga matrimonio a Connie. ¿No quiere demostrarle que lo apoyas?

- Puedo hacerlo sin usar esto - Cass no tenía ganas de usar un vestido como ese porque la última vez que lo hizo había sido por pedido de su hijo para justamente tener una cita con Daryl y las cosas se habían complicado entre ellos desde esa primera noche.

- De todas formas lo harás... le diré a Negan que venga por ti y...

- No... amm... yo puedo ir sola. Estaré ahí, lo prometo. - la interrumpió sintiendo sus mejillas calentarse al escuchar el nombre de Negan. Él se había pasado los últimos días llevándole flores y usaba cualquier excusa que se le ocurriera para tomar su mano o acariciar su mejilla, incluso llego a pensar que la besaría en varias oportunidades y nada.

- Entonces a las 8, no lo olvides Cassandra o enviaré a alguien a buscarte. - Michonne se puso de pie y le dió una pequeña sonrisa - Es bueno tenerte aquí.

- También me alegra estar de vuelta... se que a veces no lo parece pero, es cierto.

- Lo se, se lo que sientes porque yo pasé por lo mismo. Solo que no muchos lo saben - Michonne suspiró lentamente antes de volver a hablar - Creo que solo Carl y Rick lo saben... yo tenía un hijo. Un pequeño llamado André... un día volvía de una expedición y...

-No tienes que decirlo - le dijo Cass porque sabía que aún con el correr del tiempo, no era fácil hablar de esas cosas. - Aunque lo agradezco.

- Todos perdimos algo importante en este mundo, algo que deja un vacío que nada podrá llenar pero no estás sola Cass, si nos dejas... estaremos ahí siempre. - la rubia abrazó a Michonne agradecida porque a pesar de todo lo que pasó, entre ellas parecía nada haber cambiado.- Tuve mi segunda oportunidad con Rick y nuestros hijos,  tú también puedes tenerlo si quieres. Solo... no escondas lo que sientes.

- Gracias Mich... por todo. - la morena la soltó y le sonrió antes de dejarla sola en su trailer. Cass volvió a mirar el vestido con una mueca, definitivamente parecía que el destino le estaba jugando una mala pasada enviando esa prenda tan parecida al vestido que usaba el día que conoció a Negan en la escuela. Quizá Michonne tenía razón y debía dejar de luchar contra lo que parecía inevitable pues a pesar de los años, aún se le aceleraba el corazón al verlo sonreírle, aún podía sentir las mariposas en su estomago cada vez que sus manos se rozaban y a pesar de que nada podría devolverles lo que perdieron, quizá si dejaba de ser tan testaruda podría tener una segunda oportunidad para hacer las cosas bien.

Cuando la hora de presentarse en la cena llegó, Cass volvió a mirarse en el espejo con una mueca disconforme. Había hecho el esfuerzo de arreglarse lo mejor que podía pero llevaba demasiado tiempo sin usar algo así y en su opinión, no se le veía bien pero ya no podía retractarse. Salió del tráiler resignada al ver qué daban las ocho quince sabiendo que de tardar más, alguien aparecería a buscarla. La cena se realizaría en el centro de la cuidad donde todos se reunirían, incluso algunos habitantes de otras comunidades habían llegado por la tarde para esa noche con la intención de celebrar la unión de todos como un solo pueblo. Caminó lentamente hasta que se encontró con todos saludándose y suspiró aliviada al ver qué no era la última en llegar pero definitivamente todos notaron su presencia pues los murmullos y las risas cesaron al verla haciendo que su corazón se acelerara y sus mejillas se calentaran. Afortunadamente, Negan apareció ofreciéndole el brazo porque podía ver qué la chica se sentía incómoda de pie sola.