¿Que Hay De Ti?

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Daryl entró en medio de la noche a la habitación en la que Sara se estaba quedando y se acostó a su lado. Había luchado todo el día con la necesidad de buscarla y hablar con ella pero Glenn le pidió que le diera tiempo, que si querían tener una posibilidad de que ella aceptara quedarse no debían presionarla, sin embargo Negan le dijo que ella no estaba ahí porque planeara volver y eso lo impulsó a buscarla esa noche. La miró en la oscuridad con la tenue luz de luna que entraba por la ventana y podía ver qué había cambiado mucho en esos dos años, quizá por la tristeza que aún cargaba y podia ver aún cuando ella estaba dormida. Cass en cambio se había despertado en el momento en el que lo oyó entrar porque dos años viviendo sola en el bosque le habían enseñado a estar alerta a cada pequeño ruido extraño a su alrededor y en Alexandria todo era silencioso por las noches. Aún así decidió que lo mejor era fingir que aún dormía y quizá el cazador se fuera se dijo, no pensó que se acostaría a su lado como cuando solía hacer antes.

- Puedo sentir como me miras aún con los ojos cerrados - le dijo Cass en voz baja al ver qué no tenía intenciones de irse, no había sonrisa en sus labios esta vez al decirle eso y Daryl lo notó.

- Lo siento. Se que no quieres vernos pero necesitaba esto... fue demasiado difícil no ir a buscarte estos dos años pero Lydia me dijo que no querías que fuera por ti.

- No creo que a Connie le guste saber que estás aquí Daryl. - le susurró ella abriendo los ojos y encontrándose con su mirada sorprendida - Glenn me lo dijo.

- Cass yo...

- Me alegro por ustedes. Enserio que si. Sabía que pasaría. - ella hablaba de manera pausada como si el solo hecho de pronunciar esas palabras la agotara. El cazador se acomodó con un brazo bajo la cabeza y se quedó mirando el techo en silencio.

- ¿Que hay de ti? - le preguntó en un susurro.

- Nada... solo me dedique a sobrevivir allá afuera. Vine porque Glenn me dijo que no seguiste adelante... pero creo que se equivoca.

- No lo hace Cassy... no sé cómo hacerlo sin ti aquí para decirme cuando soy un idiota, sin despertar sabiendo que estarás ahí haciendo el desayuno o esperándome para salir a cazar. No sé cómo seguir sin él...

- Si lo sabes. Solo tienes miedo de volver a ser feliz. - ella hizo algo que Daryl no esperaba, recostó la cabeza en su pecho y suspiró mientras su mano descansaba sobre su corazón.

- No es fácil Cassy - le respondió rodeándola con un brazo sintiendo que el dolor en su interior se mitigaba un poco al tenerla con él de nuevo.

- Lo se... pero no quiero hablar ahora - le susurró - quizá mañana. Descansa Daryl.

- Descansa Cassy - le respondió acariciando su cabeza. Ella cerró los ojos y se dejó llevar por el cansancio, hacía mucho no dormía en una cama y el baño con agua caliente había relajado cada cansado músculo de su cuerpo. Daryl sabía que ella no era la misma chica que había conocido por tantos años pero aún así, tenerla de vuelta lo ayudaba a sentirse como él mismo de nuevo y no quería dejarla ir otra vez pero no se le ocurría un motivo por el que ella eligiera quedarse en Alexandria de nuevo.

Por la mañana Daryl despertó solo y frunció el ceño al recordad que la última vez que vio a la rubia, también lo había dejado durmiendo solo para desaparecer por dos años. Bajó la escalera lentamente después de levantarse porque no quería saber, no quería encontrarse a Glenn y que le dijera que ya se había marchado pero lo que encontró en la cocina le aceleró el corazón. Cass preparaba el desayuno mientras charlaba con Michonne y Judith o por lo menos se dedicaba a escucharlas porque en todo ese tiempo se había vuelto silenciosa al estar siempre sola.
Cuando Cass levantó la mirada le dedicó una media sonrisa, no era la sonrisa que él recordaba pero si era sincera y la vió caminar en su dirección con una taza de té en sus manos.

Make Me Your VillainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora