Make Me Your Villain

El Camino A Hilltop.

Cassandra y Daryl no habían hablado del beso que compartieron esa noche, ni de lo que estuvo a punto de pasar después y que si no hubiesen sido interrumpidos por Gabriel definitivamente habría pasado. Eso no impedía que las mejillas de la chica se sonrojaran cada vez que su mirada se cruzaba con los ojos azules del cazador, tampoco impedía los sueños que la hacían despertar agitada y cubierta de sudor para terminar necesitando una ducha de agua fría.
Le habían dicho a Theo que la cita había sido perfecta pero que seguían queriéndose como amigos, que nada cambiaría cosa que al niño no le hizo mucha gracia pero que confiaban, terminaría aceptando. Ninguno de los dos adultos pasaba por alto los pequeños intentos de Theo por mantenerlos juntos, siempre buscaba llevarlos a pasear y tomaba ambas manos o les pedía que ambos le leyeran un cuento por las noches.
El colmo de la situación fue cuando Michonne les pidió que llevarán a los desconocidos a Hilltop, ellos no aceptarían a nadie a pesar de la insistencia de Judith, pero sabían que Maggie y Glenn lo harían.

- Fue suficiente - Daryl entró en la habitación de Cass la noche antes de salir, la chica llevaba rara desde la noche de la cita y ya no quería seguir así. Él también estaba confundido pero no quería que nada afectara su amistad y creyó que lo mejor sería acorralar a la chica en su habitación por la noche, donde ya no podía huir. Quería desesperadamente arreglar lo que los había alejado aún cuando por la noche en lo último que pensaba era en la sensación de sus labios junto a los de él, la forma en la que su cuerpo se apretaba al suyo y sus manos se enterraron en su cabello para acercarlo aún más, si eso era posible.

- Vas a matarme del susto - le dijo ella llevando las manos a su pecho, ella estaba sentada en su pequeño escritorio revisando la tarea de los niños porque hacía un tiempo que había vuelto a dar clases en la comunidad. - ¿Que bicho te pico Dixon? - le preguntó ignorando el calor que subía por sus mejillas al verlo cerrar la puerta con seguro.

- Deja de ignorarme Cassandra - le respondió cruzándose de brazos, ella dejo el lápiz que tenía en las manos y se giró para enfrentarlo.

- ¿Se puede saber de qué diablos hablas? No estoy ignorando a nadie, vivimos juntos Daryl, no podria aunque quisiera.

- ¿Entonces porque casi nunca estás en casa ahora? - no había pasado más de dos días desde la supuesta cita y Cass se había asegurado de mantenerse ocupada y fuera de la casa. - ¿Fue por lo que dije la otra noche?

- No... si... no lo sé - le confesó poniéndose de pie para acercarse - Olvídalo Daryl, todo está bien ¿Si?

- Ahora dímelo mirándome a los ojos Cassandra - ella sintió unas cosquillas en su estomago cuando volteó a verlo y su mirada bajó a sus labios sin poder evitarlo.

- Todo está bien - le dijo en voz muy baja, casi como un susurro. Caminó intentando llegar a la puerta para abrirla y pedirle que la dejara terminar su trabajo pero él la tomó del brazo y la obligó a mirarlo de frente - ¿Que...? - empezó a decir pero la pregunta murió en sus labios, Daryl la estaba besando de nuevo, la besaba mientras sus brazos la acercaban más a él. Sintió sus manos bajar a su trasero para levantarla en el aire, haciendo que ella rodeara su cuerpo con las piernas y los brazos mientras el cazador caminaba hasta la cama sin dejar de besarla. La recostó con delicadeza después de mirarla por unos instantes volvió a besarla.

- No quiero perderte Cass, tu amistad es lo que me mantiene vivo... tú y Theo son mí familia - le susurró junto a sus labios - pero quiero hacerte el amor con tanta desesperación que estoy volviéndome loco - ella acaricio su mejilla, ese hombre era todo lo que cualquier mujer desearía y se estaría mintiendo si dijera que no se sentía igual que él.

- Prométeme que nada cambiará entre nosotros, que seguirás siendo mí mejor amigo Daryl... porque yo tampoco quiero perderte - él le sonrió y volvió a besarla, lentamente y sin prisa como si pudieran hacerlo por el resto de sus vidas.