Nacimiento

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Por fin, después de nueve meses de espera, finalmente había llegado el momento por el que tanto habían esperado, exactamente quince días después del cumpleaños de Asmita.

— Bueno, el regalo de cumpleaños llegó un poco tarde, pero al menos valió la pena.- Bromeó Kardia, arrullando al recién nacido, mientras Asmita descansaba un poco.

— Qué regalo tan doloroso.- Rió el Omega.

— ¿De qué te quejas? Si es igualito a tí.- Replicó Kardia con una sonrisa, mostrando orgulloso a su cachorro.- Incluso pone la misma cara de odiar al mundo que tú, y eso que no tiene ni un día de nacido.

— Que se pareciera a mí era lo mínimo que esperaba.- Expresó Asmita con una pequeña risa, observando al bebé.- ¿Soportar ocho horas de labor de parto, para que al final se pareciera al papá, o aún peor, a alguno de sus tíos? No, gracias.

Ambos rieron por esa pequeña broma, y Kardia besó con cariño la frente de su Omega.

— Pues este pequeño se tomó su tiempo para nacer, y me hizo perder diez euros contra Sísifo por haber tenido a Aioria el mes pasado.- Mencionó el Alpha.- Pero al menos finalmente está aquí el pequeño ángel caído del cielo.

— ¿Le estás diciendo Lucifer a nuestro hijo?

— Pues podría ser un buen nombre.- Bromeó.- Por cierto, ¿qué nombre elegiste?

Después de meditarlo un poco durante el embarazo, decidieron que con quién compartiera mayor parecido el bebé, elegiría el nombre. Así que, a Asmita le tocaba elegir.

— Pasé unos meses meditandolo.- Respondió el Omega.- Creo que Shaka está bien.

— ¿Shaka?

— Shakyamuni era muy largo, así que pensé en acortarlo.

— No me opondré porque un trato es un trato, pero el del segundo lo elijo yo.

— Suerte logrando que el segundo se parezca a tí.- Sonrió con una ligera burla Asmita.

Kardia solo negó con una sonrisa. Sí, era un nombre que nunca en su vida había escuchado, y probablemente solo Asmita sabría su significado, pero podría acostumbrarse.

Al fin y al cabo, estaba bien que el pequeño conociera su ascendencia y sus raíces indias y tibetanas por parte de su madre, y no solo las griegas.

Además, era un nombre muy original y seguramente irrepetible, al menos en Grecia. Y ver a Asmita tan felíz por ponerle ese nombre, era suficiente para convencerlo.

El resto del día fue de completa alegría. Con las visitas de los orgullosos abuelos y tíos del recién nacido, para darle la bienvenida al nuevo integrante de la familia. Además de todos los amigos de los padres, incluidos los sobrinos de Defteros, a quiénes solían cuidar de vez en cuando.

— ¡Te gané de nuevo!- Exclamó el pequeño de siete años tras ver al bebé.- Ahora a pagar.

— En serio quisiera saber cómo adivinas todo, Kanon.- Respondió Kardia, entregando el billete al pequeño Alpha.

— No eres el único.- Habló Defteros.- A mí me ganó diez euros el mes pasado cuando nació Aioria, y resultó Alpha.

— Deberías considerar seriamente ser profeta, Kanon.- Bromeó Kardia, despeinandole ligeramente el cabello.- Seguramente ganarías mucho dinero.

El niño solo rió, guardando su botín en el bolsillo de su suéter.

— Es un bebé muy bonito.- Mencionó Aioros, el primogénito de Defteros, observando al recién nacido en brazos de su madre.- ¿Ya tiene un nombre?

— Shaka.- Respondió Kardia.

— Déjame adivinar. Asmita lo eligió.- Sonrió ligeramente Defteros al escuchar la respuesta.

— Ya conoces a tu mejor amigo.

El Delta negó con una pequeña sonrisa.

— Al menos es un nombre muy original.

¡Qué bonita familia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora