Día de playa

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— ¿Cómo te sientes, Milo?

— Estoy muy mareado, papi.- Se quejó el niño, abrazado a su padre.

— Bueno, fue tu primera vez viajando en avión.- Decía Kardia, sobando la espalda de su hijo.- Tranquilo, estarás bien.

— ¿El tuyo también se marea?

Al escuchar la voz de Aspros, Kardia no pudo evitar rechinar los dientes.

— Ten.- Añadió el Delta, dándole una pequeña píldora.- Ponla debajo de su lengua y deja que se disuelva. Siempre llevo suficientes cuando tengo que cargar con Saga.

Los adolescentes que iban detrás de su padre solo rodaron los ojos. Ya comenzaban a acostumbrarse a los tratos de su padre, y simplemente fueron a sentarse a una banca para esperar a los demás, y mientras tanto, el medicamento hiciera su efecto.

Kardia dudó por unos segundos, pero decidió aceptar el pequeño empaque. No tenía muchas opciones después de todo.

— Gracias.

— No me agradezcas. Suerte logrando que tu pequeña fiera no escupa la pastilla.- Sonrió con burla el Delta, antes de continuar su camino.- Nos vemos. Tengo un congreso al que llegar.

Kardia negó, y bajó a Milo para ayudarlo a sentarse en una de las bancas cercanas, junto a los gemelos, y explicarle lo que debía hacer con la pastilla.

Tal y como esperaba, Milo se quejó del sabor tan amargo, pero puso todo su esfuerzo en no escupirla, tal y como su padre le había pedido.

— Lamentamos la demora.- Mencionó Asmita, apareciendo junto a todos los demás.- Hubo unos problemas para encontrar el equipaje de Sísifo y el de Shaka.

— Descuiden. Milo y Saga necesitaban descansar un poco.

— ¿Se marearon?- Preguntó Asmita con una ligera sonrisa, acercándose a ambos para revisarlos.

— Sí, Aspros les dió unas pastillas para el mareo.- Respondió Kanon.- Supongo que aún no supera la vez que Saga le vomitó encima en el avión cuando nos llevó de viaje por primera vez.- Añadió con una pequeña risa, recordando aquel día.

Su hermano solo le dirigió una mirada afilada, ante la incapacidad de articular palabras por la píldora bajo su lengua.

— Hablando de su padre, ¿dónde está?- Cuestionó Defteros a sus sobrinos, mientras intentaba localizar con la vista a su hermano.

— Ya se fue.- Respondió Kanon, confirmando las sospechas de su tío.- Ya sabes, su congreso y todo eso. Ya debe estar a mitad de camino al hotel.

Defteros solo pudo soltar un pesado suspiro, masajeando el puente de su nariz, intentando mantener la calma, a pesar de la enorme decepción que se acababa de llevar apenas llegar al aeropuerto.

— Descuida. Todo estará bien.- Le susurró Sísifo con una pequeña sonrisa.

— Bueno, uno menos del que preocuparse.- Sonrió Asmita, intentando relajar el ambiente.- Sísifo, Def, Kardia, pueden adelantarse al hotel con los niños si quieren. Yo me quedo con Milo y Saga hasta que se les pase el mareo y después los alcanzamos.

— ¿Estás seguro, Asmita?- Inquirió Sísifo.

— Por supuesto.- Afirmó el Omega.- Solía venir de vez en cuando aquí cuando era más jóven, y ese hotel siempre era el elegido por excelencia. Puedo llegar sólo.

— De acuerdo.

Después de unos minutos, y organizarse, decidieron que Sísifo y Defteros irían en un taxi con la mayoría del equipaje. Y Kardia en otro con Aioria, Aioros y Shaka con solo el equipaje que cupiera en el maletero. Mientras que Kanon había decidido quedarse con Asmita, Saga y Milo en el aeropuerto, esperando a que los últimos dos estuvieran en mejores condiciones de movilizarse.

¡Qué bonita familia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora