¡Qué bonita familia!

Mascota nueva

— Papi, ¿cuándo vamos a ir a ver a Tenma?

— Pero si fuimos a verlo la semana pasada, cuando nació el bebé.- Respondió el peli-violeta, sacando una bandeja de cupcakes del horno.- ¿No crees que es demasiado pronto, Milo?

— Es que quiero verlos.- Replicó el pequeño.- ¿Podemos?

— El bebé es un recién nacido, y ellos tienen que descansar mucho, Milo. Y Tenma también.- Intentó explicar a su hijo, dejando los pastelillos enfriando sobre la barra.- Además, la mamá de Tenma los está cuidando. No te preocupes por ellos.

— Pero yo quiero ver al bebé.- Suspiró Milo.- Es muy bonito, y se parece mucho a Tenma.

— Ya sé que es bonito, pero no es un juguete. Es un bebé, es muy frágil y pequeño, y necesita muchos cuidados.- Añadió el mayor, acariciando el cabello de su hijo.- Por ahora no debe estar en contacto con demasiadas personas, o podría enfermarse. Recuerda que mamá y Shaka están resfriados, y tenemos que cuidarlos y vigilar la cafetería. Pero en cuanto se mejoren, te prometo que iremos a ver a Tenma.

Milo suspiró pesadamente, asintiendo por unos segundos. Kardia por un momento pensó que ahí terminaría ese asunto, y comenzó con la preparación de glaseado, mientras el resto de sus empleados hacían sus propias tareas.

— Papi.

— ¿Qué pasa, Milo?

— Quiero un hermanito.

Al escuchar a su hijo, Kardia casi suelta la taza medidora de la impresión, causando pequeñas risas discretas de los demás presentes en la cocina. Ya veían venir que Milo hiciera algo así algún día... Todos, menos su padre.

— Milo... Las cosas no son tan fáciles.

— Pero Tenma acaba de tener un bebé, y la mamá de Afrodita va a tener otro.- Alegó el infante.- No es tan difícil hacerlos. Solo-

— No me refiero a esa parte.- Interrumpió Kardia, completo sonrojado, cubriendo los labios a su vástago para evitar que dijera demasiado.- Un bebé es mucha responsabilidad, y mamá y yo solo queríamos dos hijos, que son Shaka y tú.- Añadió.- Además, tú eres el pequeño de la familia. ¿Preferirías ayudarnos a cuidar a un bebé?

— Si los gemelos pudieron con Shaka y conmigo, mamá con todos los tíos, y Afrodita va a poder con un bebé, yo también puedo.

Kardia suspiró, intentando encontrar una forma de escapar de esa situación. Asmita no podía socorrerlo en ese instante, cuando aparecieron los gemelos.

— ¿Ya empezó a pedir un hermano?- Rió Kanon, llevando una bandeja en las manos, igual que su hermano.

Kardia solo asintió en silencio.

— Kanon, no es difícil ayudar a cuidar bebés, ¿verdad?- Insistió Milo, acercándose al adolescente.

— Bueno... Pues ustedes dos eran unos torbellinos.- Bromeó el peli-azul, revolviendole el cabello.- Ni hablar de Aioria... A ese lo descuidaban dos segundos y ya estaba debajo de la cama.

— Además, tú eres demasiado celoso con tu papá.- Añadió Saga.- Seguro que querrías arrojar al bebé a la basura el primer día.

— No es justo.- Masculló el Alpha más pequeño, cruzándose de brazos, inflando sus mejillas inconforme.- Yo sería un buen hermano mayor. Yo lo cuidaría.

Los gemelos solo rieron levemente. Pero al menos Kardia vió una oportunidad de zafarse de aquella situación.

— Oigan, ¿por qué no van a patinar un rato?- Sugirió el Alpha.- Les serviría para hacer algo de ejercicio y distraerse un rato.