—MALDITA SEA!! TE DIJE QUE NO IBA A HACER TAN FACIL!!—
—Tranquilo Nanami, tenemos plan B—
—No eso sí no, yo te dije que no estaba de acuerdo en eso!—
—¿Plan B?—
—Si Itadori-kun,tu irás con nosotros—
—¿QUÉ?! Vas a meter al niño en esto?—
—Claro, servirá de entrenamiento, o no Yuji?—
Cómo usted diga Sensei!!—
El Mayor se ve desesperado y camina hacia el colegio.
—A dónde vas Nanami!!—
—Por el coche!!—
El albino sonríe y espera junto con su alumno.
Rápido suben al coche, se van a toda velocidad…
—Aún los ves?—
—Si, cuando hagan alto antes de salir a la carretera, los emparejamos—
Acelera con toda la intención de alcanzar el deportivo.
Pov Hiromi
—Osito lo siento tanto!—
—Tranquila Hiro, entiendo que traigas locos a todos tus compañeros de trabajo— me sonríe y pone su mano sobre mi pierna.
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—Toji no es eso!!— me pongo algo nerviosa y me sudan las manos.
—Ah no? ,Hiromi con lo poco que los tuve frente a mi, pude verlo, sobre todo el niño bonito—
“¿Niño bonito?”.
—No lo culpo, eres preciosa—
Me sonrojo por su comentario, sinceramente Toji siempre ha sabido decirme las cosas y hacerme sentir tan cómoda a su lado.
—Bien, entonces vayamos a cenar—
Llegamos a un lindo restaurante, a pesar de estar distraída, algo me inquietaba, la verdad me sentía vigilada…
Había reservado un lugar con una increíble vista, se veía tan hermoso todo.
—Te gusta?— desliza la silla para que me siente.
—Es realmente lindo Toji, me da tanto gusto poder verte, me hacías tanta falta— le tomo de la mano y una sonrisa se puede ver en mis labios.
—Aquí me tienes princesa, solo tuyo— pone su mano sobre la mía y busca al camarero con la mirada.
—Buenas noches— el camarero traía consigo una botella de champagne y un pequeño bouquet de rosas.
—Gracias!!— me mira de una manera tan dulce, mientras agradece al camarero.
—Toji, enserio lo que pasó hace rato—
—Tranquila, ya pasó, no diré que mis celos no despertaron, pero se que tu eres mía—
Reímos los dos y nos miramos por un momento.
—Así que… traes a todos sobre ti—
—Algo asi— deslizo la servilleta para ponerla sobre mis piernas.
—Quieres que hablemos de eso o primero cenamos?—
—No, primero cenemos, además tú también quieres decirme algo no?—
—Sí pero eso será después— guiña un ojo y me sonríe coqueto.
Años de amistad con Toji, siempre me puso nerviosa pero de una manera distinta, cuando lo conocí era un poco más serio, reservado, había salido de una relación que realmente lo dejo lastimado.
—Toji, seguiste fumando?—
Él deja la copa sobre la mesa y responde atento
—Sabes que lo hago cuando estoy tenso, es todo per, no hablemos de mi, mejor cuéntame lo que haz hecho en ese colegio, te gusta estar ahí?—
Es algo complicado, pero no quiere decir que no me guste, me encanta estar ahí, me siento bien, los alumnos son tan amables, me he encariñado con ellos, además me tratan magnífico— juego un poco con la pasta que nos habían servido.
—Quieres hablar de eso, cierto?— se recarga en el respaldo de la silla y me mira atento.
—Yo… me acosté con alguien— evito mirarlo.
Él me toma del rostro.
—Hiro, piensas que me voy a molestar por eso?—
—Después de años ?—
—No, es solo que no sabía cómo decírtelo—
—Entiendo que desde que estamos juntos, no has estado con alguien más, igual yo pero eso no es parte del acuerdo que tenemos—
—Tienes total libertad, muñeca—
Me sonrojo.
—Se que nuestro acuerdo fue ese, pero aún así quería decírtelo, además hay alguien interesado en mi… él está enamorado—
— Y tú?—
—Yo… en realidad no se lo que siento—
—Le correspondes? O aún te da miedo—
Mi barbilla empieza a temblar ligero.
—Yo… aún no puedo Toji— siento como se me humedecen los ojos y arrugó la servilleta entre mis manos.
—Tranquila está bien, no es fácil lo que te hizo ese maldito—
Cubro mi rostro, no quiero arruinar la cena con esos momentos.
—Cambiemos de tema si?— me toma el rostro con las dos manos y me besa los labios.
A pesar de verse algo intimidante por su altura, su cuerpo , él es tan amable y tierno.
—Bien, que te parece si seguimos—
Nos trajeron una cena deliciosa, varias bebidas exóticas, todo ese ambiente tan cálido, solo con él me siento asi, al menos eso creía yo…
Pov Gojo
—¡¡Bien, los perdimos!!— golpea el volante frustrado.
—No estoy tan seguro Nanami…— checo por un momento mi celular.
— Están en el Bar de la Torre Bellovisto,en Shibuya, rápido!—
—¿Cómo lo sabes?—
—Lo sé y ya!!—
Mentí era algo obvio, no solo mandé a arreglar su brazalete sin adherir algo más…
Llegamos y realmente se esmeró el tipo, rápido los buscamos entre las mesas cuando siento el toque de mi alumno.
—Sensei—
Miro entre la gente, ahí tan feliz se encuentra ella, me invade el dolor en el pecho de nuevo…
—¡Nanami!— le señalo la mesa y duda en acercarse.
—No irás?—
Sin dejar de mirarla, se queda parado en su lugar.
—No, esto está mal—
—Vas a dejar que se quede aquí?—
—Ya esta aquí, el punto era que no saliera del colegio— voltea a mirarme.
Y yo que me muero por verla con alguien más.
—Sensei,que hacemos?—
—Nos quedaremos!!—
—Que?! Estás loco!! Nos vamos—
—No Nanami, ya estamos aquí, no la molestaremos pero nos quedaremos a vigilar al gorila ese—
—Bien, creo que concuerdo contigo—
No nos costó mucho conseguir una mesa lo suficientemente alejada de ellos pero sin perderlos de vista.
—Satoru, deja de moverte nos pondrás en evidencia—
—Vas a pedir algo?—
—No yo no quiero nada, Itadori pide algo si quieres—
—Seguro, sensei?—
—Si claro—
No le quitaba la vista de encima, veía como se reía con él, quisiera saber que tanto hablan…
En la otra mesa.
—Bien, ya me dirás que es la sorpresa que me tienes?— sonríe la chica y hace a un lado su plato.
Él toma la botella para servirle más bebida y suspira conteniendo la emoción.
La mira y no puede evitar reírse por la tensión que le provocaba, le gusta ponerla nerviosa.
—¡Toji!...—
Carcajea un poco y le toma la mano.
—Estás frente a un fuerte candidato a la dirección de unos de los hospitales mas reconocidos en Japón!!—
—QUEEE??!— grita la chica entusiasmada.
— Si,así es!!— le contesta él.
—TOJII!! NO LO PUEDO CREER!!!— grita colgándose de su cuello.
Los hombres al pendiente, se sobresaltan al escucharla gritar pero no perciben ningún peligro…
—Que habrá pasado?—
—No sé, si me hubieras hecho caso de sentarnos más cerca lo sabría—
—Gojo,no sabes de lo que es capaz si se da cuenta que estamos aquí—
—Oigan y si le pidió matrimonio?…—
Lo miran con molestia los dos.
—Cómo se te ocurre pensar en algo así!!—lo regaña el ojiazul.
—Bueno, la trajo a cenar y ella se ve muy contenta—
Los dos niegan con la cabeza.
—Lo está abrazando!— el albino rompe el tenedor que traía en la mano.
—¡QUE?!—
—Los estoy viendo!!—
—Si su padre se entera que anda dando estos espectáculos!—
—Nanami, es amigo de su padre— rueda los ojos y sigue atento a la chica
—Creo que necesitas actualizarte sobre lo que ha pasado en estos años que no has trabajado para él—
—Oiga profesor, entiendo que Nanami-san cuide a Hiromi, pero usted?—
—Yo? Solo estoy dando apoyo moral a Nanami—
—Oh entiendo— el alumno continúa cenando con el rostro algo confundido.
—Bien, ya se separaron— suspiro aliviado.
—Nanami- san, porque dejo de cuidar de ella?—
Se tensa del cuerpo, mientras le contesta, su compañero se percata de su nerviosismo.
—Porque me ofrecieron otro tipo de trabajo Itadori, en otro país—
—Y porque volvió a cuidar de ella?— le cuestiona nuevamente, su maestro está al pendiente de la conversación, tanto que se ha distraído de cuidar a la chica.
— Porque su padre me buscó, me tiene bastante confianza— se cruza de brazos y se ve confiado.
Cuando regresa la mirada a la mesa, se percata de que no están.
—¡Maldición, se la llevó!!—
—Qué?!—
—Tú la estabas vigilando!!—
—Ustedes porque se ponen a platicar, en lugar de estar vigilando a ese tipo!!—
Se levantan rápido de la mesa y siguen discutiendo hasta salir del lugar, cerca del estacionamiento se alcanza a ver a la pareja.
—Basta Toji!— ríe la chica en los brazos de su acompañante—puedo caminar, no hagas esto!—
—No eso no pasará mientras estés conmigo!—
Le besa en los labios, los tres tipos observan todo desde donde están.
El albino siente un calor en las manos, es algo que le recorre y le hace querer matarlo, su igual siente algo parecido pero aún no descifra bien que es lo que siente en realidad y el chico no puede esconder su sentir con un gesto de molestia al verlos.
