Sus ojos sobre mi X Jujutsu Kaisen

Capitulo 56 (Maratón)

Paso un rato hasta que pude serenarme, solo suspiros ahogados quedaban.

En todos estos años, aún me da paz el latido de su pecho…

El seguía tarareando, acariciaba mi cabello había arrugado su ropa pero no parecía importarle

Me separo de él,me mira fijamente, su rostro siempre ha reflejado tanta serenidad y aún se ve igual.

—¿Te sientes mejor?— 

— No pienses que esto cambia las cosas, tu me hiciste más daño— me giro para limpiarme el rostro


— El daño que dices que te hice, yo también lo sufrí—

— Cómo puedes decir eso…— me volteo para verlo de frente y me quedo sin habla al percatarme que se estaba quitando la camisa

—¿Que haces?!— me cubro los ojos de inmediato

Escucho su risa

—Me cambiaré de ropa, no cenaré contigo con mi camisa llena de lágrimas— se acerca lento y su perfume me invade

— Pues no lo hagas frente a mi!!— le reclamo

— ¿Aún te pones nerviosa, gatita?— me habla cerca

—Ya déjame en paz!!— el ríe un poco más y escucho que camina hacia la puerta

—Volveré por ti— hace una pausa y decido descubrirme los ojos

Lo veo mirándome y eso me inquieta de sobremanera.

Cierra la puerta.

Mi corazón está acelerado, el saber que ese maldito me engaño junto con mi padre, ahora también vuelve mi pasado a perturbarme.



Paso al baño para limpiarme el rostro, soy una estúpida como pude darle el placer de verme tan frágil...

“Hace mucho que dejo de ser mi lugar seguro”, mojo mi rostro y lo seco con una pequeña toalla.

El ruido de la puerta me saca de mis pensamientos culposos...

—Señorita, ¿se encuentra bien?— es la chica, creo entender que trabaja para él

—Si un momento— busco rápido en los cajones y el botiquín,

Guardo unas pequeñas tijeras, de algo me servirán.

—El señor la está esperando, el coche saldrá en un momento—

—¿El coche? — pregunto saliendo del baño,

—Claro el señor reservo en uno de los restaurantes más cotizados, pensando que le gustaría el detalle señorita...—

Rozo mis manos nerviosa,
"Puedo aprovechar esta oportunidad”, pienso al mismo tiempo de caminar hacia la puerta y ella va detrás de mi...

Al salir veo lo enorme que es este lugar, todo en decoración en tonos neutros y algo sobrios, claro resaltando las flores en blanco y negro...

Varios hombres se encuentran aquí, unos jugando cartas, otros viendo el televisor, todos parecen ignorarme.

—No piense mal señorita, tienen prohibido mirarla—  me dice la chica al abrir la puerta que da al pasillo del hotel.

Se siente un ligero frio, al salir lo veo esperándome en la puerta de la camioneta.

Impecable, siempre ha sido muy escrupuloso con su aspecto.

Me brinda su brazo para subir, pero me niego a tocarlo y subo por mí misma.

Dentro del coche no le dirijo la palabra, solo su asistente habla con él,

—El encargo especial que te hice, lo tienes?—

—Por supuesto mi señor— contesta muy segura

—Perfecto—

Chasqueo la lengua con molestia, cosa que el aprovecha para hablarme.

—Tienes frio?— se quita el saco que trae encima e intenta ponerlo sobre mi

—No, estoy bien— me giro hacia la ventanilla y veo que otras tres camionetas nos siguen el paso

—Estuviste muy ocupado estos años no?—

—En algo tenía que enfocarme si no podía tenerte a mi lado, ¿no crees?— me sonrie mirándome de lado.

El resto del camino sonó su celular y parecía muy complaciente con quién hablaba.


                                   Pov Gojo


—Se va a comer ese plato también sensei?—

—Por supuesto que si!!— devoro rápido el plato,

A pesar de invitarlo a comer, el seguía cabizbajo.

—Itadori podrías dejar de arruinarme la comida con tu rostro triste. Ya te lo dije ella está bien— hago a un lado mi plato

—No estoy triste estoy preocupado, además tengo que hablar con Sabine sobre lo que usted nos dijo—  juega con la comida en su plato, pero sin mirarme

—¿Desde cuándo eres amigo de esos dos?—

— Hace dias llegaron al colegio preguntando por ella y comieron con nosotros. Son buenas personas—

— No sé cómo los dejaron entrar ,voy a poner una queja sobre eso—

El chico se sonríe al recordar como lo habían logrado...

—Ellos se preocupan mucho por ella sabe, en verdad tienen miedo de qué le pase algo—

Recuerdo todo lo que decía su expediente y mi remordimiento es evidente....


—Tienes su número?—

—No—

—Sabes donde localizarlos?—

—No—

—Creo que yo si...— recuerdo que me dijo en que hospital trabaja el insoportable de su amigo.

Pago rápido y salimos hacia el hospital.