Más tarde, casi de noche se dio una vuelta por el hospital la mejor amiga de Hiromi.
—¿Tu?, ¿ Que haces aquí?— me mira confundida
— Cerciorándome de que no se le muera el viejo a tu amigo— le contesto sin dejar de mirar el cristal que daba a su habitación
— No se morirá, no dejaremos que eso ocurra—frota nerviosa el tirante de su bolso
— Estoy bromeando— volteo a mirarle
— Idiota— dice en un susurro pero logro escucharla
En ese momento llega el mal encarado médico
—Sabine, ¿has tenido noticias de Hiro?—
—No y esperaba que ella ya estuviera aquí o que al menos se comunicaría con alguno de nosotros— escucho que dan unos pasos alejándose de dónde estaba yo
—¿Qué hace él aquí?—
— Por avisar a alguien del colegio, resultó que el tenía el celular de Hiromi y contesto mi llamada, no me quedo de otra que decirle lo que había ocurrido—
—Esta aquí desde que llegó Diatsu-San?—
—Si y no se quiso retirar— rueda los ojos y hace un gesto de desagrado
Camina hacia mi y siento su mirada...
—Dime— le miro de pies a cabeza
— ¿ Que se supone que estás haciendo, te mando el colegio o algo asi?— se cruza de brazos y me mira con desconfianza
— No me envió el colegio, estoy aquí por qué quiero—
— Aja entiendo pero, el motivo exacto es?—
Regreso la mirada hacia la máquina que subía y bajaba acompañando la respiración del padre de Hiro...
— No necesito un motivo y tú no necesitas esa respuesta—
—Sabes no creo que a Hiromi le agrades ni un poquito— frunce el ceño
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— Eso que me lo diga ella, ¿no crees?— bajo y subo rápido las gafas viendo que da media vuelta
Esa contestación le parece singular a la chica.
Lo mira de reojo, analizándole
—Toji no me hagas mucho caso, pero a este tipo lo conozco de algún lado—
le susurra
—Ahg!! Sabine no me salgas con que te acostaste con él— su rostro era de total desaprobación
Entrecierra sus ojos sospechando del albino , pero no lo ubica...
—Si resulta que tuviste tus amoríos con ese imbécil ,te dejo de hablar— le reclama el alto pelinegro
—Cálmate Toji, nosé de dónde lo he visto pero acostarme con él no… no es mi tipo aunque te sorprenda— le contesta aún viendo al ojiazul
— Sabine…— una mirada de juicio le invade el rostro— me quieres mentir a mi que te he visto hasta coquetear con un maldito panda!!— se exalta el hombre y eso llama la atención del joven profesor
— Oigan es un hospital, no griten...— les mira y camina hacia ellos
— Ya te vas?—
— Por supuesto que no, tengo hambre ¿Dónde está la cafetería? — el pelinegro le apunta hacia donde debe ir y los deja hablando
— No se te hace muy extraño que Hiromi no haya llegado ya? Es su padre, ella lo adora...—
— Si lo adora, pero ignoras como le tiene rencor por igual — guarda una pluma en su bata
— Dime,¿como está ?—
— Míralo tu misma, lo que le haya provocado el derrame quizás fue el exceso de trabajo — le brinda la carpeta donde venia el expediente
— Que mal ya sabes que no se cuidaba mucho, esperemos que se recupere pronto—
— La verdad Sabine, no es muy favorable su diagnóstico. Ojalá Hiro vuelva pronto para que pueda verle recuperado o ... que pueda despedirse —los dos voltean con preocupación hacia donde yacía el hombre mayor.
Después de probar la desabrida comida de este lugar, regrese a donde se encontraban esos dos aun hablando, logre escuchar que su padre no tenía muchas esperanzas lo que me hizo tomar una decisión drástica.
Teléfono sonando
— Ijichi—
—Si dígame Gojo sensei —
— Necesito que hagas explícitamente lo que te pido —
Duro unos minutos hablando con él, le pido que abra los archivos del estudio del director, si llegasen a encontrarlo lo protegería así que logro convencerlo aparte que le pagaría una muy buena cantidad.
— Pero señor y si no encuentro nada, ¿qué es lo que busca exactamente?—
— Necesita saber que su padre puede morir y estos malditos son capaces de no decirle con tal de que logre la misión de ir a cada maldito hospital — me exalto,
— Por favor Ijichi, necesito que la encuentres lo antes posible —
Cuelgo la llamada y cuando me volteo miro que había alguien escuchándome
— Porque dices que no le han avisado a Hiromi,¿No lo sabe? — me dice con molestia
— Eso pienso espero equivocarme, pero ella no está aquí no hemos podido comunicarnos con ella ni con Nanami , él es sobreprotector, pero tampoco le hubiera escondido que su padre este muriéndose, quizás ni él lo sabe— guardo el celular en mi saco
— ¿Te escuche preocupado, te interesa mi amiga entonces? —
— No estoy de acuerdo con los sucios manejos de esos malditos peces gordos... también lo hago por ella, quiero que este bien y vuelva para que este con su padre —
— Vaya, entonces Hiromi se equivocó al juzgarte mal — se cruza de brazos y suspira
— ¿Que vas a hacer para encontrarla? —
— No te preocupes por eso — me despedí de ella y me fui hacia el colegio, debo hablar con mis estudiantes.
Pov Hiromi
Siento el roce de sus dedos acariciando mi clavícula, sus labios rozando mi oreja me pedían despertar...
— Vamos gatita, despierta ya —
Pequeños besos me dejaba en el rostro hasta que por fin le hice caso...
— Se te hará tarde no debes de dejar de ir al hospital, no queremos que haya razones para alargar tu estadía aquí — me siento en la cama veo que ya el esta arreglado con un traje azul marino y en sus manos el pequeño ramo que ya era costumbre darme por las mañanas
— No tengo apetito — veo con pocos ánimos la charola con fruta y jugo
— No Hiromi te puedo complacer en lo que quieras, pero en esto no, tienes que desayunar — me habla en tono de regaño y poniéndose las manos en su cadera
— No lo hagas entonces, no tengo apetito — salgo de la cama y me tambaleo, él se acerca rápido a tomarme del brazo
— Necesitas tener fuerzas para lo que tenemos planeado — me toma del mentón y me hace mirarle
— Además debes de empezar a alimentarte bien, después de que nos casemos quiero que me des un heredero lo más pronto posible —
— ¿Un heredero? — abro los ojos con sorpresa
— Por supuesto ese era uno de nuestros sueños no lo recuerdas — me planta un beso en los labios y me sienta de nuevo en la cama, acerca el plato de fruta para empezar a darme en la boca, yo estoy conmocionada por sus palabras
— Geto, espera... — le detengo el pedazo de fruta que acercaba a mis labios
— Yo no puedo darte un heredero, ni siquiera sé si quiero casarme contigo — le miro
El me mira dejando a un lado el plato, se pone de rodillas ante mi tomándome de las manos
— Entiendo que quizás no te sientes igual de enamorada que antes, pero nos amamos mucho y yo sé que puedo hacerte sentir de nuevo así —
— Y si no es así? Ni siquiera sabes si yo ya estoy enamorada de alguien más...— no terminaba la oración cuando lanzo lejos la charola del desayuno y me miraba eufórico, rápidamente se sube sobre mí y me toma de las muñecas con fuerza
— Quieres ponerme a prueba? No sabes de lo que soy capaz de hacerle a cualquier imbécil que siquiera trate de mirarte — sus ojos brillaban llenos de coraje y decisión
Jamás le di motivos para celarme cuando éramos novios de hecho, el no aparentaba serlo, siempre fue muy amable, atento. Solo hubo una vez que discutimos porque un chico se me había acercado en una fiesta, aunque se exalto, supo escucharme y le explique.
Me dijo que no podía controlarse era la primera vez que sentía que le quitaban lo único que le daba sentido a su mundo y eso no lo permitiría.
— Ya pasaron años de lo nuestro y que haya sido por los motivos que sean no se si pueda corresponderte — le hablo tratando de calmarle
— Lo harás —
— Estas demasiado confiado — me reincorporo y le miro nerviosa
— Lo estoy si, sé que me quieres no lo puedes negar — me da la espalda mirando si se había arrugado su ropa
— Ahora termina de desayunar que el coche te está esperando, por la tarde pasare personalmente por ti — ajusta su saco y me sonríe con la mirada
Guardo silencio y espero a que salga de la habitación.
— Un hijo... — por un momento me recuerda la discusión que tuve con Satoru,
— Yo si quería tener hijos con él, pero eso era antes,en este momento no se si lo deseo aún— me acaricio el vientre con esa idea en la cabeza
Camino hacia el baño, me alisto para salir.
Toda la mañana me sentí extraña, esa conversación me hizo recordar mucho a Satoru, si de verdad le importaba ¿porque me selló? Quizás... no, es imposible que el piense en eso, si no ha podido crear una familia es por su nulo interés en formalizar y el tomar a juego a las mujeres que ha tenido.
También le comprendo quien podría tener una vida normal siendo quién es.
Pasando del medio día, como me dijo ahí estaba esperándome en la puerta del hospital.