Sus ojos sobre mi X Jujutsu Kaisen

Capitulo 65

                                      Pov Gojo

Teléfono sonando

— Dime Ijichi— contesto rápido y me dice que consiguió algo de información, según el itinerario tuvo un cambio de planes y se desvío su viaje.

Salgo esa misma tarde, no le avise a nadie solo decidí irme, tenía que encontrarla.

Me sentía ansioso ningún dulce me quitaba el mal sabor de boca que tenía, algo me decía que debía estar con ella.

Logro encontrarme con Ijichi, le pedí que me acompañara dado que yo lo protegeré si llegasen a descubrir que altero la seguridad para saber algo de donde está ubicada.

—Está seguro de que Nanami-san no se ha comunicado? Me parece raro en su comportamiento —

— A mí también me parece ilógico — mi pierna no tiene quietud

— Le preocupa algo Gojo-sensei? —

— No, bueno si, tal vez. — suspiro y trato de distraerme viendo por la ventanilla del avión,

— Ella está bien señor, la encontraremos —
—Gracias Ijichi, lose —

—Hiciste lo que te pedí? —

— Claro señor, Diatsu – san quedo vigilado y se pidió restricción total en las visitas —

—Tuviste algún problema con el hospital? —

—Solo con el medico encargado, pero al final cedió por la información que me dio, señor —

— Se sabe la razón de porque cambio el rumbo de su misión? —

—No señor —

Cierro mis ojos un momento, pienso en ella...

“¿Porque no has vuelto?”.

                                     Pov Hiromi


Tomo un baño, fue toda una experiencia algo rara, el agua reaccionaba a mis movimientos, quizás sea por la madurez en mi energía, pero no era tan desarrollado antes.

Camino un poco por la habitación, todo aquí lleva su nombre hasta lo más mínimo, el orden, su aroma, los colores... es inevitable no tener tantos recuerdos invadiéndome.

Me arreglo un poco, no demasiado solo deje mi cabello suelto y me vestí con lo que el había elegido.

Después de casi matarlo, creo que es lo menos que puedo hacer para complacerlo.

Salgo de la habitación, trato de recordar por donde llegue y veo varias fotografías de sus hijas a lo largo de los pasillos...

— Eran unas bebes — miro fijo una fotografía donde él se ve igual al tiempo en que dejamos de vernos, las tiene en los brazos mientras sonríe.

— Ya te sientes mejor? — escucho una vocecita y volteo hacia donde provenía

—Hola — digo algo timida — Si me siento mejor, gracias — le sonrio pero la pequeña no me corresponde

—Casi matas a mi papi — en tono serio me dice

— Yo lo siento, no quería... — me pongo nerviosa

— Te perdono con una condición — se acerca lento y me pide que me acerque para decirme algo en el oído

— Tienes que hacer muy feliz a mi papa Geto — se ríe traviesa y me toma la mano para empezar a correr por el pasillo

—Espera, con cuidado — sonrío al casi tumbar un adorno

Llegamos a una de las habitaciones, abre la puerta y le miro, recostado con los ojos cerrados. La niña que se ve mayor, está a su lado tomando su mano.

— Mimiko porque la trajiste? Sabes que a papa no le gusta que le vean indispuesto —

—Pero ella hará que se sienta mejor, ¿no es así? — me mira y jala hacia la cama

— Mira papa Geto, ella está aquí — pone mi mano junto a la de el

— Mimiko, no era necesario que la trajeras —habla lento y aprieta mis dedos

— No te preocupes, yo se lo pedí — me siento a su lado y abre un poco sus ojos

—Estoy bien, no es necesario que estén aquí — cierra los ojos y las niñas ríen

— No si es necesario, quien mejor que una doctora y dos enfermeritas para cuidar de usted — sonrio

— ¿Me va a curar con besos, doctora? — me sonrojo y miro a las pequeñas que se ríen

— Los besos son para los pacientes que no se creen inmortales — le digo al tratar de levantarme de la cama, pero el me lo impide,

— Ya estás aquí, no te vayas — me alcanza a tomar de la muñeca y un dejavu me viene...

En ese instante recuerdo a Satoru, él me dijo lo mismo la vez que tomo demasiado y fue tan raro el sentir hasta la calidez de su mano