Sus ojos sobre mi X Jujutsu Kaisen

Capitulo 47

                                  Pov Gojo

—Que aburrido estoy!!— recostado con la cabeza colgando en la cama

Después de calmar mis ansías varias veces, siento que estoy perdiendo la cordura.

No puedo seguir así, tengo que verla.

Lanzo otra envoltura de dulce al piso.

Me paro rápido y noto algo curioso en el ventanal que da hacia la playa

—Interesante— una torrente de nubes se hace presente, se estremecen las paredes pero no es energía maldita

—¿Huracán? O tal vez un ciclón?— observo algunas sillas y sombrillas volando, se oscurece totalmente por la cantidad de arena.

—Creo que alguien está teniendo un mal rato — sonrío

Celular sonando

—Diga— los estúpidos peces gordos me fastidian

Una sonrisa traviesa se me marca en los labios.



—Claro , estoy interesado—.


                                     Pov Hiromi

Ya pasaron dos semanas desde aquella noche.


Nanami se comportaba distante, había veces que no me acompañaba a los hospitales que faltaban de atender, enviaba a los escoltas de mi padre.

Ni el ni yo mencionamos nada de lo que pasó esa anoche.

Me visto para salir a dar una ultima visita al hospital, tomo mis cosas y el ya se encontraba esperándome en la camioneta

Es algo confuso, siento que debería ser diferente, si bien es cierto que nunca me olvide él, no logro entender que es lo que siento ahora.

No pasaron ni 5 minutos y lo tengo regañándome como si fuera mi padre

Escucho que me pide que me comporte, que debo de seguir las reglas del hospital, ¿Para que? Debería de preocuparse de que se salven estás personas.

Lo miro y me sorprende lo mucho que ha cambiado, quizás los dos lo hicimos. Me aferro a la idea de verlo como hace años y es que cuando lo miro a los ojos veo ternura en ellos…



—BASTA, BASTA, BASTA!!— me exaspera


—PORQUE ME HABLAS EN ESE TONO!—

—NANAMI PORQUE ERES TAN… AHH! NI SIQUIERA DIRE LA PALABRA— camino rápido entre los pasillos y el va detrás de mi

—Hiromi no puedes estar ordenando que aíslen así a las personas!!—

Llego a un consultorio y le cierro la puerta en la cara.

“¡Porque le cuesta tanto entender!”

Me cruzo de brazos y pienso un momento, escucho que se abre la puerta

—Hiromi…—

—¿Qué quieres?—sin voltear a mirarlo ruedo los ojos

—Quiero que hablemos—

—¿Ah si? ¿De qué?—


—Tienes que entenderlo, tenemos lineamientos estrictos con lo referente a los civiles—

—¿Es todo lo que vas a decirme?—

El hombre cierra la puerta, duda en acercarse mas,

—¿Estas molesta por algo?—

—¿Deberia?—

—No lo se, pensé que quizás…— guarda silencio

—Nanami ¿que sucedió? osea pensé, creí que sería diferente—

—¿Que cosa?— la mira atento

—Nosotros , porque si pasó lo que pasó, nos distanciamos  más y más ?—

—Hiromi lo que pasó entre nosotros paso por las circunstancias que nos unían de años atrás, pero tú y yo ya somos diferentes— se acerca lento a su lado y le toma de la mano

—Mi trabajo es cuidar de ti, eres mi responsabilidad y yo...—

Me duelen sus palabras.

—¡¡Trabajo!! Me estás diciendo que después de lo que pasó entre nosotros sigues viéndome como un trabajo!!— le reclamo y aviento unas carpetas del escritorio

—Hiromi tu me dijiste que eso querías, una noche y te la di— dice en tono frío

Volteo a mirarlo, de nuevo me rompe el alma.


—Osea que porque te lo pedí lo hiciste?!—

—No,no me malentiendas solo quiero que me comprendas— se acerca a mi pero yo lo rechazo y salgo de ahí

Tomo mis cosas, me subo a la camioneta.

El se va en otro coche.

A toda prisa camino hacia a mi habitación, me encierro con llave y paso toda la tarde acomodando mis cosas, al día siguiente saldríamos a New York.


—¡¡Otra vez me dijo que era un trabajo!!— aviento una de las maletas al piso

Me siento en la cama y mi corazón vibra.

—Debo guardar la calma, me estoy acelerando demasiado—

Camino hacia el baño, abro la llave y me mojo un poco el rostro.

Veo algo diferente en mi.

—¿Qué demonios?!— tallo un poco mi rostro y me sorprende mi reflejo

Mis ojos van tomando un color violeta…

—Ese color es igual a…— me sorprende la puerta abrirse

—Estas bien?—

—Déjame sola si?— no le miro , en primera por coraje y en segundo estoy segura que se pondrá en histeria si me ve así.

—Hiro, si te pusieras en mi lugar no…—

—Creo que esa postura no te queda Nanami — tomo coraje y le digo en tono serio,

—Mira te voy a decir esto una sola vez, de ahora en adelante eres mi empleado, solamente mi guardaespaldas, es todo!!—

—Pero…—

—No hay nada más que decir, no quiero que esto se torne más insoportable—

—Bien, es tu decisión y la acepto—

—No Nanami mía no fue, tu tomaste la decisión por mi y la de sacarme de tu vida hace mucho, ahora solo te devuelvo el favor— levanto la mirada chocando con la suya, me mira un momento y se acerca

—¿Qué carajos?!— intenta tomarme la barbilla pero la quitó, camino hacia la habitación y sigo empacando

—Bueno, parece que al fin los estragos de usar mi técnica están saliendo a la luz...—

—No es por tu técnica, esos ojos son los de tu madre cuando…—

Deja de hablar al escuchar su celular.

—Si?—,

—Entiendo, un momento —

Me hace una seña de que saldrá a hablar al pasillo.

Me dejó caer en la cama y miro al techo unos segundos...

—Los ojos de mi madre eh?, entonces no hay vuelta atrás— suspiro.


Después de un rato entra de nuevo a la habitación.

—Necesito que termines de empacar, además que descanses—me mira y cruza los brazos

—Algo más?— sigo hablando cortante

—Tambien tengo que decirte que… tu padre ordeno un guardaespaldas más a los altos mandos, se dieron cuenta de que despertó una energía poderosa y temen que se salga de tus manos—

“Seguro es todo lo que le preocupa”, pienso y sigo empacando mis cosas del tocador

—Ellos que tienen que ver conmigo?—

—Se acercaron a tu padre, después de tu entrada al colegio—

Sinceramente en este punto no tengo motivo para sentirme mal al respecto, conozco a mi padre y se que si es un buen negocio dará mi cabeza…

Después de todo el siempre ha tenido un poco de temor de tenerme cerca o eso me ha dado a entender con su distanciamiento.

—Espera, dijiste otro guardaespaldas?—

—Si—

—¿Quien? —

—No me dieron esa información, pero nos encontraremos con él en New York—

—¿Él? Osea un hombre?— ruedo los ojos,

—Aun así yo seguiré a cargo de tu cuidado—

—Vaya que alivio y yo que pensé que me iba a deshacer de ti!!— digo algo irónica

Quizás se molestó por como cerró la puerta.

Cuando estoy juntando lo ultimo del tocador, me encuentro con algo.

—Me olvide de ti— tomo la rosa ya marchita que me había regalado Satoru

—Lo siento— beso la flor y ocurre de nuevo…

El cuarto es iluminado en una luz violeta, mientras la pequeña rosa retrocede en el tiempo, sus pétalos vuelven a  ser firmes y frescos, su tallo verde.