No sabía cómo actuar después de la confesión, tengo una mezcla de emociones impresionante, me desbordan. La angustia y el miedo me predominan.
Busqué a Virgi y a las chicas. Se ve que justo terminaron de orar, así que se acercaron para que nos fuéramos juntas. No dije ni una sola palabra hasta que estábamos como a veinte metros de la capilla.
-¿Por qué parece que vas a llorar? –Virgi rompió el silencio. -¿Tanto te mandaron a rezar de penitencia?
-No, no es eso. ¿Me pueden hacer un favor? Les doy mi billetera y alguna cruce a la farmacia esa de allá, yo me quedo con su mamá.
-Voy yo. ¿Qué necesitas, tía? –Dijo Cande. Tomé aire.
-Comprame un Evatest, creo que estoy embarazada. –Virginia y Cande me miraron serias, en shock y más ganas de llorar me dieron. Valentina soltó la carcajada.
-Ay, tía. ¿No sabés lo que es la menopausia vos? Mira si vas a estar embarazada.
-No, no Valen. Por la menopausia no me habría vomitado los geranios el otro día, ni se habría descompuesto en el avión, ni lloraría como llora por todo. ¿No se te pasó por la cabeza cuidarte? De Javier lo esperaba, es medio cortado verde, pero de vos Victoria, que sos siempre tan precavida.
-Virginia tengo casi cincuenta años, ¿qué me iba a imaginar esto?
-Después hablamos, me voy a comprar para asegurarnos. ¿La común o la digital, tía?
-La que dice las semanas, falta nomás que no me den los números. –Virginia me miró peor.
-Sos puta Victoria, eh.
No es que exagere, pero todo esto para mí es complicado y Virginia no colabora. No es algo que se me ocurrió antes de venir a confesarme, es una idea que me viene dando vueltas en la cabeza hace varias semanas, y si llega a ser cierto, va a complicar las cosas. Me da miedo por mi salud, por lo que puedan hacer los medios, por la decisión que pueda llegar a tomar Javier, por mi trabajo. Con pensar nomás en lo que me espera me dan ganas de llorar del agobio.
Lo siguiente tiene un dejo de risa.
Yo sentada en el inodoro, Virginia apoyada con medio culo sobre la pileta del baño, el test y el cronómetro al lado de ella y las chicas apoyadas en el marco de la puerta con otro cronómetro más.
-¿Falta mucho?
-Pasaron un minuto y medio recién, hay que esperar cinco.
-Los cinco minutos más largos de la historia. –Acotó Valen.
-Vicky, si llega a ser no hay nada para hacer, no es para tanto, si nos ponemos a ver no es nada malo.
-Un embarazo a mi edad, ¿vos sabés lo que significa? Para colmo el padre me trató de vieja.
-¡¿Javier?! ¿Sabe él que estás con un atraso?
-No, del cura hablo. No seas boluda Virginia.
-Pero lo lógico sería que Javier sepa algo, en un minuto vamos a saber si va a ser o no padre. –Agregó Cande.
-Hay muchas cosas en medio que hay que tomar en cuenta, y que justifican por qué no le quiero decir ahora.
-Vicky, a ver. Primero en principal levántate los pantalones porque ni yo ni las chicas tenemos por qué verte la cotorra. Segundo, ¿qué mejor que se entere ahora? Así le corta el mambo de una vez a Fátima. Sino vaya a saber hasta cuándo va a estar dando vueltas para dejarla. –Los cronómetros sonaron. –Vos lo tenés que ver primero.
Virginia dio vuelta la cara, me lo dio y desactivó mi cuenta atrás. Lo miré procesando y no procesando la información a la vez. ¿Es real toda esta secuencia? Positivo, de tres a cuatro semanas.
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La fórmula para presidir tu corazón
FanfictionLa chica tradicional, su mejor amigo rockero. La fórmula presidencial más polémica de la historia, desleales a sus corazones pero no a sus compromisos. ¿Qué se ocultan?