Capítulo 5: Secreto a voces.

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Fátima vino antes del mediodía. Justo mientras yo escondía cosas que Vicky se dejó acá ayer.

-¡Mi amor! Acá llegué. –Gritaba haciendo énfasis en cada vocal y haciendo que cada palabra durase el doble del tiempo promedio. –Mi amor, ¿dónde estás?

-Estoy yendo, estaba en la oficina. Hola Fati. –Se venía para donde estaba con los brazos abiertos. La abracé intentando darle un beso en el cachete.

-Ay mi amor, ¿qué te pasa? Dame un beso. –Sin ganas le di el beso. Sintiéndome en falta con Vicky. En cierto punto esto sería como meterle los cuernos. –Tengo planes, ¿adiviná qué? Estuve hablando con Sandra y conseguí entradas para el imitador de Sandro. ¡¿No es genial?!

-Sí mi amor, es un planazo.

Comimos y le dije que me iba a acostar un ratito, buscaba un ratito solo, no paraba de pensar en Vicky. Al no dormir prácticamente nunca la siesta, se le hizo raro, y me siguió. Busqué acostarme dándole la espalda, pero fue imposible, me empezó a cargosear y a buscar que tengamos sexo.

-No Fati, ahora no. no tengo ganas. Quiero acostarme a dormir.

-¿Dónde estuviste anoche? Tenés cara de desvelado. –Si supiera lo bien que dormía noche con Vicky.

-Me fui a jugar las cartas con Toto y Santi. Y nos quedamos tomando hasta tarde mientras jugábamos al truco.

Es bastante boluda, pero no tanto como para no sospechar de mis actitudes y el relato. Así que estuvo arriba mío todo el día. Veía que me llegaban notificaciones de Vicky cada tanto, y las deslizaba antes de poder leerlas.

-¿Qué pasa con Vicky? Contestale.

-No le voy a contestar. Me está escribiendo por cosas del trabajo y yo me quiero tomar el finde.

Traté de cambiar de tema, y medio que cedió.

Entre medio de todas las distracciones me pidió que hiciéramos el amor. Yo ganas de coger no tenía, pero cerraba los ojos pensando que la que me manoseaba era Victoria, que la que gritaba era ella, que la montaba a ella. Y ahí sí pude hacerlo, terminé y caí a la cama.

-Ay, Vi.

-¿Qué? ¿Cómo dijiste Javier?

-Vida, mi vida. –Puta que me parió. –Nada más que suspiré justo, me cansé. Me voy a bañar, me dijiste que viene Sandra en un rato.

Cuando salí de la ducha estaba solo, Fátima ya estaba en el living con Sandra. Saludé, y mi novia se fue a bañar, dejándome solo con mi mejor amiga.

-¿En qué andas vos? –Dijo inspeccionándome con la mirada.

-¿Por qué?

-Me contó Fátima que estás re en otra, que no le das bola. Mírame bien. –Me hice el boludo. –Javier mírame a los ojos. Vos estás enganchado con otra. –Bajó el tono de voz.

-Sh, nada que ver.

-Javi, dale. No le voy a decir nada.

-Sí, la quiero dejar. Pero no quiero que se entere que estoy enganchado con otra.

-Y esa otra, ¿es la vicepresidente de la República? –Se me paró el pecho al escucharla.

-¿Te contó?

-No, pero sus miradas en las reuniones de gabinete dicen mucho más de lo que ustedes piensan. Sospechamos todo el gabinete, pero ni yo ni ninguno va a decir nada, porque siéndote sincera, Victoria nos parece mejor opción.

Antes de irme a dormir me fui al baño, entré a WhatsApp viendo el último mensaje que me mandó Vicky, vio algún video del teatro y ahora está enojada. Seguro. La entiendo.

La fórmula para presidir tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora