Javier estaba pasado por agua, sin exagerar. Yo me había mojado un poco, la verdad. Así que todo el trayecto hasta Olivos lo hicimos con la calefacción alta, hacía un frío a cagarse. Igual, en medio paramos en casa, porque yo también me tenía que cambiar, y lo que tengo en Olivos no es acorde.
Yo tenía ganas de ver a Milton, pero estábamos con el tiempo encima. Kari nos vio llegar y se cruzó, teníamos que esperar a que se cambiara Javi solamente.
-¿Cómo les fue? –Preguntó.
-Re bien, se quedaron los chicos al final. Hubo un mambo ahí con ruidos que escucharon y unas marquitas. Pero bueno, les hicimos entender. Ah, hermosa la cartera, muchas gracias.
-No hay de qué. Y hablando de marcas, acomódate la camisa y el saco a ver si se disimula un poco. ¿Querés que busque corrector de un pique y te cubra?
-No, así nomás. Total no creo que se note tanto. Dudo que se vayan a fijar en eso, justamente. Che, ¿te invitó tu hermano a almorzar hoy o no te dijo nada?
-Me invitó, pero yo tenía otro compromiso, quería aprovechar que lo estabas entreteniendo para entretenerme yo también.
-Vos avísame, cuando vos necesites yo lo entretengo. Y si yo por esas casualidades no estoy, los mando a mis sobrinos a entretenerlo. –Nos reímos.
-Se llevan re bien, a mí me llamó la atención lo contentos que estaban cuando lo vieron.
-Lo aman.
-A Javier le encantan los nenes, ama estar con chicos, viste que se porta como uno. –Nos reímos.
-¿Nunca quiso ser papá? ¿O no puede?
-De poder tengo entendido que puede. Bueno, al poquito tiempo que me enteré lo de ustedes le hice una tirada de las cartas a él y a Fátima y me dieron a entender que venía un bebé en camino, pero no pasó. El tema es que nunca se le dio con las parejas que tuvo, además de que tiene miedo de ser como nuestros viejos, cosa que creo que no. Pero bueno, ese fue un sueño que él siempre tuvo y que le daba miedo.
-Qué lástima. –No le puedo decir que él va a ser papá, y que las cartas tienen razón, no me da. –Viste que los chicos hablaban de las caballerizas, hoy estuvimos andando a caballo, no se nos murió ahí de milagro. Los críos me jugaban carreritas y este gritaba y puteaba del miedo.
-Es cagón, pobrecito. –Cada vez que charlamos nos cagamos de risa. Somos medias parecidas. –No te conté, vos vieras cómo se puso cuando estuvimos en el sex shop de Miami, salió colorado de la vergüenza que tenía. Nunca estuvo en un lugar así.
-¿Vos sí?
-Sí, un par de veces. Bueno, ya que estamos en confianza te cuento. –Espió asegurándose de que Javi no viniera. –Hace desde principio de año que estoy en un trío con dos ministros, algo que mi hermano no sabe porque sino nos fusila a los tres, pero bueno. Vos sabés lo cercano que es a Caputo y a Sandra.
-Me jodes. ¿Con ellos? ¿Con juguetes y todo?
-En serio te digo, Vicky. Con disfraces y todo.
-Me muero. Igual vos tranqui que yo no digo ni una palabra.
-¿Volvés para acá con nosotros, después de la reunión Vicky? –Venía por el pasillo terminando de acomodarse el traje.
-Sí mi amor, lo extraño a Milton.
-Uh, pero volvemos de noche. Quédate a dormir y mañana lo vamos a ver.
-Bueno, vamos yendo que llegamos tarde. –Dijo mi cuñada encarando para la puerta.
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La fórmula para presidir tu corazón
FanfictionLa chica tradicional, su mejor amigo rockero. La fórmula presidencial más polémica de la historia, desleales a sus corazones pero no a sus compromisos. ¿Qué se ocultan?