Tercer día de trabajo, Javi tenía una reunión. Yo hoy tengo varias cosas, no me podía traer a las criaturas para acá. Y Virgi necesita practicar, se los llevó ella.
Igual fueron dos horitas solamente, cerca de las diez me avisó que Javier le dijo que ya estaba en casa de nuevo. A ese le pedí si no me podía traer una carpeta con unos papeles.
Dejé el celular después de que me contestó. Terminé la taza de café de un solo sorbo. Y cuando fui a girar la cabeza para mirar la computadora, entra Guada medio rara. Parecía que hubiera corrido.
- Victoria. –Tomó aire, regulando la respiración de nuevo.
- ¿Qué te pasa? ¿Te viniste corriendo desde la cantina?
- Desde la cantina no. Escuchame, ¿viste que hay una visita de un colegio? Bueno, ¿es Tincho el que está?
- No, no está.
- Vicky, lo vi. Te juro que está acá.
- Pero yo no le firmé ninguna autorización ni nada. No es él.
- Mira, loca estaré. Pero alucinaciones no tengo. Vamos a ver.
- Bueno, dale. Vamos a ver.
Dejé todo, y la seguí.
Martín Villarruel
Hace un par de semanas que veníamos trabajando en clase sobre la constitución, los tres poderes y qué se yo, pero centrándonos en el poder legislativo. A la profe le pareció adecuado terminar esto con una visita al congreso.
Al principio me pareció piola, principalmente porque se supone que mamá tendría que estar de licencia todavía. Pero cuando me enteré que volvía, dejó de parecerme tan bueno.
No me simpatiza mucho la idea de ir con todos al laburo de mi mamá, porque los conozco, y sé que voy a estar incómodo.
Después la pensé un toque, y si hago que el papi me la firme, capaz mamá no se entera. Probaré.
Entramos al congreso a eso de las diez. Iba atrás, medio escondido con los más altos. Cosa de que no me reconozca nadie. Vengo seguido.
Hice el recorrido con todos, pero andaba medio paranoico, mirando para todos lados, cosa de que no me reconozcan.
Íbamos para el lado del salón azul. Y veo una cara conocida parada, mirando directamente a la multitud. Una señora chiquita. Guada. Me di cuenta que era ella, principalmente porque cuando cruzamos miradas, se fue con un paso ligero.
Cagué.
Esperé un par de minutos, y como vi que no venía nadie, me relajé un poco. Me puse a hablar boludeces con los chicos.
- Según dice el guía, pasamos a la cámara alta. –Benja andaba al frente.
- Hablando de la cámara alta. –Ya sabía por dónde venía el comentario de Felipe. -¿Tu vieja está?
- Calculo que sí. A lo mejor está en la rosada.
- ¿Qué? ¿No está la todísima? –Lo miré solamente a Lucas.
- Boludo, es mi mamá. Un toque de respeto.
- ¿Qué culpa tenemos que sea tan linda? Sabés cómo se la meto toda en todas las posiciones.
- Na, no empiecen con eso. Es más, los llega a escuchar alguno y mi mamá se va a enterar.
- Escuchá, cortemosla porque el Tin se enoja. Vamos a sentarnos ahora donde sesiona la vice. –Le puso una mano a Lucas en el hombro.
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La fórmula para presidir tu corazón
FanfictionLa chica tradicional, su mejor amigo rockero. La fórmula presidencial más polémica de la historia, desleales a sus corazones pero no a sus compromisos. ¿Qué se ocultan?