En la oscuridad

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Ooc
R18, humor

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Shōto abrazó su cuello con deseos de juntar sus cuerpos lo mejor posible, poder sentir a la perfección esos brazos pasarse por su cintura mientras él se niega a soltarlo.

Soltó un gemido. Izuku había bajado su mano hasta su trasero para, con suavidad —pero excitación—, comenzar a amasarlo como si fuera lo único que pudiera hacer, dando dos palmadas en sus glúteos antes de que él entienda el mensaje y abrace la cintura contraria con sus piernas, su espalda chocando bruscamente con la pared en el proceso.

¿Había un lugar mejor para hacerlo que el cuarto de limpieza? No, definitivamente no. No cuando Shōto tiene ese fetiche de hacerlo en lugares públicos e Izuku no se niega ni una vez en cumplir sus fetiches.

Sus lenguas estaban en algún tipo de guerra, interesadas en saber quién ganaría y quién exploraría la boca de quién a su antojo, hasta que les falte el aire y deban separarse leves segundos para luego volver a tomar control de sus bocas de forma desesperada, preparándose para lo que harían después de todo eso.

Shōto abrió involuntariamente la boca con un gemido placentero, Izuku había mordido su labio en un intento de que abriera la boca, y realmente funcionó, porque luego sintió la lengua contraria tomar control de su cavidad bucal.

Un hilo de saliva salió de su boca, deslizándose por su mandíbula hasta perderse por su cuello.

—Ah..~ I-Izuku... —emitió mediante el beso, intentando apartarlo y poder tomar una bocana de aire, porque sus  pulmones se encuentran literalmente rogando por ello.

Luego de pellizcar su hombro, finalmente lo dejó respirar, solamente rozando sus labios entre ellos mientras sus respiraciones agitadas se hacían presentes.

—Oh, doll.. no tienes idea de lo bien que te ves. —susurró el pecoso, su voz grave haciéndose presente y logrando ponerle la piel de gallina.

—No tienes que.. decírmelo cada que me ves de esta manera.

—Je, a alguien se le está subiendo la autoestima, ¿eh?

El bicolor negó con la cabeza, una sonrisa haciéndose presente en sus labios mientras acercaba sus labios nuevamente, envolviéndose en un nuevo beso que fue mucho más brusco esta vez.

Y aunque la oscuridad del lugar no le permitía mucho la vista, podía ver a la perfección esos ojos esmeraldas brillar con lujuria en la oscuridad del cuarto.

Mhm..

Cuando sintió la mano musculosa del pecoso, supo inmediatamente que el juego se había terminado, y que estaban a nada de sentir el verdadero placer.

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𝗗𝗘𝗞𝗨𝗧𝗢𝗗𝗢 || OneShot's/DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora