𝗗𝗘𝗞𝗨𝗧𝗢𝗗𝗢 || OneShot's/Drabbles

No se acuerda

› AU omegaverse
› Pérdida de memoria
› Humor/drama/fluff
› OOC
› IzuMeli (Izuku x Melissa)

Shōto le quiere cortar el cuello.

¿A quién? Ni idea.

No sabe si matar a Izuku o a Melissa. O a Hitoshi por traerlo a este lugar donde casualmente se encontraron con los primeros nombrados.

Cortando las verduras con la mirada fija en los otros dos, Shōto se mantenía con una mueca —demasiado notoria— de total desagrado. Intentaba disimular, pero era extremadamente imposible no demostrar su disgusto al verlos tan cerca.

Hace un par de meses Izuku sufrió un accidente automovilístico —cabe aclarar que en esos momentos ellos dos estaban en una relación—, y por suerte pudo salir vivo. Lastimosamente perdió la memoria, confundiendo a Shōto con un doctor y diciendo que no lo conocía para nada. Esto claramente causó tristeza en Shōto, quien, a pesar de tratarlo, no pudo hacer recordar a Izuku quien era. Y su madre adoptiva aprovechó esto al máximo para hacerlo distanciarse por completo del bicolor debido al desagrado que le tenía.

Y bueno, lo demás es cuestión de adivinarlo. Shōto con el paso del tiempo creyó que lo mejor sería dejar de insistir. No tendría caso tratar de hacerlo recordar. Por lo que dejó a Izuku en paz y decidió hacer su propia vida.

El caso es que, había quedado con Hitoshi para ir a un concurso de cocina en el que trabajaba un gran amigo suyo, y fue una gran sorpresa para ambos encontrarse con el alfa pecoso y su ex novia.

—Shōto, estás cortando las verduras como si estuvieras acuchillando a alguien.. —Hitoshi pensó que lo mejor sería quitarle el cuchillo de las manos, por lo que eso hizo, a pesar de escuchar una queja del bicolor.

—Vamos Toshi, no seas exagerado.

—No soy exagerado, lo digo enserio. Me da miedo cuando te pones así, pareces un asesino de serie y no me gusta nada.

Shōto rodó los ojos al escuchar su respuesta, dejando que Hitoshi corte las verduras por sí mismo.

Observó de reojo a los otros dos, Izuku cortando las zanahorias mientras escuchaba las indicaciones de Melissa, quien buscaba un tazón en la alacena para colocar las verduras dentro.

Las demás personas hacían lo mismo, pero mucho más tranquilas.

—¿Falta algo?

—Cebollas.

—Córtalas tú mientras yo busco un sartén. Con cuidado —lo señaló antes de buscar dicho objeto.

Bufando, Shōto comenzó a cortar las cebollas poco a poco. Sus ojos se humedecieron levemente, tomando un color rojo mientras se sobaba la nariz de vez en cuando.

—¿Eh? ¿Qué le pasa, Shōto? —el cocinero se acercó con curiosidad al ver sus ojos llorosos.

—E-Es que.. la cebolla me hace llorar, n-no es nada.

Y es cierto, cada que corta cebollas se pone a llorar. No es de esas personas que lloras así como así sin alguna razón.

Izuku lo miró curioso.

—Ten —le extendió un pañuelo.

Pero Shōto lo agarró y dejó lejos de él.

—No hace falta, e-estoy bien.

—Pero.. estás-

—Déjalo, es inútil —Hitoshi rueda los ojos ante el comportamiento infantil de su acompañante, ganándose una mala mirada por parte de este.

Izuku asintió sin más, encogiéndose de hombros.

—¡Oh, Izuku-kun! ¿Recuerdas cuando cocinaba katsudon para tí? Siempre llegabas a casa hambriento y lo único que pedías era katsudon.

La molesta voz de Melissa hizo cabrear a Shōto, quien se dedicó a repetir sus palabras en voz baja y un tono fastidiado.

¡No entiende qué ve Izuku en esa chica! Es una total doble cara, se cree mucha cosa solo por saber cocinar sin llegar a quemar la cocina. ¡Él también puede hacerlo! Claro que.. la comida le queda horrible al final, ¡pero eso no importa!

—Yo.. no lo recuerdo.

—No se acuerda —habló Shōto luego de escuchar la respuesta del pecoso—. Perdió la memoria y no recuerda nada, pobre.

—¿Y tú cómo sabes eso? —cuestiona ella, tratando de sonar amable.

—Yo estaba ahí —aclaró con una sonrisa “orgullosa”, como si fuera un gran logro el haber estado en compañía del alfa en ese momento.

Melissa asintió mientras hacía un mohín que Shōto notó perfectamente.

Izuku terminó de cortar los vegetales, pasándoselos a Melissa para que esta los echase en el tazón y los revolviera ligeramente. Luego preparó la sartén y los dejó dentro de esta.

Shōto observaba atentamente cada uno de sus movimientos, tratando de hacerlo mejor que ella. No era una noticia que era un desastre en la cocina.

Todo iba genial, hasta que...

—¡Ah, fuego, fuego!

La sartén en la que trabajaba la chica literalmente estaba en llamas, todos dieron un brinco por el susto. Y antes de que Izuku pudiera hacer algo, Shōto actuó antes.

—¡Oh, diablos! —se acercó con un cubo lleno de agua, y, en lugar de dejarla caer en la sartén, le lanzó el agua a Melissa intencionalmente.

Hitoshi tuvo que taparse la boca para no soltar una carcajada ahí mismo, dándose la vuelta mientras se tapaba la boca.

La rubia reaccionó con un chillido ante la temperatura claramente fría del agua, quedándose en shock.

Shōto no se veía nada arrepentido. Pero hizo una mueca de fingida sorpresa.

—¡Como lo siento, no te había visto, lo siento mucho!

Melissa frunció el ceño, diciéndole que estaba bien y que no se preocupara, tratando de alejarlo. Agarró la toalla que Izuku le extendía y salió de ahí con vergüenza.

«Eso fue definitivamente satisfactorio»