-Conjunto de Drabbles y One-Shot's de esta hermosa parejita.
[ᜊ] Top: Izuku Midoriya. Bottom: Shōto Todoroki.
[ᜊ] ¡Advertencias contenidas en los capítulos!
[ᜊ] Diferentes AU's
[ᜊ] Ooc ( Out of characters )
»Los personajes no me pertenecen, cré...
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—Izuku~ me estaba preguntando si tal vez podríamos salir hoy en la noche, escuché por boca de Yaomomo que abrieron un nuevo restaurante y-
—No quiero.
Y ahí está, tan seco como siempre.
Pudo haber dicho “No puedo” pero no, tuvo que decir “No quiero”. Siendo claro su disgusto en aquella propuesta de salida.
Sin embargo, eso no entristeció a Shōto en lo más mínimo.
—Oh, entonces tal vez mañana, es sábado y tenemos más tiempo. —volvió a proponer, esta vez con la esperanza de que aceptará.
Tan ilusionado como siempre.
—Mierda, Todoroki. ¿Acaso no entiendes? Te acabo de decir que no quiero, ni ahora ni nunca. —dejó lo que estaba haciendo en su cuaderno de notas para mirarlo con molestia.
El bicolor entreabrió la boca, entre confuso y curioso por saber la razón por la cual el peli morado no acepta salir con él. ¡Lleva más de un año insinuándose hacia él! E Izuku ni caso, nunca le presta atención a sus comentarios bonitos sobre su personalidad o sus habilidades impresionantes.
Se escuchó una risa de fondo, probablemente proveniente de Eijirō quien veía la escena desde su pupitre con burla, seguido de su mejor amigo Denki quien siempre lo acompañaba en sus idioteces.
Shōto les lanzó una mirada enojada.
—¿De qué se burlan? Porque si no se han dado cuenta ni Hitoshi ni Ashido-chan les prestan un poco de atención, idiotas. —musitó con arrogancia.
Los dos lo miraron con molestia al hacer mención de sus intereses amorosos.
Shōto es consciente de que Mina es lo suficientemente seria y fría como para tomarle importancia a la presencia de Eijirō, y que Hitoshi siente atracción hacia Neito —su segundo mejor amigo— y no hacia Denki. Para mala suerte de ambos, ellos también son ignorados por sus enamorados. Así que andan igual y no tienen razones para burlarse.
—Maldito.. —murmuro Eijirō, Shōto en respuesta le mostró él dedo corazón con una sonrisa triunfante.
—¡Punto para Shōto-san! —alzó la voz Momo desde la última mesa en aquella formación, con una risa arrogante y que muchos clasificarían como la de una loca.
Shōto le agradeció a su mejor amiga con la mirada, ambos siendo tan cómplices como siempre.
Luego volvió su mirada hacia el pecoso, quien lo miraba de brazos cruzados y el ceño fruncido.
