𝗗𝗘𝗞𝗨𝗧𝗢𝗗𝗢 || OneShot's/Drabbles

¡Las ventanas!

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Izuku cerró la puerta al entrar en casa finalmente, soltando un largo suspiro cansado mientras se apoyaba en la puerta con pesadez. Lidiar con reporteros todo el día no es nada agradable a decir verdad... mucho menos si dichas personas intentan sacarte tanta información de forma irrespetuosa. ¿Habrá algún día en el que lo dejen en paz? Posiblemente no.

Por primera vez en el día, se permitió relajar sus músculos, cerrando los ojos y dejando que la paz dentro de su hogar lo calme un poco. Llegar a casa luego de un largo día de trabajo es una de las mejores sensaciones para él... mucho más cuando tiene a alguien tan especial esperándolo.

Dirigió su mirada a todas partes, buscando con la mirada a su pareja. Al no encontrarlo en alguna parte de la planta baja, comenzó a subir las escaleras, pensando que tal vez estaría en la habitación que comparten.

Y efectivamente, Shouto estaba ahí.

Se le veía entretenido en su labor de doblar las prendas dentro de un sesto lleno de ropa recién lavada y obviamente seca, dejando la ropa ya doblaba sobre la esquina de la cama con delicadeza. Izuku sonrió inevitablemente al escucharlo tararear, portando esa tranquilidad característica en él, como siempre.

—Cuando dijiste que tendrías el día libre, creí que aprovecharías para hacer alguna otra cosa —dijo de repente, llamando la atención del contrario.

—Oh, Izuku. Por fin llegas.

—Sí, tuve unos... problemitas con los reporteros. Son demasiado insistentes —Shouto dejó un beso sobre su mejilla con dulzura, sonriendo ampliamente.

—Ya sabes cómo son, lo mejor es no tomarles importancia y mantener la calma —sugirió.

—Quisiera tener la calma que tienes tú con respecto a eso...

El Todoroki menor solamente negó con la cabeza ante su respuesta, diciendo que no es algo por lo que deba preocuparse realmente.

—¿Has comido algo?

—No, en realidad.

—En ese caso sí puedes comer katsudon.

—Aunque hubiera comido algo hace rato comería katsudon de todas formas —le hizo saber, acercándose para ayudarlo a doblar la ropa.

—¿Hay algo que se pueda hacer para impedirlo?

—Mhmmm... quizás un beso en mis labios pueda hacerlo —se encogió de hombros, viendo al bicolor parpadear un par de veces hasta que comprendió lo que le pedía directamente.

Shouto se puso de puntillas, debido a que Izuku había ganado más altura que antes con el paso de los años, y se había vuelto el más pequeño de los dos para su mala suerte. Para Izuku eso es un regalo de la vida, porque, ¿hay algo mejor que ser más alto que tu pareja? Posiblemente, pero Izuku quiere creer que eso es algo por lo que deba festejar día y noche.

Tomándolo de las mejillas, Todoroki le plantó un realmente largo beso que le sorprendió. Él había esperado un beso rápido y dulce como de costumbre... sin embargo, parece ser que Shouto cada vez lo sorprende más. Se obligó a agacharse un poco cuando sintió la lengua del bicolor adentrarse sin previo aviso a su boca, jugueteando traviesamente con la propia.

Sus mejillas se encendieron como si del cabello de Kirishima se tratara, e incapaz de hacer algo para detener el contacto entre sus bocas, no hizo más que corresponder torpemente al beso. Aún era algo inexperto en eso, pero trata de hacer lo mejor que puede para seguirle el ritmo a Shouto.

Estaba dispuesto a continuar, pero se percató de algo muy importante.

Las ventanas.

Su mirada se dirigió rápidamente hacia las ventanas de cristal justo frente a ellos, permitiendo la vista al interior de aquella habitación y al espectáculo entre ambos.

Estiró su brazo lo mejor que pudo, corriendo las cortinas e impidiendo la vista al interior. Y aunque luego se hizo algo oscuro para sus ojos, no hizo el amago de retirar las cortinas por nada del mundo.

Y luego cayó de espaldas a la cama sintiendo una presión en su regazo.