William

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› au sin quirks
› omegaverse
ooc
› humor, drama, fluff, soft
› personajes +18
› mención shinkami

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Shouto se mostró agotado, caminando con desgano por la terraza mientras exprimía hasta la última gota de agua en su sudadera color azul cielo, murmurando incoherencias.

Detrás suyo, Izuku venía con un semblante serio y también agotado, metiendo las manos en los mojados bolsillos de sus pantalones sin nada más qué hacer.

La vida no los trata muy bien...

Además de olvidar que ya habían avisado que llovería en el pronóstico del clima, también olvidaron totalmente la llave de la puerta delantera en el trabajo. ¿Culpable? Shouto. Estaba demasiado ocupado ayudando a sus amigos en las tareas de estos que olvidó agarrar las llaves antes de marcharse a casa.

Sí, basta con decir que ahora mismo lo único que desean es tirarse cada uno a su respectiva cama y no despertar en toda la noche. Desgraciadamente el destino está en su contra.

—¡¡Oh, demonios!! ¡Esto no puede estar pasando! —Shouto se golpeó la frente con la palma de su mano, sin poder creer lo que veía.

—¿Qué ocurre?

—¡La maldita puerta del patio trasero también está cerrada! Sabía que debía haberla dejado abierta en la mañana, ¡mierda! —maldijo en voz alta, causando una mueca de enojo e incredulidad en el rostro contrario.

—De ahora en adelante sé que debo ser yo quien se encargue de las puertas... —farfulló, observando el interior de su hogar a través de las puertas de cristal que impedían su paso dentro de la casa.

—Te juro que no tenía idea de que algo así pasaría...

—Ya, ya. Mejor deja de culparte y cálmate, ya encontraremos una manera de entrar —el alfa se tranquilizó un poco, suspirando con resignación.

Shouto lo observó tomar lugar en uno de las sillas frente a la mesa de madera clara y suave, sin verle remedio a quejarse de la situación. Se quitó la chaqueta, dejándola sobre la mesa.

«Sí, es culpa mía»

De alguna manera, se siente estúpido al arruinar el día de Izuku. Sabe que lo hizo porque, desde la mañana lo ha estado fastidiando con sus quejas y comentarios ofensivos hacia sí mismo, diciendo que no puede hacer nada bien. Eso además de dejar caer café accidentalmente sobre unos documentos que el pecoso debía revisar y que desgraciadamente se vió obligado a imprimir nuevamente en un intento de que el alfa no se molestara con él. Aunque Izuku le prometió que todo estaba bien y que solamente había sido un accidente, pero él no lo escuchó y comenzó a culparse internamente a causa de su torpeza.

Bueno, la culpa de estar profundamente enamorado del pecoso y ponerse nervioso cada que está cerca suyo no es su culpa. En este caso, el culpable es Izuku por haberlo enamorado en menos de un mes.

Estaba a punto de tomar asiento en una de las sillas igualmente, dispuesto a pensar en una solución para este pequeño problema, pero antes de poder hacerlo, un ruido proveniente del interior de la casa llamó su atención. Abrió los ojos en grande al ver algo que lo aterrorizó de inmediato.

—¡Oh no, no, no! —negó repetidas veces, observando con horror al gato que se dirigía con lentitud hacia la pecera sobre la mesa, donde se encontraba su querido pez dorado de nombre William—. ¡No, gatito, oye! ¡No te atrevas a hacer lo que tengo por seguro que vas a hacer!

𝗗𝗘𝗞𝗨𝗧𝗢𝗗𝗢 || OneShot's/DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora