Mi padre es Harry Styles

¿¡Dos bebés?!

Eleanor;

Emma y yo habíamos salido del hotel, y era por algo especial...

¡Iríamos a la primera ecografía!

- Emma..., tengo que contarte algo- le dije mientras comenzaba a conducir.

Ella me observó y sonrió, haciendo que sus hermosos hoyuelos aparecieran.

- ¿Qué?- me preguntó.

Sonreí y tomé aire.

- Iremos a la primera ecografía tuya..., quiero decir..de la bebé..., que bueno, practicamente eres tú, pero...-

- ¿Enserio?, ¡es genial!- exclamó.

Sonreí y suspiré aliviada, esta situación era algo extraña..., iría con mi hija del "futuro" a observar la primera ecografía de ella misma.

¿Loco, no?

Solté unas risas y me puse mis anteojos de sol, luego concentré mi vista en el camino, de seguro esta sería una tarde genial.

(...)

Emma;

Mamá se encontraba recostada en una pequeña camilla, mientras que yo estaba sentada a su lado.

- Hola, soy el doctor James Ross, y seré su obstetra- dijo un hombre mientras entraba, era de mediana edad y traía una bata blanca.

Mamá y yo lo saludamos, luego comenzó a realizar la ecografía.

Una imagen en blanco y negro se proyectó en una pantalla, no lograba identificar nada en esa imagen, era como una pintura antigua de picazzo, pero sin colores.

Sonreí, e inmediatamente comenzó a sonar un sonido parcido al de un tambor.

- Esos son los latidos del bebé- dijo el doctor mientras apuntaba a la pantalla.

Los ojos de mi madre se aguaron y luego me observó.

- Quiero decir..., de los bebés- aclaró el doctor James mientras nos dirigía una sonrisa emocionante.

Abrí mis ojos asombrada y miré al doctor, fruncí el ceño al igual que mi madre.

- ¿¡Dos?!- dijimos ella y yo al unísono.

El asintió felizmente y continuó.

- Así es, señorita Calder, usted será madre de mellizos. Una niña y un varón, y ambos se encuentran en perfecto estado-

Noté como sus ojos se perdían en la pequeña imagen...

¿¡Desde qué momento en este remoto mundo yo tuve un mellizo?!

Mi respiración se aceleró, me levanté y salí del lugar, me adentré en los pasillos del hospital y me senté.

- Vaya..., ¿un hermano?- me susurré a mi misma mientras hundía mi rostro en mis manos.

Era practicamente imposible. Nunca había sabido de la existencia de otro bebé, y mi padre tampoco lo había mencionado... Al no ser que ese bebé haya muerto y mi padre nunca lo haya sabido...

Qué extraño.

- Disculpa, ¿te encuentras bien?- me preguntó una enfermera mientras pasaba por mi lado.

Asentí levemente.

- Te encuentras pálida, ¿necesitas un doctor?- insistió.

Sonreí y negué, un doctor era lo último que necesitaba en este preciso momento.

Tomé aire e intenté tomar calma.

"Ambos bebés se encuentran en perfecto estado" Estaba recordando esas palabras del doctor James, me volvería loca.

Derrepente sentí una suave mano tocar mi hombro, me volteé asustada y ahí estaba mi madre con un disco en la mano.

- Traje la ecografía grabada..., por cierto, ¿tenías un mellizo y no me habías contado?- me preguntó algo confundida.

Suspiré.

- No sabía sobre eso.., quiero decir, nunca supe que tenía un hermano-

Ella frunció el ceño.

- Espera..., ¿él no vive contigo y con Harry?-

Negué.

- En el 2030 solo somos él y yo. Nunca nadie me había hablado de la existencia de otro bebé- susurré.

Ella asintió mientras miraba a las personas pasar, luego acarició mi espalda y me observó directamente a los ojos.

- Escucha, Emma...- susurró.

- Por el bien de Harry, quiero decir, de los 2 Harry's, será mejor que no le digamos nada al respecto sobre el segundo bebé...-

- ¿Por qué?- le pregunté.

Ella agachó la mirada y suspiró.

- Por lo que me estoy dando cuenta..., ese bebé de seguro morirá el día de su nacimiento..., y no me gustaría ilusionar a Harry con un hijo que no existirá...., suena triste, pero es lo más justo- susurró.

Asentí.

- Pero hay algo que no entiendo, si el bebé se encuentra en perfecto estado, ¿por qué moriría?- le pregunté.

Ella negó tristemente.

- No lo sé, es tan extraño..., ¿Estás segura de que Harry nunca te dijo nada sobre esto?-

Asentí y comenzé a pensar.

¿Un mellizo?
¿Se supone que al nacer no existirá?

Todo era tan confuso...

Una sonrisa se formó en el rostro de mi madre, luego me miro alegremente.

- ¿Pero sabes?, tengo a mi princesa y eso me basta- dijo mientras acariciaba mi pelo.

Sonreí y me apoyé en su hombro, observé el disco, era plateado y brillaba, y dentro de él contenía un video mío y de otro bebé que según lo que sé, moriría en mi nacimiento...

O eso creo.