Amor en silencio (1) -Visenya Targaryen

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Cuando la reina Rhaenys Targaryen murió dejo como legado dos hijos, Aenys el primogénito del rey Aegon y a su pequeña Daenys que es el vivo recuerdo de su madre. La niña era tres días del nombre más grande que su medio-hermano Maegor y 1 día del nombre más joven que su hermano Aenys.

Debido a que Aegon se encerraba en la capital con los hijos dados por Rhaenys dejando a Visenya en Rocadragón junto a su hijo Maegor, mucha relación no pudo tener hasta que un cuervo llego de la isla donde el mismo príncipe Maegor con una letra primeriza avisaba que ya podía leer y escribir. Desde ese momento Daenys se encargó de mandarle una carta por semana a su medio-hermano y cada una luna a su tía Visenya para poder mantener una relación.

El rey Aegon temeroso a lo que podría pasar con su dinastía, comprometió a su hija Daenys con su hijo Maegor para unir la sangre de sus dos esposas, pero no contaba con el hecho de que la salud de su primogénito y heredero empezará a empeorar. Toda la familia real y la corte se trasladó a Rocadragón mientras agrandaban la Fortaleza, Visenya no podía estar feliz con la noticia, sus días de paz terminarían para encontrar las quejas de su hermano-esposo y sus lamentos.

—Nombra a Maegor como heredero —propuso en una de las noches que Aegon visito sus aposentos para expresar sus miedos —Aenys no vivirá, nada ha funcionado.

—Luego de Aenys viene Daenys en la línea de sucesión, esposa. Maegor será consorte, no gobernante.

Eso hizo que Visenya agarrara un poco de odio hacia su sobrina. Aegon es el hermano de en medio, en cambio ella es la mayor por lo que la corona debería estar en su cabeza, pero las cosas no fueron así. No fue hasta que un día un dragón de color rojo con negro pudo conocerla, idéntica a su hermana Rhaenys.

La manera de hablar, cantar, bailar, coquetear en alto valyrio, montar su dragón y usar la espada. Igual a Rhaenys, pero le era muy raro el sentimiento que le producía. Sus hermanos eran sus hermanos por más que estuvieran casados por el deber que su padre les inculco, pero lo que sentía por su sobrina era el amor valyrio puro, el deseo valyrio.

Daenys cuando vio a Maegor, a su prometido del cual solo había recibido cartas y uno que otro retrato para imaginárselo en su mente, quedo más que encantada. El príncipe se veía mayor que su hermana cuando las cosas deberían ser al revés, pero su altura y su cuerpo bien tonificado por el entrenamiento duro que le obligaba a tomar su madre lo hacían muy atractivo.

Durante un tiempo regresaron a Desembarco del Rey como una familia unida, y Daenys ansiaba casarse con su medio-hermano, pero Aegon se negaba debido a que Maegor todavía no tenía un título de caballero. El interés de Daenys por Maegor nunca paso, pero el príncipe solía rodearse de prostitutas con la excusa de que todavía no era tiempo de tomar a su prometida.

Visenya trato de acercarse de muchas maneras a su sobrina, pero está la solía rechazar de manera amable y coqueta. Solo lograba que salieran a volar en sus dragones y charlar en pequeñas islas entre la capital y su hogar ancestral.

—¿Estás feliz? —le pregunta Daenys a Visenya mientras toma sus manos.

Ambas sentadas en la arena mientras sus dragones se acomodan a un lado del otro para descansar. Las piernas de ellas están algo enredadas entre sí debido a la cercanía, en la soledad de esas islas la princesa se permitía ser cercana a su tía.

—¿Sobre?

—Maegor fue nombrado caballero luego del torneo, el más joven del momento. Tus enseñanzas le han ayudado.

—Estoy orgullosa.

—¿Cuándo crees que sea la boda? Padre debe cumplir su palabra y mis damas de honor que están casadas dicen que no hay nada mejor que los primeros meses del matrimonio.

—Es hermoso los primeros meses, luego deja de serlo. No te crees expectativas, Maegor te tratará bien si es que no quiere tener el filo de mi espada en su cuello.

La princesa ríe al imaginarse la cara de desafío que oculta la sorpresa y el susto que tendría su medio-hermano si eso pasará.

—¿Tú y mi madre amaron a mi padre?

—Si, lo amamos de manera fraternal no romántica. Tu padre se casó conmigo debido al deber y se casó por capricho con Rhaenys, no por amor como le gusta decir a él. Te darás cuenta que los hombres creen lo que quieren creer sin importar la verdad.

—No quiero un matrimonio sin amor romántico, pero siento que me obligo a amar a Maegor de una manera que no lo hago. Tengo miedo de que me usé para sus herederos y luego me ignoré, no quiero perderlo como hermano sabiendo que Aenys morirá en cualquier momento.

Visenya pone su mano en la cadera de la princesa acercándola más a su cuerpo y dejándose caer a ambas por completo sus cuerpos en la arena. Permite que se recargue sobre ella mientras la abraza y acaricia su mejilla para darle algo de consuelo.

—Me tendrás a mí, y luego a tus hijos.

Para Daenys el amor que le daba Visenya no era maternal como el que le otorgaron las nodrizas cuando niña, era un amor diferente, uno que estaría mal visto por las personas de los 7 reinos y por los de sangre valyria al ser la esposa de su padre.

Mira sus ojos de color violeta que pareciera que fueran llamas del mismo color, su cabello rubio platinado siempre esta peinado en una trenza para poder tener la cara despejada y estar atenta a algún ataque.

—Un año —murmura Daenys apartando la mirada y mirando al mar.

—¿Un año?

—Es lo máximo de vida que le queda a mi hermano, luego padre deberá elegir un nuevo heredero y si me elige a mi como ha dicho, dejaré de tenerte a ti.

—Hice un error al coronar a tu padre, debí coronarme a mí —reconoce Visenya —Pero su rostro lleno de emoción de poder completar lo que tanto ansiaba lleno mi corazón, siempre he velado por la felicidad y seguridad de mi familia. Cuando te nombré heredera seguiré estando para ti, incluso le enseñaré a Maegor a ser un buen consorte.

—Gracias.

—Eso sí, yo debo ser quien comande tus fuerzas militares si es que sigo con vida —aclara la reina a lo que la princesa asiente con una sonrisa.

El sol se empieza a ocultar y con eso deben volver a la capital, ambas comparten una mirada sabiendo que deben hacer algo que no quieren. Daenys es la primera en levantarse y estira su mano en dirección a su tía a quien ayuda a ponerse en pie.

En un acto de supuesta valentía Daenys deja un beso amoroso sobre la mejilla de la mayor. Visenya se sorprende un poco, pero le da una sonrisa coqueta llena de diversión, esa sonrisa que solo un Targaryen te puede dar y quedas a sus pies.

—Mañana voy a desayunar en el jardín junto a mis damas de compañía, veremos que flores y plantas nuevas deberían traer de otros lugares. Por si quieres unirte.

—Pasaré a comprobar que sea un lugar seguro.

Se dan una sonrisa y llaman a sus respectivos dragones para iniciar vuelo hacia la capital con la promesa en sus corazones de que cuando se vuelvan a ver en la soledad de esas islas su relación pueda florecer como planta en invierno.

One shots de ASOIAF (Pedidos abiertos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora